Una promesa eterna

Capitulo 8 Sin esperanzas

Me despierto muy alterado mientras veo todos los aparatos toco  
un botón en ese momento mi madre entra corriendo y la veo  
asustado, - mamá que fue lo que paso- mi pulso empezó a acelerar  
a causa de que estaba alterado mi mama para poder calmarme me  
abrazo sonriendo,-tranquilo hijo tienes que tranquilizarte, más  
tarde de explicare todo- ella se alejó del abrazo mientras me pone  
un tranquilizante en el suero mientras yo me empiezo a dormir,  
horas después paso el efecto del tranquilizante así que me  
desperté mientras abrí los ojos lentamente, -Alex- volteé a verlo  
en la parte derecha de la cama mientras el salía corriendo en  
busca de mi mamá, al regresar se acercó a mí mientras acomodo  
mi cobija, -quiero ver a mi mamá- hablaba con una voz débil  
mientras se sentaba en la silla que estaba aún lado, -tranquilo  
hermano ella vendrá pronto- estaba muy confundido ya que no  
sabía que pasaba, lo último que recordaba era el recital no sabía  
exactamente cuánto tiempo estuve dormido, escucho la puerta  
abrirse mientras veo a mi mamá entrar ella corrió hasta llegar a  
mi cama mientras me abrazo fuerte, ella tenía lágrimas en sus ojos  
no la había visto así desde que ella se divorció de mi papá era  
razonable que estuviera así ya que su único hijo pronto moriría,  
mi mamá no merece este tipo de sufrimiento lo que debe  
reflejarse en sus rostro es un sonrisa no lágrimas, dime toda la  
verdad mamá que sucede conmigo- ella se apartó del abrazo para  
poder hablar bien mientras se secaba las lágrimas, -todos  
estábamos muy concentrados en tu recital hasta que dejaste de  
tocar, aun así seguías conservando tu sonrisa caíste en unos segundos después, hijo tú estabas muerto, en ese momento tu  
corazón no soporto todas las tristezas y dolores que cada vez eran  
más continuas, llegaron los paramédicos pensé que te perdía pero  
me regreso la esperanza cuando aquella maquina empezaba a  
detectar latidos de corazón, recobraste la conciencia después de  
un mes y medio, pensaba que en cualquier momento tu corazón  
pudiera detenerse otra vez, Alex vino todos los días Kevin estuvo  
viniendo algunas veces ya que tiene sus clases- ella sostenía mis  
manos mientras la veía a los ojos, -quiero que me digas cuanto  
tiempo de vida- sabía bien que en el fondo de mi corazón no  
quería enterarme de cuando iba a morir, pero no me quedaba  
otra opción más de aceptar aquella fecha,- la verdad después de  
todo esto no sabemos el día exacto de cuando vas a morir lo único  
seguro es de que en cualquier momento puede pararse tu corazón  
y no podremos hacer nada, lo siento mucho hijo- me quede  
paralizado ante sus palabras, nunca creí que pasaría mis últimos  
días de mi vida de esta manera, estando en momento de shock  
solo siento los cálidos labios de mi madre que tocaban mi frente  
para luego irse de aquel cuarto, solo voltee la mirada viendo como  
empezaba a oscurecerse pensando si sería el último atardecer  
que pudiera ver, al no aguantar el ruido de todas esas máquinas  
jalo las mangueras, los cables que me rodeaban mientras solo  
lloraba de la desesperación saque ropa del armario mientras me  
cambiaba rápido para poder salir de aquel lugar al encontrarme  
con mi reflejo en el espejo no me reconocía, estaba todo pálido,  
mi sonrisa que trataba de mantener desapareció por completo, mi  
futuro, mi sueño se había acabado; salí del hospital mientras un  
taxi estaba afuera subí de inmediato dándole una dirección a los  
pocos minutos llegaba a mi escuela todo estaba algo oscuro aun  
la escuela estaba abierta ya que en ese momento había un festival escolar, entre aquella escuela para luego dirigirme a mi antiguo  
salón, todo estaba vacío no sabía el motivo el cual estaba así, al  
llegar a donde estaba mi antiguo lugar me detengo mientras  
empiezo a llorar para luego caer de rodillas sintiendo un gran  
dolor, quería que todo esto fuera un sueño, ya no quería seguir  
viviendo, me altere demasiado cuando sentí una mano tocando  
mi hombro al voltear mi mirada veo Kiyomi con algo de  
confusión, -que haces aquí- no pensé bien las cosas dos veces ya  
que voltee de inmediato para abrazarla, -ya no aguanto mas con  
este dolor, ya no quiero- mis lágrimas recorrían mis mejillas  
sintiéndome una persona inútil, -solo vamos a casa- solo asentí  
con la mirada ya que se me dificultaba hablar, cuando llegamos al  
hospital mi mamá salió corriendo para abrazarme yo corrí a  
donde estaba ella mientras empezaba a llorar de nuevo –mamá ya  
estoy harto de esta vida, ya no puedo seguir más con esto- solo mi  
mamá trataba de tranquilizarme para luego regresar a mi cuarto,  
pasaron 3 semanas de mi gran escape yo solo empezaba a  
resignarme y a ser negativo para mí mismo –señor sato aquí está  
tu comida- la enfermera se me acerco dándome la charola, en mi  
manera negativa avente la charola mientras la podía ver, -acaso  
con esta comida resolverá el problema que me ha quitado mi vida,  
lárgate quiero estar solo- solo podía imaginarme como uno de  
esos ancianos que se niegan a morir a sus 90 años pero yo solo  
tenía 17 años la enfermera recogió todo lo que había tirado para  
luego salir de mi cuarto, -debes de ser más respetuoso con las  
personas que te están cuidando- levante la mirada viendo a mi  
hermano Alex, -como tú no te estas muriendo en esta cama  
verdad- me doy la vuelta mientras hablaba con sarcasmo, era la  
única persona que venía a cada rato ya que no quería que me  
sintiera mal pero de nada servía, -aunque sea así no debes tratar mal a las personas, pero tienes razón yo no me estoy muriendo en  
una cama- se acercó a mi dándome una bolsa que contenían mis  
pastelillos favoritos eso significaba que si moría esta noche  
tendría el estómago lleno, -por cierto, quiero que cierres los ojos- 
suspire un poco ya que me fastidiaba ese tipo de cosas pero no me  
quedaba otra opción más que hacerlo, al momento de cerrar los  
ojos sentí algo pesado en mis piernas cuando abrí los ojos tenía  
un reconocimiento por mi participación en aquel recital, -tus  
maestros dijeron que tocaste muy bien y que eres un gran alumno  
para ellos- en aquel instante mis lágrimas empezaron a caer  
mientras abrazaba mi reconocimiento, no podía creer que mi vida  
terminara de esta manera quería ganar más reconocimientos que  
hicieran sentir orgullosa a mi mamá, volteo la mirada notando  
que mi mamá estaba en el marco de la puerta, -mamá que sucede- 
pongo el reconocimiento en la mesa mientras secaba mis  
lágrimas, prepárate hijo en 2 horas será tu operación.



#328 en Joven Adulto

En el texto hay: dolor y amor, triste despedida

Editado: 27.07.2021

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