ESTA PARTE TIENE UNA ESCENA + 18 PUEDES PASAR DE LARGO O LEER HASTA DONDE ESTA EMPIEZA TE LO DEJARE SEÑALADO.
Frank encontró a su jefe inconsciente en la puerta y solo el bolso de Cristina, lo llevó a su recamará y espero que despertará.
-. ¿Qué sucedió? – dijo y se levantó tocando su costado en donde le habían disparado.
-. Eso esperaba que me diga – Frank estaba preocupado – porque lo encontré inconsciente en la puerta.
-. Cristina – él negó – estábamos llegando a casa y después solo sentí un fuerte dolor y un grito ahogado de Cristina, se la llevaron.
-. Ahora me pongo a investigar y por cierto los inversionistas lo esperan en la empresa – Frank sabía que él no querría ir – debe ir yo me encargó de investigar lo de la señora porque si no ellos buscaran la manera de sacarlo de la empresa.
Jesús asintió no muy convencido.
POR OTRO LADO, EN ALGÚN LUGAR DEL CAMPO
Cristina despertó en un lugar oscuro que solo pasaba la luz por la rendija de uan venta tapada con cartón, era una casa de adobe y ella lo sabía bien, solo que debía haber estado abandonada hace mucho ya que todo se veía demasiado sucio y polvoriento sin contar que olía a viejo.
Intentó pararse y se dio cuenta que estaba atada a una silla con una soga la tenían atada de pies y manos.
“Bien lo bueno es que me han amarrado flojo solo debo esperar un poco para saber quién esta detrás de esto”
Escuchó unos pasos que se acercaban así que fingió seguir dormida con la cabeza abajo.
-. Aún no despierta – la voz de aquella mujer de la cafetería.
-. No le pusimos mucho – se excusaba – ya debería estar despierta.
-. Al parecer le pusieron más de lo normal – ella se acercó y la tomó de la barbilla para verla bien – no entiendo que es lo que él ve en ti porque no eres ni siquiera hermosa - y la soltó de manera brusca.
-. ¿Quiénes son ustedes? – Cristina moría por ver su rostro, pero como siempre ella llevaba una pashmina y los lentes.
-. Nadie que debas saber – le dijo con desdén.
-. Al menos debo saber quién me ha secuestrado – ella debía sacarle la mayor información que debía.
-. No seas curiosa porque ya sabes lo que dice el refrán.
-. Pero tú tiene ventaja me conoces y yo poco nada se de ti – la mujer al parecer no era tan sencilla de enfadar como ella creía.
-. Eso es lo correcto y a la vez perfecto – miro sus uñas bien cuidadas.
-. Lo único que sé es que estoy acá porque tus otros planes para separarme de mi esposo no funcionaron – la mujer ahora si centro toda su atención en ella.
-. Es por eso que llegué a la conclusión que la única forma que él se olvide de ti es enviándote al otro mundo – le dijo con furia ese era su punto débil.
-. Pues bien, igual después de mi muerte te enfrentarás a mi fantasma porque él me ama a mí y nunca amará a otra persona – la mujer piso fuerte y empezó un berrinche.
-. Eres una maldita piedra en mi zapato, si tú no hubieras aparecido el sería mío hace mucho tiempo – le dio uan bofetada.
-. No que me ibas a matar – Cristina rio porque no se mostraría débil ni ante ella ni nadie.
-. Primero veamos si puedo sacar algo de provecho de esta situación – y se fue – Cristina se desamarró e intentó recordar a alguna mujer que rondaba a Jesús cuando empezaron su relación, pero no se le venía nadie a la mente.
“Lo único que pude ver es que ella ya es un poco mayor”
Escucho como el motor de un vehículo arrancaba y solo l voz de dos hombres. Gritó por ayuda para que ellos vinieran escondió la soga detrás de unos baldes y volvió a su posición en la silla.
-. Deja de gritar – entró el más alto.
-. Es que me dio un calambre en la pierna – él alto la miró y se relamió con intenciones nada buenas, se agachó para tomarla; pero Cristina fue más rápida y le dio una patada que lo mando de espaldas, después se posicionó de tras de él sosteniendo su cuello con su brazo y trataba de dejarlo sin aire para desmayarlo, le costó, pero lo logró.
Salió y vio al otro fumando un cigarro en la puerta, le dio una patada que lo tomó por sorpresa y como alrededor todo era una pendiente cayó hasta abajo como no se levantó ella supuso que se había golpeado. Justo empezó a llover y ella no era muy buena caminando en lodo, por lo que se sentó y así se bajó como si de una resbaladilla se tratase, miró alrededor y las casa eran de campo, pero nadie dormía ahí solo venían durante el día.
Llegó a la quebrada y vio al tipo que respiraba, pero se había dado la cabeza en una piedra; ella salió a la carretera y empezó a caminar; peor cada que escuchaba un vehículo se escondía después de un par de horas vio las luces de la ciudad.
“Estoy demasiado cansada, pero ya falta poco”
Escucho un auto y se escondió; sin embargo, el auto subía de manera lenta y lograba escuchar unos gritos quien sabe si venía discutiendo con alguien o estaba en el celular asomó la cabeza y vi a la mujer que estaba el celular, se escondió hasta que el auto desapareció y ella siguió su camino.
El aire helado de la noche más la lluvia hacían que ella sintiera el frío hasta sus huesos, allegar se acordó que Luz dijo que iba a estar en su casa de fin de semana y está que daba justo en ese lado, llegó y tocó la puerta.
-. Ya voy se escuchó que gritaron – quié… Cris ¿Cómo? pasa, pasa
-. Préstame tu celular – Luz se lo dio y llamo a Jesús
- Bueno – respondió molesto
- Jesús soy yo
- ¿Dónde estás?
- Me escapé estoy en la casa de Luz a las afueras de la ciudad
- No cuelgues ahora rastreo la llamada y voy por ti
-. De acuerdo
Luz vino con una taza de café caliente que le cayó muy bien a su amiga.
-. ¿Qué te pasó? – Luz no entendía porque ella estaba en esa situación
-. La misma mujer de la cafetería me secuestró; pero me escapé – dijo temblando