Una promesa eterna

Capitulo 1 El viaje

Ayer fue la última vez que te vi con vida, hoy no pude ir a tu  
funeral ya que estoy en el hospital me diste todo tu amor y ahora  
te vas sin despedirte. 
1 año antes 
Me llamo Jack Sato aunque mi verdadero nombre es Jack López  
tengo una enfermedad en el corazón, los doctores de Estados  
Unidos me dieron 2 años de vida aunque no sé exactamente el día  
exacto de mi muerte, vivía en Estados Unidos, mi padre es  
originario de este lugar y mi madre es originaria de Japón, un año  
antes de que me diagnosticaran mi enfermedad mis padres se  
divorciaron, mi madre regreso a Japón, así que me quede a vivir  
con mi padre pero después de su divorcio con mamá él se casó 
con su amante la cual ya tenían 2 hijos gemelos, mi padre engaño 
a mi madre 2 años después de que se casaran pero a ellos no los 
soporto se creen la gran cosa solo porque mi padre se casó con su  
madre, a pocos meses de que mi madre regresara a Japón  
encontró una cura para alargar mi esperanza de vida, no tengo  
amigos ya que si llegara a morir los aria sufrir mucho y eso sería  
algo cruel de mi parte, así que decidí vivir con mama en Japón no solamente porque ahí estaba la cura para mi enfermedad si no  
porque no aguantaba más vivir con mi padre para eso tuve que  
cambiar mi apellido, estaba dispuesto a borrar todo lo  
relacionado con él. 
Después de unas horas del viaje llegue a Japón no me arrepentía  
de nada, dejar Estados Unidos aunque haya sido mi hogar por 17  
años, mi madre ya había hecho todos los trámites necesarios para  
asistir en un colegio de Japón, nunca conocía lo que era  
despertarse y bajar a almorzar con mi familia ya que vivía en el  
hospital ya que tenía que estar en constante observación, –hola  
hijo te extrañe mucho- dijo mi madre ya que estaba esperándome  
en el aeropuerto sonrío y la abrace algo agitado, –sé que fue muy  
pesado el viaje así que vamos al hospital- me agitaba mucho ya  
que la enfermedad era muy avanzada, siempre eh tenido esta  
enfermedad desde que nací pero nunca tuve complicaciones en  
mi infancia, vivía como un niño normal hasta cuando tenía 16  
años.  
Saliendo del aeropuerto vi muchos árboles de cerezo como sus  
pétalos rosas, caían se notaba que pronto se acabarían las  
vacaciones solo faltaba una semana para que iniciaran las clases,  
subimos a un taxi que se dirigió al hospital ya que viviría el resto  
de mi vida ahí, cuando llegamos al hospital baje del taxi vi a una  
chica alta aunque a decir verdad yo era más alto que ella, tenía  
ojos verdes, traía puesto un vestido que le llegaban a las rodillas  
de color azul y unos zapatos blancos, su cabello se movía con el  
aire le llegaba hasta la cintura, era de color café claro y en su  
cabeza tenía un pequeño broche que combinaba, pasé frente a ella  
haciendo que nuestras miradas se cruzaran en ese momento solo  
sentia la brisa a mi alrededor era como si solo fuéramos nosotros dos en el mundo, ella sonrió dulcemente en eso escuche a mi  
madre llamarme y ese momento de paz desapareció la evadí y  
seguí caminando mientras ella siguió su camino, envidiaba a  
todas las personas que estaban sanas ya que ellos podían salir con  
sus amigos a fiestas, practicar deporte, mientras yo solo camino  
algunos pasos y ye me había agitado, me asignaron una habitación  
privada ya que mi madre era una reconocida doctora del hospital,  
ella vivía en el distrito Minato quedaba un poco lejos del hospital  
pero, su casa quedaba muy cerca de la escuela a la cual iba a  
asistir, yo quería vivir con ella pero era algo imposible, ya que si  
me daba algún ataque en casa y no estaba mi madre podría morir  
aunque sería buena idea, pero para mi madre es mejor vivir en el  
hospital ya que si me da el ataque las enfermeras podrían  
ayudarme, ya que no podía realizar ningún deporte entregue mi  
vida a la música me encanta tocar el violín, cerca del hospital  
había una escuela de música así que mi madre me inscribió ahí  
era el mejor de mi clase en Estados Unidos gane varias medallas,  
reconocimientos y trofeos pero eso si aquí tenía que empezar  
desde cero, así la semana paso y era hora de regresar a la escuela, 
no quería ir a la escuela ya que no tenía ningún caso asistir ya que  
iba a morir pero mi madre me obligo, –hijo ya levántate ya que la  
escuela queda lejos de aquí- entro a mi cuarto sonriendo, –ya  
estoy listo mamá- la veo mientras terminaba de arreglar mi  
corbata, –bueno hijo vámonos- agarro mi mochila saliendo del  
cuarto, agarre mi violín que estaba en su estuche y la seguí, 
caminamos al estacionamiento subió al carro pero me pregunto, 
¿Porque no fue por mí en el carro el día que llegue aquí?, fuimos  
directamente a la escuela, pero no hubo conversación en el  
camino, –suerte hijo en tu primer día- sonrió de una manera  
cálida mientras llegábamos a la escuela, -¿no vendrás por mí a la salida?- la veo con algo de duda agarrando mis cosas, –estaré  
ocupada todo el día, ve en taxi al hospital al fin ya sabes llegar- 
ella me sonrió mientras bajaba del carro y cerraba la puerta luego  
arranco el carro y la vi alejarse al ver que el carro se iba, di la  
vuelta viendo la escuela, como no conocía a nadie fui  
directamente al salón que me habían dicho, caminaba algo lento  
para no agitarme ya que el salón estaba en el tercer piso, entre al  
salón y ya había varias personas ahí me voltearon a ver unos  
segundos y luego regresaron a hacer sus cosas, recorrí todas las  
butacas viendo el nombre de cada uno el nombre de mis  
compañeros, encontré la mía que estaba en la parte de atrás cerca  
de la ventana tome asiento y tocaron la campana entraban todos  
y buscaban su lugar, en ese entonces me quede viendo fijamente  
a la puerta entro una chica pero no era cualquiera, ella era la  
persona que vi el primer día que llegue aquí la vi fijamente luego  
entro la maestra ella dijo que había un alumno nuevo, dijo mi  
nombre y todos voltearon a verme camine hasta donde estaba la  
maestra ella anoto mi nombre en el pizarrón y ahora tocaba  
presentarme, –hola mi nombre es Jack Sato vengo de Estados  
Unidos la razón es que mis padres se divorciaron así que decidí  
vivir a quien en Japón de donde es originaria mi madre, mi  
pasatiempo favorito es tocar el violín no practico deporte ya que  
prefiero estar horas tocando un instrumento a estar en alguna  
actividad, así espero que nos llevemos bien- aunque no mencione  
nada de mi enfermedad porque no quería que tuvieran lastima de  
mí, sonrió poco y regreso a mi lugar todos mis compañeros  
susurraron un poco ya que estaban sorprendidos ya que vivía en  
Estados Unidos hablaba muy bien el japonés, la chica que había  
visto ese día se sentó en la butaca frente a la mía, –me llamo  
Kiyomi espero que seamos amigos- sonrió alegremente pero en instantes se borró su sonrisa poniendo una cara asustada  
mientras yo caía inconsciente.



#4910 en Joven Adulto

En el texto hay: dolor y amor, triste despedida

Editado: 27.07.2021

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