Una Princesa En La Mafia

Capítulo. 6

Princesa, ya puedes salir- le grita marcos a su aterrada esposa.

Horrorizada y con lágrimas en sus ojos sale la rubia de su escondite, su esposo corre abrazarla la siente temblar, sus hombres entran a la habitación para comunicarle cuantos atacantes dieron de baja y cuanto de los suyos sobreviven. Al parecer su esposo tiene más enemigos de lo que pensó. Por un momento tuvo la leve esperanza de que su padre y el detective Jacobo fueran los del ataque, pero toda ilusión se desvaneció cuando escucho el nombre del hombre que se atrevió de arremeter contra la seguridad de ellos (Edgar Mejía) un narcotraficante colombiano. De repente siente rechazo al recordar que no estaría en peligro si él no se fuera obsesionado con ella, él era culpable de todas las cosas malas que está viviendo, su reacción inmediata es empujarlo.

_  ¡Suéltame¡  ¡no me toques¡- camina a sentarse a la cama. Y él la mira con asombro.

_ ¡¿Que tienes?¡   ¿qué te pasa?- pregunta extrañado.

_ Todo esto es tú culpa, yo no quería esta vida, todo tiene que ver contigo.

_ Acabamos de sufrir un atentado y lo que haces es culparme de esto y lo aquello. Eres una infantil.

_ Jajajaja, noticia de último momento, pues lo era mucho antes de que me tomaras por la fuerza.

La rabia comenzó a calar por los huesos de Marcos, de escucharla recriminar el haber consumado su luna de miel, pero que podía esperar el de una adolecente media, su amigo se lo advirtió.

_ Si no fuera porque tengo asuntos más importantes, te quitaría lo rebelde en este mismo instante- corta la discusión para irse con su equipo de seguridad.

Génesis, de inmediato toma su mocil y calmando su respiración, llama a su padre, quiere saber si conocen al narcotraficante que atento contra ellos. Al escuchar las respuestas de su padre quedo con una sensación agridulce, esperaba un sí y que fuese un criminal en busca de beneficios en reducir su condena que estaría trabajando con Jacobo, pero no, lo que tenía que hacer ella es ir a como dé lugar a la habitación de su esposo en busca de su libertad, tomar cualquier documentos con valiosa información y salir de esa casa lo antes posible, antes de ser el colador de algún enemigo de Marcos.

_ Desea  algo señora- pregunta toña al ver que génesis abría la puerta de la habitación de Marcos.

_ No toña, solo quiero descansar- contesta sobresaltada.

_ Entonces,  la acompaño a su habitación- instiga la mujer.

_ No, puedes retirarte hoy dormiré en la habitación de mi esposo, creo que no debo pedirte permiso ¿no?- con cierta molestia contra ataca génesis.

 _ A mí no, pero a mi patrón si se…ñora-demuestra su desagrado a la joven.

Entonces, cuando venga tu patrón, ósea mi esposo arreglo con el…ahora lárgate- con esas últimas palabras génesis le cierra la puerta en la cara a la ama de llaves.

Con la respiración acelerada y recargada en la puerta, la rubia trata de componerse para poder buscar de hito a hito la alcoba, hace el menor ruido posible para no alerta a toña, que seguramente debe de estar escoltando la puerta como guardia de seguridad, se ríe mentalmente, es el único lugar donde no tendría la puerta abierta para ver lo que hace.

Muerde sus uñas en señal de desespero, para poder pensar como Marcos, donde guardaría esos documentos si fuera el, se repetía en su cabeza  (piensa, piensa, donde guardaría algo de valor, piensa rápido estúpida) hasta podía sentir las bofetadas que se daba mentalmente. Entra al baño exasperada de no poder conseguir lo que quiere, se apoya en el lava manos y se mira en el enorme espejo para comenzar un monologo en reprensión hacia sí misma.

_ Increíble génesis Fox, cuando por fin tienes la oportunidad de estar a solas en el lugar que deseas no…

Su auto charla se detiene cuando el reflejo del espejo le revela detrás de su espalda, la punta de un sobre de manila que sobresale detrás del botiquín de primeros auxilios, su cabeza se imaginó en un casino de las vegas (BINGO) pudo apreciar un brillo en su mirada y su sonrisa angelical se mostró.

Corrió rápidamente y solo tuvo que jalar un poco de esa puntita maravillosa que se asomó, cuando por fin la tuvo en sus manos, saco los documentos y sentada en el váter, empezó a revisar uno por uno,  su cabeza pensó en todos los escenario si Marcos llegara y no encontrara esos papeles, así que tomo su móvil, y tomo fotos a cada papel así no entendiera de que se tratase.

A través de la puerta del baño pudo escuchar las quejas que toña le daba a Marcos, así que acomodo mejor el sobre detrás del botiquín, se desnudó por completo y prendió la ducha, para simular que estaba bañándose, ella sabía que con esa acción se estaba metiendo en la boca del lobo, pero quiso correr ese riesgo, todo por su libertad.

_ ¿Qué rayos haces en mi habitación?- escucho vociferar detrás de ella, fingiendo estar sobresalta.

_ ¿Que no puedo?   ¿Como si puedes exigirme dormir en la mía?- responde buscando una toalla.

_ A ver, déjame entenderte, hace unas horas me culpabas y me rechazabas, que te hizo cambiar de opinión.

_ Pues, después de lo que paso esta noche, no creerás que dormiré sola- ni ella misma se cree lo que sale de su boca. Ve la cara de su esposo cambiar a una libidinosa.

_ Entonces puedo hacerte mía, ¿cierto?- la mira como depravado.

Génesis traga con dificultad al ver a su esposo aproximarse.

_ O simplemente dormir como hermanitos- ríe nerviosa.

_ Si fuera tenido una hermana, hubiera entendido ese sentimiento, pero como no, lo que siento es una enormes ganas de cogerte.

Rápidamente sale del baño envuelta en la toalla, busca su ropa donde esconde su más preciado tesoro, su (móvil).

_ Pensándolo bien, creo que dormiré mejor en mi habitación- se echa para atrás después de pensar en lo violento que es en el sexo.




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