Una Pequeña Leyenda

Capitulo 1 (Una Pequeña Leyenda)

-Entonces en las noches frías como la de hoy, se aparece por el santuario un antiguo caballero que su templo ha desaparecido y…- Una sonrisa maquiavélica se dibuja en el rostro de Death, asustando a dos pequeños aprendices –Busca venganza de Atena por haberlo abandonado y expulsarlo de la orden, con todo y su símbolo zodiacal-

-Eso… No es… Verdad…- Un pequeño niño de cabellos aguamarinos, frunce el ceño aunque tiembla un poco por la historia.

-Ese caballero fantasma, siempre ataca en esta época, primero ira pasando por los templos, si encuentra algún mocoso en ellos se los llevara para impedir que se vuelvan caballeros dorados, así como el no pudo- Alza las manos para asustarlos y gruñir un poco –No existe forma de escapar, solo si se es dorado o muy poderoso así como yo- Sonrió triunfante, pues ha logrado asustar a esos dos.

-Death Mask, no es verdad… Mi maestro me lo… Hubiera contado- El más pequeño de los dos, refuto a esto, pero sus manos parecen temblorosas.

-Ja, ¿Crees que se lo diría al bebe borrego?- Rio a carcajadas –Serias capaz de mojar la cama-

-¡¡¡NO ES CIERTO!!!- Grito molesto, pero el miedo por la historia sigue en su mente.

-No le hagas caso Mu, solo quiere asustarnos- Camus se levantó, para tratar de irse con su amigo.

-¿Seguros?- El mayor, sonrió de una forma atemorizante –Yo solo cumplí con advertirles, si no creen es su problema, no me hare responsable si el caballero fantasma se lo lleva para comérselos y nunca más volverlos a ver-

-El patriarca no lo permitirá-

-¿Lo ves por algún lado?- Sí que ha preparado el día para molestarlos.

Ambos niños de no más de cuatro años se miraron entre si, algo preocupados.

-El patriarca fue a una importante misión, no tendrán a su papi para que los cuide- Rio a carcajadas, cuando ambos niños atinaron a pensar en ello.

-¡¡¡DEATH MASK!!! ¡¡¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!!!- Una voz algo aguda le llamo la atención.

-Ay, ya me tenían que arruinar el momento- Cerro sus ojos sabiendo de quienes podrían tratarse.

-¿Por qué Mu y Camus están temblando?- Un peliverde señalo a ambos niños.

-Shura, ¿Verdad que no existe un caballero fantasma?- El pelilila rápido pregunto al otro.

-¡¡¡¿QUÉ FUE LO QUE LES DIJISTE?!!!- El niño de cabellos celestes, miro enojado al cuenta cuentos.

-Solo fue una linda historia para ante de dormir- Sonrió para restarle importancia al asunto.

-¿Historia para dormir?- Negó con la cabeza –Si como no- Le jalo la oreja por andar molestando a los más pequeños –Eso no se hace, te va a regañar el patriarca por andar con tus bromitas- Se lo comenzó a llevar templo arriba para seguir diciéndole sus verdades.

-¡¡¡AUCH!!! ¡¡¡OYE!!! ¡¡¡AY!!! ¡¡¡ME DUELE!!!- Aunque quisiera protestar, ser llevado así no es para nada agradable, pero no puede hacer nada, si llama más la atención, puede que Saga o Aioros lo sepan y le den una reprimenda.

Suspiro resignado el peliverde de cabellos cortos –Siempre molestando a los pequeños- Rasco su cabeza, listo para ir detrás de ellos, pero unas pequeñas manitas jalan su ropa, con algo se temor.

-¿He?- Se giró a ver ambos infantiles rostros.

-Shura… ¿No es verdad?-

-¿Cierto?-

Ambos pequeños lo miran con sus ojos suplicantes de que les confirmen aquellos.

Puede que sea bastante apartado de los demás que no sean los otros dos que se han retirado, pero, le causa algo de ternura sus rostros –Death solo quiso asustarlos, no le den el gusto- Hablo bastante serio, acariciando ambas cabezas.

-Entonces… ¿No nos llevara?- Mu volvió a preguntar, apretando sus puñitos.

-No, nadie se los llevara- Suspiro, negando con la cabeza.

Sin duda si alguno de esos niños no duerme esta noche, mañana se darán cuenta los dos mayores que ellos y el castigo que recibirá el futuro caballero de cáncer será muy grande

-¿Por qué Death siempre nos molesta?- Camus esta bastante molesto por ser blanco de esas malas bromas.

-Mejor vallan a sus templos, ya está atardeciendo, y saben que todos debemos estar en el santuario antes de oscurecer- Con esto se zafo del agarra de ambos infantes, para dirigirse escaleras arriba.

Saben que es lo mejor, aunque quisieran protestar y pedirle que durmiera con ellos en el primer templo para no tener que subir sobre todo Camus solito.

Pero es demasiado tarde, además que como aprendices a caballero dorados, no sería muy bien visto aun a su corta edad.

-Creo que debemos irnos…- Hablo algo preocupado el peliaguamarino.

-Si…- Miro a su amigo, pues sin duda nota lo angustiado que esta por la tonta historia –Si quieres quédate a dormir conmigo- Le ofreció con toda la amabilidad del mundo.

-No puedo…- Bajo la mirada preocupado –Debo ir a mi templo-

-Camus, si tienes miedo… Puedes pedirle a Shura que te cuide o Aioros, sabes que él es muy bueno con nosotros- Le trato de animar, aunque el esta también en las mismas.

-No, yo puedo dormir solito- Frunció el ceño y camino para ascender a los templos –Y… ¿Tu no tienes miedo?-

-Si tengo… Pero…- Sonrió con timidez –Mi maestro me doy algo para que nunca tenga miedo si él no está-

-¿Qué cosa?- Lo miro extrañado, deseando saber que es y si lo pudiera compartir.

-Me doy una bufanda roja, aunque a mí me queda muy grande, la uso para dormir y me siento seguro, es como si estuviera conmigo, cuidándome- Mu sin duda estará bien esta fría noche de febrero.

Pero ¿Cómo pedirle a su amigo que le comparta algo de esa bufanda?

Camus no está para nada seguro, y no tiene algo especial que lo haga sentir como tal.

No respondió nada, ante la sonrisa del pelilila, decidió seguir ante de encontrarse con el templo de Aries al frente.

Sabiendo que esto afectara al peliaguamarino, decidió pensar en una idea para ayudarlo, es un niño aun, pero su corazón es tan grande.

Así que recordó una historia de un libro que su maestro le enseño hace unas semanas, tal vez eso podría ayudar algo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.