Una Promesa A La Luna

Capítulo 62

Celine

 

—No tenemos información, no sabemos si lograron sacar a tiempo a Raiden Donovan. Esto es una terrible tragedia, solo queda esperar a que la información llegue y se lo haremos saber de inmediato.

Las imágenes del noticiero desaparecieron y mostraron comerciales, estoy tan asustada que no sé qué está pasando a mi alrededor. Solo escucho a lo lejos mi nombre, pero es casi un murmullo. Entonces tomaron mis hombros, se trata de Karin.

—¡Celine, reacciona! —  pestañe un par de veces y ella suspiro.

—Rai… — las lágrimas resbalaron sin parar, tenía miedo, mucho miedo. —¡No Raiden! — grite y llore. —¡Noo! ¡No puede estar muerto!

—¡Celine! ¡Hija!

—¡NO RAIDEN NO!

—¡Celine! — Karin tomo mis manos. —¡Cálmate! ¡Aun no lo sabemos! — mi respiración es agitada, y estoy temblando por completo. —Dios… —susurro, ella también está temblando.

—Hija. — mire a mi padre. —Tu celular. — seguí su mirada. —Llama a Larissa o Lele.

Me tomo un poco de tiempo reaccionar, pero me arrastre hasta llegar a mi celular y marque el número de Larissa, no contesto y volví a marcar. Contesto al tercer tono.

—¡Larissa! ¡Raiden! ¡Raiden como…!

“¡Celine!” — grito mi nombre entre llantos. “¡Dios, mi hermano Celine!” — me espere lo peor, pero aun así pregunte.

—¿Saben que paso? — no hablo y sus sollozos era lo único que se escuchó. —¡¿Cómo esta?! ¡¿Está bien?! ¡Larissa! — perdí el control y grité desesperada. —¡¿Por favor di lo que sea?! ¡HABLAAA!

Negué con fuerza, Larissa seguía llorando y no me decía nada. Me siento desesperada, quiero salir y correr hacia el lugar, quiero saber que paso con Raiden, que alguien me diga lo que sea.

“No lo sabemos aún.” — contesto. “No nos dicen nada” — mi corazón se encogió mucho más y llore. “¡El auto exploto!” — lloriqueo. “¡Y nos dicen que es muy probable que siguiera adentro!”

Mas llanto de su parte y se escuchó un golpe. El celular se resbalo de mis manos y me sentía asfixiada. No podía respirar, mi garganta se cerró y no dejaba entrar el aire, me apoyé con las manos en el suelo y mantuve mi cabeza agachada intentando respirar, pero es imposible.

—¡Celine! — un sonido ronco salía de mi boca, me estoy sintiendo horrible, siento que muero. —¡Celine respira! — Karin me tomo de los hombros y me levanto un poco, mire sus ojos. —Tranquilízate un poco, lo suficiente para que puedas respirar.

—No… — negué varias veces, intentado decir que no podía hacerlo, ella entendió y respiro profundamente por la nariz y luego exhalo.

—Vamos Celine, respira por la nariz. — lo hizo de nuevo, de mi boca solo salían jadeos, pero lo intente.

La mire fijamente, está haciendo lo mismo con calma, entonces respire por la nariz y exhale con un poco de dificultad, pero cada vez era más fácil, hasta que logre calmarme solo un poco.

—Celine. — mire a mi padre, él tenía mi celular y bajo la mano. —Hable con Lele. — me arrastre hasta estar a su lado. —Cariño. — achine los ojos, preparada para llorar de nuevo. —Calma, cariño.

—¿Qué…? — pasé saliva y sorbí con fuerza por la nariz. —¿Saben algo? — suspiro y acaricio mi mejilla.

—No, aun no les informar que paso con Raiden. — mis labios temblaron y de nuevo me llene de lágrimas. Llamaron a la puerta, Karin fue a abrir y regreso con Caín y sus padres.

—¡Celine! — me abrazo y llore con fuerza, no saber que pasa me está matando, esto es horrible. —¡Cálmate Celine! — me sostuvo de los brazos y me alejo cuando volví a tener dificultades para respirar.

Todo es un maldito caos, Karin de nuevo intento tranquilizarme, pero solo me tranquilizo por un corto tiempo y hasta no saber que paso realmente con Raiden, seguiré de la misma manera.

—¡Tengo que ir! — intente levantarme, pero no tengo fuerzas en las piernas. —¡Tengo que ir! ¡RAIDENNN! — mi padre intento levantarse de la silla de ruedas, pero Karin lo detuvo. —¡Ahhh! ¡¡NOOO!!

—¡Celine! — Caín me sacudió un poco y al ver que no lograría tranquilizarme, me abrazo con fuerza.

—¡No está muerto! ¡Él tiene que estar bien!

El maldito noticiero sigue diciendo que aún no tienen noticias, pero las imágenes que aparecen me quitan poco a poco las esperanzas. El auto quedo calcinado por completo, no hay manera de que haya podido sobrevivir si seguía dentro. Mi pecho se siente tan comprimido que me estoy sintiendo mareada, pero no quiero perder la consciencia, no hasta saber que paso con Raiden.

¡El amor de mi vida no puede estar muerto! ¡No puede dejarme!

Escuché que tocaban a la puerta, Karin de nuevo fue a abrir y yo me mantuve lloriqueando en los brazos de Caín.

—Cassian. — levante la cabeza de inmediato al escuchar el nombre.

—¡Cassian! — intente pararme, pero de nuevo falle, por lo que no me quedo de otra que arrastrarme, pero él se acercó y de inmediato me abrazo. —¡Raiden! ¡¿Qué paso con Raiden?! — grite preguntas que no eran respondidas. —¡CASSIAN! ¡CONTESTAME!

Me alejo y sostuvo mi cabeza, apretó con fuerza los labios y recordé el día en que el tío de Raiden le dio la noticia de la muerte de su padre. El pánico me invadió por completo, Cassian tiene la misma expresión que su padre tenía aquel día.

—¡NOO! ¡EL NO…! — estaba por estallar en gritos desesperados, pero Cassian hablo.

—No Celine. — mordí mi labio. —Tienes que venir conmigo. — mire a mi padre y el asintió.

No perdimos tiempo y me ayudo a salir de casa, frente a ella hay un taxi estacionado y subimos en la parte de atrás. No fue un tiempo después que me di cuenta que a pesar de ser un taxi, hay dos personas con traje negro en la parte de adelante. Me imagino que es para pasar desapercibidos.

Mire hacia la carretera, las lágrimas aun resbalan por mi rostro y no dejo de temblar. Cassian tomo mi mano y apretó con fuerza, no me ha dicho nada más, pero esto es suficiente por el momento. Llegamos a la parte trasera de un hospital, es uno diferente al cual lo encontré la última vez. Este hospital es privado, solo para personas muy importantes y por esa razón no es muy grande.




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