Una oportunidad... más

19

NARRADOR

-. Rogelio – llamó la atención del padre – vete tienes asuntos que atender en tu oficina – él simplemente asintió y se fue sin tan siquiera despedirse – sería un problema que nos dejen a solas para hablar de este asunto – lo miro de forma coqueta lo que hizo que Jesús sintiese un escalofrió por su espalda.

-. Bien – a pesar que no estaba convencido era lo que debía y Luz salió con cierta reticencia haciéndole caras a esa bruja.

-. Y espero que apagues tus cámaras – eso ya lo esperaban y por eso acondicionaron 2 cámaras espías para que no haya punto ciego en la oficina.

-. Al parecer su suspicacia ya no es la misma, mis cámaras – señalo a dichos artefactos – están pagadas desde que estoy tratando este asunto.

-. Bien – ella cruzo las piernas – Jesús tuvo que reprimir las ganas de vomitar que le vinieron como si de olas frenéticas se trataran.

-. Entonces quiero la información – ella lo miraba con un deseo que no ocultaba.

-. Eres la presa más escurridiza que he tenido – se lamió sus labios – ni siquiera separándote hace mucho de esa mujer tú no me permites estar a tu lado, te puedo dar todo el dinero del mundo si tan solo me complaces.

-. Lo lamento, pero me gustas mujeres menores que yo – el asco sobrepasaba a Jesús.

-. No pido títulos solo deseo una noche a tu lado y que cumplas cada uno de mis deseos y mis fantasías – Jesús necesitaba ir al baño porque en serio que vomitaría.

-. Me has acosado desde que tenía 6 años y lamento no haberte denunciado en ese momento porque era un niñato que no conocía nada de leyes – la mujer le sonrió mordiéndose el labio inferior sin darse cuenta que simplemente provocaba asco.

-. Es que tú eres demasiado puro – lo examinaba sin pudor alguno – me imaginó todo lo que está oculto detrás de esa ropa y muero de ganas por saborearlo y…

-. Lo único que deseo es la información acerca del secuestro de mi esposa – la mujer se puso seria – porque estoy muy seguro que ella no se fue voluntariamente.

-. Y que te hace pensar que yo estoy detrás de eso – ella batía sus pestañas en un intento fracaso obviamente de coquetearle.

-. No puedo pensar en otra persona que quiera hacerle daño a mi mujer – le dijo directamente y con la mirada dura porque esta vez sí haría que confiese todo y fuera a la cárcel.

-. Que es lo que te dio esa mujer que estas tan loco por ella - se puso de pie e intento acercarse y Jesús se protegió detrás de su escritorio.

-. Nunca entenderás que el corazón elige a quien amar y no al revés – le dijo con voz firme.

-. Bien – ella se recargo en el escritorio – fue mi idea secuestrarla para matarla y así quitármela de en medio para que tú en tu desesperación me permitieras poder estar contigo de la manera en la que yo quiera porque eres un buen aperitivo del que quiero estar completamente saciada.

-. ¿Matarla? – repitió Jesús en shock porque no esperaba esa confesión.

-. Por supuesto – ella hablaba orgullosa –porque de lo contrario nunca voy a poder tenerte a mis pies como lo deseo, ella es la maldita piedra en mi zapato.

-. Estas mal de cabeza – él da un golpe al escritorio.

-. Tú me tienes loca – ella lanza un beso al aire – eres un completo muñeco que muero por tener a mi lado para jugar; sin embargo, tú no quieres y eso hace que mi deseo por ti crezca más día con día.

-. ¿Por qué yo? – él necesitaba sacarse esa espinita de la curiosidad.

-. Porque he tenido a todo hombre, adolescente y otro más cuanto he querido, en mi cama y a mis pies – ella lo miraba con malicia – pero tú eres el único que no te dejaste seducir ni por el dinero y el poder que podía darte.

-. ¿Poder? – ella estaba tan equivocada – si ha malversar dinero y fondos te refieres con poder, pues a mí eso no me interesaba.

-. Ahí tienes lo que te hace tan especial, el ser tan recto y no dejarte seducir por los placeres más comunes de la vida.

-. Eso no tiene sentido para mí – Jesús ahora sabía que simplemente era un capricho – es una lástima que nunc ame vas a poder tener.

-. Eso dices – ella volvió a morder su labio inferior – solo una noche y te diré dónde está tu amada antes de que la maten porque yo soy la única que puede salvar su vida.

-. No estaría tan seguro de ello – Frank cortó la grabación de las cámaras y prendió las cámaras normales para que Cristina pudiera hacer su entrada y llamar a la policía de inmediato.

-. No entendía ¿Qué pude hacer mal para que me secuestraran? – la mujer retrocedió ante la sorpresa y cayo de nalgas al verla a ella sana y salva justo en su presencia.

-. Como… no es… posible… yo – ella no podía articular una frase completa debido al shock.

-. Me escapé esa misma noche y tú lo sabías yo te vi, pero no podía acusarte sin tener una sola prueba – ella fue al lado de Jesús que la recibió entre sus brazos gustoso lo cual enfado a la vieja.

-. NOOO – ella se puso de pie y retomo su posición delante del escritorio, aunque esta vez de manera amenazante – ¿Por qué les gusta hacer las cosas tan difíciles? – ella los miraba con odio – solo quiero probar tu cuerpo muñeco.

-. No creo que sea posible – Cristina dijo abrazando la cintura de su esposo – porque este muñeco solo se deja tocar por mí.

-. Eres una mujer tan común, insípida, sin chiste… - ella empezó a decir todos los insultos que podía.

-. Y tu una vieja arrecha – la mujer abrió los ojos con enojo y sorpresa – vulgar que simplemente desea a cualquier hombre en su cama en lugar de sentar cabeza.

-. ESO A TI NO TE IMPORTA – ella seguía gritando porque de verdad estaban logrando sacar de sus casillas.

-. Acaso no imaginas como podía ser tu vida si hubieras elegido a un solo hombre para formar una familia – la mujer negaba porque ella no era de esas mujeres, ella no dejaría que el machismo la atrapará en ese círculo de esclavitud disfrazado de matrimonio.

-. Eso es imposible yo soy una mujer libre sin cadenas – siempre creyó que un hombre no al dejaría volar como ella deseaba.




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