Una oportunidad... más

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EL FIN DE SEMANA

El sábado a las 8 de la mañana ellos ya estaban dentro del auto de él, porque harían un viaje de más de 2 horas, ella se puso los audífonos para poder escuchar la música porque lo que menos deseaba en ese momento era escuchar la molesta voz de su acompañante.

No dijeron nada en el trayecto, pero al llegar él le ofreció su brazo y ella debía tomarlo porque la familia de él no podía sospechar nada.

-. Pensamos que estarían en su luna de miel – una de las mujeres los recibió así.

-. Tenemos mucho tiempo para pensar en donde queremos disfrutar nuestro amor – él la mira sonriendo y ella le responde con una sonrisa que no llega a sus ojos.

-. Vengan los llevara a su habitación – él va por las maletas y van detrás de la mujer que los lleva al segundo piso de una gran mansión que había – los dejo para que se instalen.

-. Gracias – responden al unísono y cierran la puerta.

-. Esto va a durar hasta mañana – Cristina no se sentía cómoda al tenerlo cerca y menos al compartir cama.

-. Si hoy en la noche es la boda y la fiesta durara hasta la madrugada y ya mañana podemos despedirnos – ella asiente y va desempacar para colocar su ropa en el armario.

-. Bien – ella no le da más importancia.

-. Puedes al menos intentar disimular lo mucho que me odias – dice ya cansado y enojado.

-. Tú sabias que esto iba a pasar – ella se encoje de hombros, él se acerca y la arrincona contar la pared.

-. De verdad no te gustó nada – ella lo mira a los ojos

-. Solo me provocas asco y vergüenza ajena – ella lo dice tan tranquilamente que él se retira al baño porque necesita una ducha fría porque ella es tan distante con él.

Cristina se queda en la habitación intentando calmar los latidos del corazón ella aún no lo supera, pero jamás se volvería a dejar intimidar o ser débil ante él.

EN LA BODA

Ella opto por un vestido azul estilo sirena, con escote en forma de corazón, su cabello ondulado suelto con raya al costado y unos tacones plateados, el maquillaje es natural lo que hace ver deslumbrante.

Jesús por su parte llevaba un traje azul marino, una camisa blanca y una corbata azul eléctrico para que hiciera juego con el vestido de Cristina, su familia murmuraba de lo lindos que se veían y la bonita pareja que hacen.

La ceremonia fue hermosa y Cristina en su mente deseaba encontrar el amor verdadero y poder hacer una ceremonia tan linda como la que estaba presenciando, poder vivir feliz y al menos ya planear tener hijos y formar una familia; pero en la situación actual.

Durante la fiesta Jesús la sacó a bailar y eso al menos logro sacarle una sonrisa ya que a ella es lo que más le encanta, después de eso varios familiares de la novia y el novio la sacaron a bailar a tal punto que a las cinco de la mañana ella fue a la habitación muy cansada que su cuerpo en cuanto toca la cama se quedó dormida de inmediato.

Jesús llegó unos minutos después algo tomado y al verla, le sacó los tacones y la arropo, él se sacó los zapatos y se quedó dormido a su lado.

Cerca del mediodía Jesús se despierta con un dulce aroma, pestañea muchas veces hasta que sus ojos logran enfocar que tiene a Cristina entre sus brazos y ha dormido mejor que nunca. Cuando siente que ella se remueve en sus brazos, así que decide cerrar los ojos porque no deseaba pelear tan temprano.

Cristina

Carajo que hago abrazada a él, antes quizá lo anhelaba e incluso soñaba con esto; pero ahora lo que más deseaba era estar lo más alejada posible de él. Me escabullí al baño, me maquille un poco y me coloque un jogger de franela y un polo de tiras porque deseaba dar un paseo por la finca.

Salí y la casa aún estaba en silencio, aunque el ama de llaves ya se encontraba en la cocina eran cerca de la 1 y ella me saludo con una sonrisa.

-. Creí que no habría nadie – le dije y ella me sonrió.

-. No se preocupe me encanta ser responsable con mis actividades, desea que le sirva jugo o algo de comer – asentí y ella me sirvió una tostada con mermelada, jugo de naranja, café y una manzana; comí con gusto.

-. Iré a dar una vuelta por los alrededores si mi esposo se despierta se lo comunica – la señora asintió – Gracias - era precioso estar fuera sin nadie alrededor solo el sonido de la naturaleza.

-. Pensé que seguirías dormida – vaya era la primita de mi esposo que al parecer no le caía nada bien.

-. Me encanta madrugar y salir a disfrutar de la naturaleza – reste importancia a su comentario, ya que no me sentía cómoda hablando con ella.

-. Al parecer mi primo no tiene gusto para las mujeres – extendí mis brazos y respiré profunda y continuamente porque estaba segura que se avecinaba una discusión.

-. ¿Por qué lo dices? – pregunte sin mirarla.

-. Porque es obvio que los recién casados deberían estar en su luna de miel y no salir de la habitación – me reí porque me parecía demasiado absurdo lo que decía.

-. Eso se lo dejo para los que aún creen en cuento de hadas o simplemente les encantaría estar como conejos – reí y sabía que ella estaba molesta; pero ella se lo busco.

-. Así que prefieres el trabajo a darle tiempo a tu marido – ella se rio con desgana - si no cuidas a tu esposo cualquiera que le preste la más mínima atención te lo podría quitar.

-. Querida – dije ya con mucha diversión en mi voz – yo no necesito cuidar a mi marido, porque lo que te pertenece se cuida solo; pero en el supuesto caso que alguna mujer me lo quiera quitar y él les dé entrada a sus avances se lo regalo con moño y todo.

-. Eres una desvergonzada – uy creo que se molestó.

-. Solo digo la verdad no me gusta hablar a medias tintas.

-. Mi primo no te merece, es demasiado hombre para ti – reí con ganas porque yo solo conocía a un hombre despreciable que muchas veces se aprovechó de mí en su beneficio.

-. Y consideras que merece una mujer como tú – me volteé para quedar cara a cara – porque eres tan obvia.




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