Una Palmera en Navidad

Capitulo 3: Cómplices

El discurso en el evento había sido breve pero emotivo, mis empleados conocían mi aprecio a ellos desde luego,  así que no era necesario un discurso largo y aburrido para hacerle saber lo orgullosa que estaba de ellos.  Sobre todo del esfuerzo que cada uno de ellos habían puesto en la empresa durante todo el año.

Debía  regresar a casa antes de que llegara Erick de su viaje. Los días se me habían echo largos e interminables aunque  hubiera pasado solo una semana, supongo que la costumbre de tenerlo a mi lado era la causante de sentir estragos . Erick era una persona extraordinaria, un hombre de negocios y visionario en su mundo, nos habíamos conocido en una de las conferencias anules a las cuales me gustaba asistir para mantenerme actualizada en los negocios.

Su sonrisa me cautivo era de esa clase de personas con la que podías hablar de cualquier tema sin cansarte o aburrirte. No puedo decir que fue amor a primera vista por que realmente no había sido nuestro caso, nos unía el amor por nuestros trabajos y gustos en común.

 Lo habíamos hablado una vez que intentamos salir como algo mas que amigos. Al principio había sido extraño y no fue nada cómodo,  pero a medida que había transcurrido la velada, pudimos encontrar una manera de hacer las cosas mas amena.

Salimos durante 6 meses antes de intentar con algo mas serio, nos funcionaba como habíamos tomado las cosas, lento pero desde luego seguro . Nunca quisimos apresurarnos a nada así que cuando llegamos a las conversaciones importantes , establecimos limites en la relación con unas simples reglas que sabíamos que si no las rebasábamos,  estaríamos bien como pareja.

Regla numero 1 : Jamas meterse en los negocios del otro,  a menos que fuera pedido.

Regla numero 2: No podía existir celos , ambos debíamos confiar en el otro y si alguna vez se sentía ese sentimiento , debamos hablarlo como personas civilizadas.

Regla numero 3: Las decisiones importantes referente al futuro,  debían ser tomadas y decididas juntos.

Y  había funcionado la relación en base a esa reglas,  porque teníamos 6 años juntos sin ningún problema que no pudiéramos solucionar como pareja.  Podía decirse que eramos el complemento del otro, lo mejor de la relación eran los días en que ambos podíamos relajarnos en nuestra casa sin el trabajo o cosas pendientes que nos interrumpieran, teníamos siempre una botella de vino y nuestras charlas largas sin interrupciones.

— Señorita ya la mesa esta organizada como usted lo indico y la cena esta lo suficiente caliente para esperar a la llegada del joven Erick  — Escuche decir a Luisa una de mis empleadas de la casa.

  — Gracias Luisa, si eso es todo pueden retirarse a sus casas apartir de ahora me encargare yo de todo los demás   — Le sonreí mientras terminaba de ajustar mi vestido.

  — Gracias señorita.  Le informare al personal que ya pueden retirarse a sus casas, por cierto esta muy hermosa, el joven quedara deslumbrado   — Dijo sonriendo mientras se retiraba.

De todo mi arsenal de ropa, había  escogido para la ocasión vestirme con el vestido verde que  en mi ultima salida de compras con Marta había comprado,  acompañado de un abrigo color negro ya que hacia frió esta noche.  La época de navidad era hermosa pero fría  y las medias a juego también daban un toque sexy al vestido con mis botas, era un atuendo muy neutral pero hermoso,  lo había escogido así por que quería que resaltara el collar que me había regalado Karla durante el día.

La puerta de la entrada la escuche abrirse y luego cerrar.  Erick había llegado ya,  así que  corrí apresurarme a la escalera que daba una vista directa a la entrada de la casa para verlo, lo había extrañado mucho estos días.

  — Bienvenido a casa cariño  — Dije.

Erick levanto su mirada hasta donde me encontraba , su sonrisa ilumino mi alma . Estaba igual de guapo que siempre vestido con un traje elegante de esos que te hacían temblar y sudar de excitación.

  — No sabia que era una ocasión especial, me hubiera vestido mejor   — Dijo sonriendo sin dejar de mirarme, mientras se aproximaba a la escalera.

  — ¡Pero que dices si estas guapísimo como siempre!   — Dije exagerada mientras bajaba los escalones de la escalera  — siempre es una ocasión especial recibir a mi hombre luego de una semana sin el, te extrañaba tanto cariño.

  — Yo también te extrañe cada segundo nena — Dijo mientras me ofrecía su mano al llegar yo al ultimo escalón   — estas hermosa, me quedo corto al decirte eso.

  — Te he preparado una cena especial , he llegado a casa temprano para ayudar en la cocina así que un 80% de lo que cenaremos lo hice yo   y espero te guste amor mio — Dije mientras colocaba mis brazos al rededor de su cuello y el me tomaba por mi cintura.

  — Todo lo que tu hagas para mi,  siempre lo voy a disfrutar muchísimo princesa   —  Respondió mientras le daba masajes a mi cintura con sus manos.

  — Bueno entonces pacemos al comedor, seguramente estas con un hambre tremendo cariño.

  — No te equivocas princesa, los viajes en avión son duros y la comida desde luego no muy buena pero antes de pasar a comer debo hacer dos cosas primero  — Dijo.

  — ¿Que debes hacer amor? no quisiera que la comida se enfriara para ti.

  — Debo saludar a mi mujer de la forma correcta  — Dijo mientras una de sus manos subía por mi espalda y se posiciona daba en mi cuello para proceder a besarme.

Los besos de Erick al transcurrir los años habían mejorado muchísimo. Al principio eran extraños por que ninguno de los dos estaba acostumbrado a las demostraciones afectivas,  pero una vez que las cosas fueron poniéndose mas cómodas, se habían hecho contaste esa clase de demostraciones entre nosotros.



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En el texto hay: navidad, romance, amor

Editado: 12.01.2019

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