Hoy 12 de julio es un día muy hermoso,el sol brillaba lo observaba desde la ventana de mi habitación, todo era hermoso era mi cumpleaños.
Al despertar me levanté e inmediatamente corrí hasta la cocina, allí estaba ella,mi madre. A pesar de todo lo que vivía lo único que me hacía aunque sea un instante feliz y desconectarme del mundo por un momento era un abrazo de ella.
_ mamá. Grite.
_¡feliz cumpleaños hija hermosa! Me dijo dandome un beso y un fuerte abrazo. Ese momento, ese pequeño momento era mi felicidad.
A la tarde llegó mi padre, una vez más ebrio, llegaba y nuestro dia cambiaba. Peleas y más peleas, dolor,llanto era dia trás dia.
Él no era asi; cambió completamente de la noche a la mañana.
A pesar de que eramos su familia, nos trataba como si nos odiara, aunque yo sabia que en el fondo nos amaba.
Cada mañana le pedía a Dios por mi familia, que nos protegiera y que ayudara a mi padre a que volviese ser el de ante.
Mis hermanas mayores trabajaban y muy rara vez iban a casa, quizás por miedo, no lo sé, lo que recuerdo es que cada vez para el dia del padre o para su cumpleaños él lloraba esperando que llegaran.
Ellas siguieron con su vida, dejándonos atrás.
Pasaron años y mi padre trataba de cambiar poco a povo,dejo el alcohol, pero enfermaba muy seguido y a su lado como siempre, allí estabamos. El siempre pensó que por todo lo sucedido lo odiabamos, no era asi, estaba equivocado ¿ cómo odiarlo si era nuestro padre?.
Después de un tiempo mi hermana mayor regresó a casa, estaba embarazada, mi padre al enterarse se enojo mucho ya que se negaba a decir quién era el padre, mi padre queria que estudiaramos y lleguemos a ser alguien el dia de mañana. La perdonó y le dijo que continuase con sus estudios y así hizo mientras cuidabamos de Martina, mi hermosa sobrina.
Pasó un año y volvió a suceder lo mismo,mi padre se enojo aún más, ya que la perdonó y volvió a hacer lo mismo. Mi madre también estaba embarazada, esa noche discutierón con mi padre, por lo cuál el decidio ir a casa de mi abuela unos meses, prometiendo volver para el nacimiento de mi hermanito.
A la mañana siguiente se marcho, pidiéndonos que cuidaramos a nuestra madre. Enojado por todo lo sucedido no me despedí de él.
Pasarón 5 meses y esperábamos su regreso, mi madre se encontraba internada, y él no regresaba, no regreso.
El 5 de noviembre recibimos una llamada que destrozó mi alma, me arrepiento tanto por no haberlo hecho saber que lo amaba y que jamás llegué a odiarlo.
Puede ser que ya pasarón 11 años, pero hasta el dia de hoy espero que llame a la puerta, aún lo sigo y seguire esperando, desde aquel dia mis ojos llueven porque lo extraño.
Quizás muchos digan que soy fria y que no tengo sentimientos, pero uno después de tanto tiempo, se queda sin lagrimas, pero eso no significa que no este llorando por dentro.
A veces lo mejor que una persona puede hacer es sonreír y finguir que no ha pasado nada, aunque por dentro este destrozada. muy hermoso,el sol brillaba lo observaba desde la ventana de mi habitación, todo era hermoso era mi cumpleaños.
Al despertar me levanté e inmediatamente corrí hasta la cocina, allí estaba ella,mi madre. A pesar de todo lo que vivía lo único que me hacía aunque sea un instante feliz y desconectarme del mundo por un momento era un abrazo de ella.
_ mamá. Grite.
_¡feliz cumpleaños hija hermosa! Me dijo dandome un beso y un fuerte abrazo. Ese momento, ese pequeño momento era mi felicidad.
A la tarde llegó mi padre, una vez más ebrio, llegaba y nuestro dia cambiaba. Peleas y más peleas, dolor,llanto era dia trás dia.
Él no era asi; cambió completamente de la noche a la mañana.
A pesar de que eramos su familia, nos trataba como si nos odiara, aunque yo sabia que en el fondo nos amaba.
Cada mañana le pedía a Dios por mi familia, que nos protegiera y que ayudara a mi padre a que volviese ser el de ante.
Mis hermanas mayores trabajaban y muy rara vez iban a casa, quizás por miedo, no lo sé, lo que recuerdo es que cada vez para el dia del padre o para su cumpleaños él lloraba esperando que llegaran.
Ellas siguieron con su vida, dejándonos atrás.
Pasaron años y mi padre trataba de cambiar poco a povo,dejo el alcohol, pero enfermaba muy seguido y a su lado como siempre, allí estabamos. El siempre pensó que por todo lo sucedido lo odiabamos, no era asi, estaba equivocado ¿ cómo odiarlo si era nuestro padre?.
Después de un tiempo mi hermana mayor regresó a casa, estaba embarazada, mi padre al enterarse se enojo mucho ya que se negaba a decir quién era el padre, mi padre queria que estudiaramos y lleguemos a ser alguien el dia de mañana. La perdonó y le dijo que continuase con sus estudios y así hizo mientras cuidabamos de Martina, mi hermosa sobrina.
Pasó un año y volvió a suceder lo mismo,mi padre se enojo aún más, ya que la perdonó y volvió a hacer lo mismo. Mi madre también estaba embarazada, esa noche discutierón con mi padre, por lo cuál el decidio ir a casa de mi abuela unos meses, prometiendo volver para el nacimiento de mi hermanito.
A la mañana siguiente se marcho, pidiéndonos que cuidaramos a nuestra madre. Enojado por todo lo sucedido no me despedí de él.
Pasarón 5 meses y esperábamos su regreso, mi madre se encontraba internada, y él no regresaba, no regreso.
El 5 de noviembre recibimos una llamada que destrozó mi alma, me arrepiento tanto por no haberlo hecho saber que lo amaba y que jamás llegué a odiarlo.
Puede ser que ya pasarón 11 años, pero hasta el dia de hoy espero que llame a la puerta, aún lo sigo y seguire esperando, desde aquel dia mis ojos llueven porque lo extraño.
Quizás muchos digan que soy fria y que no tengo sentimientos, pero uno después de tanto tiempo, se queda sin lagrimas, pero eso no significa que no este llorando por dentro.
A veces lo mejor que una persona puede hacer es sonreír y finguir que no ha pasado nada, aunque por dentro este destrozada.