Una Promesa A La Luna

Capítulo 48

Raiden

 

Los días pasaron de una manera tan rápida que ya es el día de la cena para festejar el cumpleaños de Larissa. Como siempre desde hace una semana, me levante después de las 8 de la mañana y desayune solo un plato de cereal.

Cassian ha estado molestándome para que salga a correr con él, pero termina rindiéndose apenas 10 minutos después de interrumpir mi sueño. En realidad, no es el único en molestarme, últimamente también se le dio a mi madre y Larissa venir todas las noches para ver cómo me encuentro.

—¿Y cómo he de estarlo si me van separar del amor de mi vida?

Es como si volviera a la adolescencia, donde solo era un robot que estaba programado para hacer lo mismo día tras día. Solo cuando Celine está a mi lado me siento vivo, pero cuando se va, trato de llenarme de trabajo para no prestarle atención al dolor en mi pecho.

Al señor Abbey se le han programado las quimioterapias dos veces por semana, esto con el fin de que los resultados sean positivos al terminar el mes y medio, pero en palabras del doctor, es muy poco probable que eso pase.

Por otro lado, mi secretaria me recordó que tengo que tomar un vuelo el próximo sábado y esta semana tengo la agenda llena, debido a las entrevistas donde daré información sobre el proyecto de los videojuegos de la vieja escuela, y también debido a que esta semana saldrá la nueva colección de juguetes.

Mis días con Celine puede que estén siendo contados, y en su lugar estaré dos semanas fuera por trabajo cuando quiero mandarlo todo a la mierda y estar con ella.

Con la mandíbula tensa, me pare frente al espejo y me ate la corbata, me coloque loción y salí del edificio. Todo el camino mis hombros estuvieron tensos, llegue frente a la casa de Celine y toque dos veces. El señor Abbey no tardo en abrir la puerta, tenia un traje color gris, es la primera vez que lo veo tan formal.

—Celine ya no tarda. — entramos a la sala y nos sentamos esperando en silencio por un rato. —¿Cómo te ha ido en el trabajo?

—Bien, estaré muy ocupado las próximas dos semanas. — aclare mi garganta y clave mis uñas en mi rodilla. —Tendré entrevistas y saldré de viaje a Madrid por una semana para cerrar un negocio.

—Oh, dos semanas muy ocupadas. — note la preocupación en su voz, pero siguió manteniendo un semblante sereno. —Es un hombre exitoso, estoy seguro que le ira bien.

—Gracias.

Paso un par de segundos cuando el señor Abbey comenzó a toser con fuerza, me levante para ir a la cocina y regrese con un vaso de agua. Mientras tomaba, le di palmadas en la espalda y de inmediato el sonido de unos tacones bajando las escaleras con prisa, se hizo presente.

—¡Papá! — Celine llego corriendo, se coloco frente a su padre y tomo su rostro.

—Estoy bien. — tosió un par de veces más, y note como los ojos de Celine se esforzaban por no llorar. —Raiden me trajo de inmediato un vaso de agua. — me miro colando su mano sobre mi brazo. —Gracias.

Celine giro su cabeza y me miro con ojos de agradecimiento lo cual conteste con un asentimiento. Se enderezo y vino hacia mí, el señor Abbey con un poco de esfuerzo se puso de pie y fue a la cocina con el vaso vacío en su mano.

—Hola. — la bese apenas llego a mi lado y ella contesto del mismo modo, fue un beso suave, uno que se quedara grabado en mi mente como todos los que no hemos dado esta ultima semana.

—Te ves hermosa. — sonrió y la mire de nuevo de arriba abajo.

Le pedí a Larissa que comprara el mejor vestido que encontrara, es mi segundo regalo para Celine. Larissa no me dejo ver el vestido y le reproche, pero ahora estoy agradecido con ella. 

Es un hermoso vestido de noche color champagne con cuello en V, la parte de arriba tiene hermosas piedras y la parte de abajo es de tul. Además, la abertura que comienza en su entrepierna derecha, me esta volviendo loco. Se ha dejado el pelo suelto, el cual le cae hasta la mitad de la espalda y cuando mis ojos captaron el collar con la C, una sonrisa se dibujo en mis labios.

—¿Te gusta mucho verme el collar puesto? — acerque mi mano tomando la C, incline mi cabeza y deje un beso.

—Si, me encanta verte con el collar. — ahora me incline hacia su cuello y deje un beso. Cuando levante mi cabeza hasta su mirada, ella se puso de puntillas y rozo mis labios.

—Es mi posesión mas preciada. — sonreí y pegué nuestros labios de nuevo.

Nuestro beso no se interrumpió hasta que el señor Abbey aclaro la garganta unas tres veces y Celine escondió su rostro en mi pecho avergonzada. Salimos de la casa para subir a mi auto y dirigirnos al salón donde será la cena.

Larissa se encarga desde los 19 años de organizar su fiesta de cumpleaños. Mi padre siempre lo hacía antes, invitando solo a las personas de alto rango en un amplio salón, donde contrataba a grandes violinistas y pianistas. Larissa era obligada a comportarse como toda una dama de la sociedad y a sonreír a todos los invitados de los cuales el 90% no conocía, además de soportar que establecer conversaciones con los hijos de los amigos de mi padre.

Desde los quince años intentaba comprometerla con alguno de ellos, pero ella lo amenazaba con involucrarse en un gran escándalo si lo seguía intentando. Mi padre no le creyó y siguió organizando reuniones donde ella tenia que ir, pero en su fiesta de 18 años, Larissa subió al podio y después de tomarse una copa de vino, expreso a través del micrófono que no está interesada a ningún niño de papi que estaba presente en ese salón. Además, les pidió que disfrutaran la fiesta ya que sería la última en la que serian invitados.

Quería reírme al recordar la cara de vergüenza de mi padre, pero como siempre mi hermanita lo dejo con la boca cerrada y desde entonces ella organiza cualquier cosa donde este involucrada.

Llegamos al salón, solo asisten familiares y amigos más cercanos, además de los de Larissa con quienes se va de antro terminando la cena. Cuando bajamos del auto, le pase las llaves a uno de los empleados para que lo fuera a estacionar y le entregue las invitaciones al guardia de seguridad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.