Una Promesa A La Luna

Capítulo 34

Celine

 

—Papá, creo que me estoy enamorando de Raiden. — mi padre dejo caer la cuchara con la que desayunaba su cereal y me miro impactado.

Si, creo que primero debí de decir buenos días y después confesarle lo que me ha tenido muy agitada estos últimos días.

Mi padre pestañeo varias veces tratando de salir de su trance y mordí mi labio esperando sus palabras desde la entrada al comedor.

—Eso...— aclaro la garganta y tomo un sorbo de leche. —Celine, ¿Estás segura de lo que me dices? — mire hacia el suelo y me acerque a él con paso lento.

—Papá, desde el momento en que conocí a Raiden fue una conexión instantánea, pero yo en ese momento estaba perdidamente enamorado de Alex. — lo mire y pase saliva. —Pero yo ahora estoy confundida.

Me senté y él acerco su silla haciendo el plato con el cereal a un lado.

—Celine lo importante aquí es como te sientes. — tomo mi barbilla y me miro con una tierna sonrisa. —Raiden es una buena persona, no tengo problemas con que este cerca de ti ya que me ha demostrado que en verdad te valora y respeta, pero dime ¿Como te sientes hacía él?

Lamí mis labios y recordé como me ha ayudado estas últimas semanas a superar a Alex y nuestro baile que fue el causante de que mi cerebro este hecho un desastre.

Desde entonces siempre que estoy con Raiden, mi corazón late como loco, mis manos sudan y me pierdo en su mirada. También él cada vez se acerca más, toma mi mano, me abraza e incluso besa mi frente.

¡Me estoy volviendo loca!

—Okey, cálmate Celine.

Tome aire y me relaje, cuando los nervios se fueron exprese como es que me siento con Raiden.

—Papá yo con él puedo estar segura de que no seré lastimada. — una sonrisa se dibujó poco a poco en el rostro de mi padre. —Y si llego a serlo, sé que Raiden no será el causante, pero si será quien cure mis heridas.

—Ja, ahora lo entiendo.

—Esa es una respuesta con la que incluso tú has resulto tu duda ¿Cierto? — me quede unos segundos paralizada, procesando todo en mi pequeño cerebro.

Cuando lo entendí por completo, una mirada boba y una sonrisa ligera se mostraron en mi cara y mi padre rio.

—Celine. — lo mire. —Lo quieres ¿Cierto?

—...Si. — tomo mis mejillas. —Pero tal vez para él sea diferente...— hice una mueca y el evito mi mirada lo cual llamo mi atención.

—Díselo, estoy seguro que te llevarás una gran sorpresa. — arrugue mi frente confundida, parece ser que mi padre sabe algo.

Antes de que pudiera preguntar se puso de pie y huyo con la excusa de prepararme el desayuno. Dijo que tenía que comer sano todo el día de hoy para mañana estar fresca y disfrutar mi primer día en la universidad.

Las horas pasaron, mi padre se despidió y se fue al trabajo sin antes desearme suerte. Los chicos mandaron mensajes en el grupo sobre que no olvidemos nuestra cita en la playa a las 8.

Me levante de mi cama y me di un baño, regrese a mi habitación envuelta en una tolla mientras con otra secaba mi cabello.

—Humm. — mire mi guardarropa y pensé lo que se vería bien con la playa de fondo.

Al final me decidí por una blusa de tirantes con volantes color negro, un short de mezclilla, un cárdigan blanco y unas sandalias lindas color blanco.

Peine mi cabello y tomando un mechón de cada extremo, lo amarre dejando una pequeña cola en la parte detrás y todo mi cabello suelto.

Me senté frente al tocador y me maquillé ligeramente. Un poco de base, polvo y pomada en los labios.

Terminando me quede mirando en el espejo, sentía que faltaba algo y entonces mire mi cuello donde cuelga la media luna del collar que me regalo Lela en mi cumpleaños.

—Si. — con una sonrisa busque el regalo que recibí por parte de Raiden y saque con cuidado el collar de su estuche.

Como la última vez, cuando los rayos del sol impactaron en el collar, las pequeñas piedras brillaron. En verdad es hermoso.

Suspire y regresando al espejo lo coloquen en mi cuello.

—Me gusta. — sonreí y sostuve en mi mano la C que cuelga del collar.

Hoy es un día que estará lleno de muchas emociones, no solo me despido de las vacaciones para comenzar mi vida universitaria, sino también le diré lo que siento a Raiden.

Esto será tan repentino para él como lo fue para mí, y no negare que aún no olvido del todo a Alex, pero si es Raiden sé que algún día lo sacare por completo de mi corazón.

—Yo solo quiero que estés aquí. — susurre con una mano sobre mi pecho.

Lo decidí, Raiden será la última persona en quien decidiré confiar, si soy rechazada lo tomaré bien y tratare de salvar nuestra amistad, pero no creo poder llegar a confiar en otro hombre que no sea Raiden para tener una relación.

—Ya no quiero que mi corazón sufra más.

Saque todo el aire por mi nariz y tome mi billetera donde saque unos cuantos billetes y los guarde en mi bolsillo.

Me di unas leves palmadas en las mejillas y me animé interiormente.

—Bien, vamos. — escuché que tocaron la puerta y salí de mi habitación.

Cuando abrí Caín me saludo con una sonrisa y salí de casa para ir a la playa. Llegamos media hora después y esperamos a los chicos quienes al llegar rápidamente colocaron una manta sobre la arena y del cofre del auto de Pheope sacaron una hielera que contiene bebidas y latas de cerveza.

También trajo bocadillos, frituras y gomas de chile. Ya que Raiden nos avisó que llegara un poco tarde junto con Cassian debido a un trabajo urgente de último momento, nos relajamos y mientras comimos vimos la puesta de sol.

Lleve una goma a mi boca y mire el crepúsculo, es tan hermoso y ya que todos están en su mundo pensé que era un buen momento.

—Me voy a declarar a Raiden. — dije con tono suave y volví a llevar otra goma a mi boca.

Los chicos no dijeron nada, estaban tan impactados que cada uno se preguntaba si no escucharon mal y lentamente su mirada paso del crepúsculo a mí.




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