Una Promesa A La Luna

Capítulo 33

Raiden

 

—Lo mismo para mí. — dijo Caín después de beber su vaso de agua con hielos. —Celine fue una gran pareja cuando fuimos a esos cursos de baile.

—Oh demonios, viéndolos ahora no saben cuánto me arrepiento de no haberme inscrito con ustedes. — expreso con una mueca Lela quien está agotada.

—Es sorprendente lo mucho que puedes aprender con solo tres meses y mucha práctica. — Celine bebió del agua y miro a Caín con burla. —Al principio nos movíamos como gusanos y al final terminamos ganando un concurso contra chicos más experimentados.

Me sentía excluido, la conversación solo circulaba entre Cassian, Caín y Celine. Ahora me arrepiento de haberlo traído.

—Porque no te mato el gorila de antes.

—Raiden. — escuche mi nombre con un tono dulce y levante la mirada. —¿Bailas? — me pregunto Celine con una sonrisa mientras su pecho subía y bajaba.

—Si, un poco. — la castaña se mordió los labios con una expresión de emoción y se levantó.

—Vamos. — dijo extendiendo su mano hacia mí.

No podía creer que me estaba pidiendo bailar, pero cuando sentí el pie de alguien patear mi pantorrilla regrese de mi transe.

Tome su mano y nuestros dedos se entrelazaron, caminamos hacia la pista y esperamos a que la música terminara.

—No importa si se te complica, solo sígueme.

—Si.

La música termino y comenzó una nueva, ella cerro los ojos y sonrió. Esa canción es hermosa, además la única forma de bailarla es con el cuerpo cerca y moviendo sensualmente las caderas.

Hablo de bachata.

Touché, soy bueno en ese género. Mi hermana tomo clases de bachata y fui su pareja de practica durante casi un año debido a que mi padre quería que nos luzcamos en los eventos donde éramos invitados.

Celine se acercó y coloco su mano en mi cuello y la otra la dejo libre, por mi parte coloque mis manos en sus caderas y una chispa se encendió dentro de mí. Nuestras caderas se movieron suavemente y solo nos dejamos llevar.

Ella giro y con su espalda tocando mi pecho coloqué una mano en su vientre y con la otra mano sostuve la suya, ella con su mano libre tocaba con la yema de sus dedos mi mejilla. De nuevo movimos suavemente las caderas, era un gran trabajo para poder mantenerme tranquilo, pero en verdad me perdí en sus ojos, así como ella se perdió en los míos.

Volvimos a nuestra posición original, nuestros cuerpos pegados, movíamos las caderas, girábamos y estirábamos los brazos atrayendo al otro. Mis manos se colocaban en su cadera, espalda, rostro, dios era magnifica.

Estire una de mi pierna inclinando nuestros cuerpos, Celine sonrió y dejo caer hacia atrás su cuello. Tenía tantas ganas de probar ese cuello que me acerqué un poco, pero la atraje rápidamente a mí y nuestras frentes se tocaron, nuestra respiración se mezclaba y solo unos centímetros separaban nuestros labios.

Ella me miraba y yo hacía lo mismo, para disimular seguimos moviendo nuestro cuerpo lentamente y girando, pero no nos alejamos del otro.

Baje mi mirada hacia sus labios y Celine los lamio, no sabía si lo hizo a propósito, pero sin duda alguna la llama dentro de mi ardió con más fuerza. Coloque una mano en su nuca y la otra la enrolle en su cadera.

Ella tomo un gran bocado de aire y miro mis labios, tal vez fue una manera de darme permiso y estaba dispuesto a usar esa oportunidad, así que acorte la distancia y nuestros labios se rozaron.

Pero entonces.

—¡Si te invito a una copa! ¡Y me acerco a tu boca! ¡Si te robo un besito! ¡A ver, ¿te enojas conmigo?!

El canto de los chicos explotó nuestra burbuja y Celine se rio al escuchar su canto con acento extraño.

—¿Así de horrible nos oímos? — me reí como respuesta.

Celine se alejó y giro un par de veces, estire mi brazo, ella lo tomo y giro enroscándolo en su cuerpo. De nuevo quedo de espalda y respire ese hermoso aroma que proviene de su cabello.

—¡Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol, si levanto tu falda ¿Me darías el derecho a medir tu sensatez?!

Volvimos a reír mientras girábamos y colocaba mis manos en su espalda para que ella echara el cuerpo hacia atrás y su cabello se meciera de un lado a otro recordándome el momento en que nos conocimos.

Entonces antes de terminar la atraje hacia mí y mi mano viajo a la parte baja de su espalda. Una sensación electrizante me estremeció por uno segundos al sentir su aliento en mi cuello, pero seguimos moviéndonos y cuando la música paro los dos apenas podíamos respirar.

—¡Ahh! ¡Magnifico! — solo podíamos oír como aplaudían y gritaban cosas emocionados.

Celine y yo nos perdimos en nuestras miradas dejando un lado que estamos empapados en sudor y nuestras respiraciones se están mezclando.

—Si pudiera.

Quería besarla, estaba tan cerca que era mi oportunidad, pero tampoco quiero arriesgarme, tenía miedo de besarla y ser rechazado.

—Aun no es el momento.

Pase saliva y fui el primero en alejarse, mire a los chicos quienes seguían gritando por nuestro baile e incluso el hombre de las bebidas y quien está a cargo de la música nos miraban sorprendidos y aplaudían.

—Que vergonzoso. — expreso Celine al darse cuenta de eso.

Me reí y tomé su mano para volver a nuestros asientos donde de nuevo el chico nos trajo bebidas frías. 

—¡Pero que baile! ¡Tienen una química tremenda! — Celine se sonrojo por las palabras de Lela.

—Si, pude sentirlo también. — la mire y cuando nuestros ojos hicieron contacto ella me sonrió tímidamente.

Estuvimos una hora más en el bar, Celine y yo bailamos un par de canciones más. Por desgraciado era otro género, pero no lo hice tan mal. Cuando me canse, Cassian aprovecho eso y tomo la mano de Celine para que bailara con él.

Esta vez no me sentí celoso, porque sé que el único con puede hacer sentir nerviosa a Celine en el baile, soy yo.




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