Jesús estaba en la oficina tranquilizando a algunos inversionistas y socios de sus diferentes empresas debido a que su padre ya había comenzado con la guerra sucia difundiendo rumores que poco o nada tenían de fundamento.
-. Señores los números hablan por sí solos no se dejen influenciar por comentarios mal intencionados – los socios revisaban las carpetas en sus manos y veían que todo estaba bien y transparente como siempre, ya que Jesús siempre estaba un paso delante de su padre.
-. Bien señor Santiesteban las disculpas del caso por el malentendido – dijo uno de los socios poniéndose de pie para estrecharle su mano – y aclarada la situación me retiro hasta que se presente una ocasión más favorable para una reunión.
-. Gracias a usted – y así se despidió de todos dejándolos tranquilos, cuando se fue el último se dejó caer en su silla realmente agotado.
-. Su padre no tiene… – Jesús negó con una sonrisa llena de amargura.
-. Si alguien estorba en su camino hace hasta lo imposible por quitárselo de encima a cualquier persona sin importar si es su propio hijo – y él lo sabía en carne propia porque él era una simple marioneta en las manos de su padre que no le importaba si tenía sentimientos o algo, él era el camino que debía ayudarlo para conseguir lo que deseaba que era más dinero, poder y reputación.
-. Lamento mucho jefe que este en esta situación.
-. No te preocupes Frank – Jesús recordaba bien como se habían conocido.
INICIO DE FLASHBACK
En medio del invierno de la ciudad en el cual el frío estaba mucho peor que años anteriores y ni hablar de las lluvias eran torrenciales e incluso se llegó a pensar que si salía el sol era un milagro.
Jesús salía de su departamento a dejar la basura cuando vio a un joven a un costado del basurero con los labios azules y demasiado delgado que apenas y respiraba, como pudo lo cargo y lo llevo a su departamento.
Ya en este lo acostó en la habitación de invitados y lo abrigo lo más que pudo, preparo una sopa de pollo que le daría energías al pobre, lo alimento y rogo toda la noche porque aquel pobre hombre sobreviviera.
Ya en la mañana sintió que él se movió.
-. ¿Dónde estoy? – su voz rasposa hizo que Jesús levante su rostro.
-. En mi departamento – el chico lo mira con temor es solo algunos 3 años menor que él – estabas muy mal y no podía dejarte en la calle – se levanta – y él chico retrocede como si él lo fuese a agredir.
-. Yo… no quiero... no quiero… causarle… molestias – intenta hablar sin tartamudear.
-. No te preocupes – él se acerca despacio para que él no lo vea como una amenaza – estas aquí a salvo.
De a poco deja que él gané confianza, se veía que había sido demasiado maltratado en toda su vida, los golpes y lo mal alimentado que estaba era posible que buscaran que muriera.
-. Gracias – dijo apenas audible y Jesús solo le sonrío no estaba seguro de todo lo que le había sucedido. Después de tres días el joven ya parecía más reestablecido ya que Jesús lo sorprendió haciendo la limpieza de su departamento.
-. No es necesario – intentó hacer que deje la escoba.
-. Usted me ha ayudado bastante – se quedó con la escoba en el forcejeo – y como no tengo dinero para pagarle – se encogió de hombros como si lo que quisiera decir Jesús supiera exactamente lo que deseaba decirle.
-. Pero yo no he hecho nada – Jesús se sentía incómodo porque el joven realizara labores al apenas haberse recuperado.
-. Me ha dado techo, comida y ropa – se le empezó a quebrar la voz – que es más de lo que recuerdo haber recibido, y nuevamente Jesús se puso a pensar en lo mal que él la había pasado.
-. Primero lo primero – el joven o miro confundido - ¿cuál es tu nombre? – ambos se miraron y empezaron a reírse porque habían convivido por tres días sin saber nada el uno del otro.
-. Frank – dijo extendiendo la mano cuando se recuperó de tanta risa.
-. Jesús – dijo dándole un apretón de manos que sellaría el inicio de su gran amistad.
FIN DEL FLASHBACK