Una Palmera en Navidad

Capitulo Final: El final siempre es el comienzo de algo.

Los hospitales solían ser lugares deprimentes y llenos de historias. Podías ver a doctores y enfermeras por los pasillos del lugar corriendo atendiendo emergencias y prestando ayuda a todo aquel que la necesitara, este hospital en particular siempre tenia muchas de ellas.

Cuando no cuentas con el dinero suficiente para optar por los servicios médicos adecuados, terminas en lugares donde los costos son mas bajos o gratis,  pero la calidad de ello siempre suele ser limitada.  Sin embargo las personas eran agradecidas  por contar  con la opción de ser atendidos al enfermarse o sufrir un accidente.

Los doctores y las enfermeras eran personas llenas de coraje a mi parecer,  por que todos los días  enfrentaban la vida y la muerte en un mismo lugar. Seres valientes que daban noticias fatídicas o buenas,  siempre con la actitud tolerable que merecía cualquier persona que estuviera pasando por alguna de esas circunstancias.

Habia llegado al lugar hace rato y ya habíamos finalizado los tramites para la entrega del cuerpo de Calyope.  Habían sido amables y gentiles desde el principio con nosotros y desde luego suponíamos era por que raras veces reclamaban los cuerpos de aquellos que no tenían familiares y le daban un funeraria .

—  Es tu cumpleaños y no deberíamos estar aquí  — Decía Erick a mis espaldas — todas estas personas deberían de estar en sus casas con sus familias celebrando la navidad.

  — Falta poco para que nos entreguen el cuerpo de ella y los arreglos funerarios ya están listos —  Susurre — debes tener paciencia cariño , se que no te gustan los hospitales.

—  Desde luego que no, son deprimentes Iris  — Susurro —  eres una buena mujer cariño, esto que estas haciendo con Cralyope  hace que tengas el cielo ganado, soy muy afortunado al tenerte a mi lado.

— Tu también eres un buen hombre al acompañarme en esto  — Dije volteando a mirarlo  — me hace muy feliz sentir tu apoyo.

  — Disculpen pero el cuerpo ya ha sido entregado a la funeraria que ustedes han decidido — Interrumpió una de las enfermeras.

— Gracias por avisarnos  —  Dije  — ya podemos irnos amor.

— Gracias a Dios  — Dijo mirando a su alrededor — espero que Dios los acompañe y tengan una agradable navidad todos.

Salimos del hospital y decidimos ir a cambiarnos de ropa a nuestro hogar. Si debíamos ir a la funeraria no podíamos llegar vestidos como ejecutivos, yo escogí un vestido negro clásico muy conservador al igual que Erick un traje negro muy neutro, sabíamos desde luego que nadie asistiría al funeral de Calyope porque no conocíamos a nadie que fuera cercano a ella, pero merecía que le guardáramos luto por un momento.

Sabia que llevarían a su hijo samu a despedirse de su madre, el hospital había realizado los arreglos necesarios para que así fuera. Samu debía poder ver a su madre por ultima vez y estar un momento con ella, esta seria la ultima ves que la sentiría cerca en cuerpo presente, ya que después solo la recordaría en su mente.

  — ¿ Estas listo cariño?  —  Le pregunte a Erick.

— Si vamos  — Dijo tomando mi mano.

El camino a la capilla donde se realizaría el velorio de Calyope fue silencioso, ambos estábamos absortos en nuestros pensamientos,  así que no había nada sobre que conversar. Al llegar notamos que la capilla no estaba decorada con muchos arreglos florares pero aun así estaba hermosa, las persona que traerían a samu seguramente no tardarían en llegar.

— ¿Deseas que te consiga algo cariño, quizás un café? — Pregunto Erick a mi lado.

—No amor estoy bien así,   tengo malestar estomacal— Respondí.

Y hablaba en serio por que desde la noticia del fallecimiento de Calyope,  había sido como perder mi estomago, no sentía ni sed ni hambre y solo ganas de vomitar. Pude notar llegar un automóvil al lugar y estacionar, bajaron de el una señora no muy anciana y de su mano un niño,  que suponía era samu.

El niño aparentaba tener unos 5 años de edad y vestía con un traje negro muy a la ocasión, miraba a todos lados como si buscara a alguien y suponía que era a su madre. El chiquillo era muy guapo y se parecía mucho Calyope , mi corazón sentía tanta nostalgia por él,  que se me  dificultaba evitar llorar.

— Tranquila amor, es mejor que no te vea llorrar  — Me dijo Erick tomando mi mano.

— Lo se  — Susurre.

Llegaron con paso lento y sin prisa a donde nosotros nos encontrábamos , el niño nos miro sin saber que decir . Eramos unos desconocidos para él , así que fue la señora quien hablo primero.

— Buenas tardes señorita palmera,  estoy muy complacida de ver el gesto tan hermoso que esta teniendo con esta familia.

— Calyope lo merecía,  así que no ha sido nada — Dije.

— Este niño tan guapo de aquí es Samuel  — Dijo señalándolo —  samu ella es la señorita palmera y su prometido Erick.

  — Un placer conocerlos  — Respondió el niño con una voz dulce y educada.

 —El placer es nuestro campeón  — Escuche decir a Erick.

— ¿ Ustedes eran amigos de mi mami? — Pregunto el niño curioso.

  — Yo conocí a tu mami samu, era una mujer muy hermosa  —  Dije sonriendo.

  — Si,  mi mami es una mujer muy muy bella  —  Aun hablaba en presente como si ella aun estuviera viva  —  la señora Luz me ha dicho que ella sera también un ángel muy hermosa al lado de Dios  — Dijo el niño en su inocencia.

  — Seguro que sera así    — Dijo Erick  — ella siempre va ha estar contigo.



#30037 en Otros
#9532 en Relatos cortos
#45711 en Novela romántica

En el texto hay: navidad, romance, amor

Editado: 12.01.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.