Capítulo. 4

_ Hija que gusto de verte, como has estado en esa casa, ¿él no te lastimado?

_ Hola mamá, estoy bien, y no, él no me ha lastimado, ¿dónde está papá y Mathew?

_ Tu padre se llevó tu hermano esta mañana para le empresa, pero creo que están por llegar.

_ Los extraños mucho, no saben cuanta falta me hacen.

_ Igualmente preciosa, no sabes cuánto te echamos de menos, tu padre casi no duerme en las noches.

>>hija… ese hombre…tú y ese hombre ya… tuvieron…

_ ¡¡Hermana ¡¡ qué alegría verte, te quedas a dormir ¿sí?

_ Enano, como has crecido estos días- génesis mira de reojo y con vergüenza a su madre.

_ Princesa, ¿cómo estás? ¿Cómo te ha tratado ese rufián?

_ Bien papito, no tienes por qué preocuparte, que falta me hacen. Tengo hambre, vamos a la mesa.

La tarde en casa de su familia transcurrió muy rápido, el chofer de Marcos  hizo presencia en la casa de los FOX para llevar a génesis de vuelta a su nuevo hogar; hogar que sentía como prisión y no podía sentir suyo, todo el tiempo tenía que fingir complacencia en el para que su esposo tuviera confianza en ella.

_ Hola toña, ¿marco esta ya está en casa?

_ Si, señora está en la habitación- toña no soporta a la joven, decirle señora le pesa la boca.

_ Ok, gracias- se dirige a su habitación.

Al entrar a la habitación se encuentra con marco que tiene alrededor de su cintura una toalla, todo indica que esta recién duchado, las  mejillas de génesis se tornan rosa, su esposo sonríe por el efecto que causa en ella.

_ ¿No me das un beso?

_ Disculpa, me distraje…pensando, la visita que le hice a mis padres.

El hombre camina con pasos de depredador, y la toma de la cintura para acerarla un poco a su torso desnudo, la besa muy lentamente, mete su lengua para encontrarse con la de su esposa, quien tiene una leve humedad en sus bragas, por la forma en que Marco restriega su pelvi con la erección presente en su zona v, no puede evitar gemir al sentirlo tan imponente, si no fuera por sus vaquero ya estaría siendo penetrada por su pene.

_ Marcos para, por favor…necesito hablarte- habla entrecortada por la respiración y los besos de aquel hombre.

_ Mmm, después podemos hablar, ahora quiero hacerte mía.

 La toma fuertemente en sus brazos, para que no se aleje, pero la mujer insiste en poner fin a lo que sea que esta por pasar en ese momento.

_ Marc, a la fuerza no, no quiero-dice obligándose a rechazar lo besos de su esposo.

_ ¡¿Y de qué quieres hablar?¡ te di permiso de visitar a tus padres, ¡¡maldita sea¡¡ ahora quiero cogerte-escupe molesto.

_ Pues yo no quiero, ¿cómo la ves?

_ Otra vez, hace días te portas sumisa conmigo, hoy visitas a tus papitos y llegas rebelde, me haces pensar que fue mala idea dejarte ir.

_ Mis papás, no tienen nada que ver con mis ganas de no querer follar contigo, no seas…

_ ¿No seas qué? A ver dime princesa, no sea bruto, animal que apelativo quieres ponerme, ¡¡dilo ¡¡- grita perdiendo los papeles y la mujer teme por su vida en ese instante.

_ ¿No voy a discutir contigo?- dice para girar y entrar al cuarto de baño pero es retenida.

_ Querías hablar, te escucho, anda habla.

_ Se me quitaron las ganas.

_ Entonces, no quieres hablar, pero yo quiero hablar y cogerte.

_ Marc, por favor no quiero, no me siento bien, no puedes entenderlo, porque todo tiene que ser a las malas contigo.

_ Porque es como tú funcionas, te toco, me esquivas, te lo pido por las buenas, me lo niegas, como diablo quieres que sea un caballero con mi mujer que no hace más que negarse tener relaciones y cariños con su esposo.

Marcos cierra los ojos y suspira fuerte, se cambia y se retira del cuarto muy enojado y dejando a una génesis muy perpleja al ver que esta vez no la obligo a tener relaciones con él.

_ Señor le traigo la cena, en vista de que no se presentó en la mesa.

_ Gracias toña, déjalo en el escritorio.

_ Disculpe señor, ¿no se siente bien?

_ No pasa nada toña, solo…que es imposible de tener una buena relación con gen.

_ Señor, usted me disculpara, pero la señora, no lo quiere.

_ ¡¡¡ Toña ¡¡¡ ¿tú qué sabes? De amar, si toda tu vida te la pasaste aquí con mi padre y ahora conmigo.

_ Por eso mismo señor, porque he visto la cara de las mujeres que han estado tanto en la vida de su padre como la suya y le puedo decir que veo lo mismo en ella, interés pero de hacerle mal. De que pierda la cabeza por ella, no le tengo confianza.

_ No quiero escucharte más, sal de mi oficina.

_ Señor pero…

_ No quiero que compares a mi mujer con las zorras de mi padre, a hora lárgate.

_ Si…señor-la mujer sale de la oficina de su patrón odiando más que nunca a la joven.

(…..)

En la noche génesis baja por un vaso de agua a la cocina, cuando está de regreso se le paso por su mente dar un vistazo por la oficina de su esposo que aún seguía con las luces encendidas, cuando se acercaba fue intersectada por toña, que se paseaba por los pasillos de la enorme casa.

_ Señora, ¿qué hace levantada a esta hora?

_ No podía dormir, ¿Marco está en el despacho?

_ Si, eh…no.

_ Toña, si, no, defínete, ¿está en la oficina?, no sé porque pierdo mi tiempo con…

_ Señora él esta, ocupado, no quiere que nadie lo moleste.

_ ¿A esta hora? ¿porque no quiere que lo moleste?

_ Esta con alguien.

_ ¿Con quién está mi esposo a esta hora?  hazte a un lado.

_ Esta con su madrastra, usted ya la conoce, es la señora Casandra.

_ ¿Qué? Esa neurótica de ese día ¿era su madrastra? ¿Qué hace ella aquí?, ella estaba en una clínica- susurra más para ella que para toña.

_ Con mayor razón voy a pasar, quítate de mi camino toña.

Génesis empuja a toña para abrir la puerta y encontrarse con una escena, muy repulsiva para ella; sus ojos no pueden dar crédito a lo que está presenciando, la mujer que hace unos días estaba hospitalizada por las golpiza que su hijastro le mando a dar, era la misma que brincaba a horcajadas encima de su esposo que aparentemente había estado bebiendo por la botella de whisky, pero no se encontraba tan ebrio para saber lo que estaba pasando, los gemidos de la mujer y quejidos de marcos le ocasionaba arcadas.