Una promesa por cumplir

Capitulo 8

Aidan

Despierto y me sorprendo al encontrarme en una habitación blanca, analizo tratando de recordar lo sucedido hasta que recuerdo la llegada de los paramédicos, la despedida de los chicos y al poco tiempo me quede dormido.

Siempre he odiado los hospitales, pero me siento aliviado que por fin puedan curarme como es debido. Aunque Katia me ayudo mucho, no disponíamos de las herramientas necesarias y sé que con mi ayuda ella será una gran doctora. Sonrió al recordar su rostro, su sonrisa, pero mis pensamientos son interrumpidos a escuchar la puerta, abrirse y veo entrar a mis padres.

Nos observamos por largo rato, ellos están parados a la punta de la camilla y veo que sus rostros están demacrados, tienen grandes ojeras y mi madre ha perdido peso.

-Hi...jo- Mi madre está a punto de llorar, estiro mi mano y ella la toma haciendo que se acerque más a mí y me dé un cálido abrazo–Nunca perdí las esperanzas de que te encontraran vivo- dice entre llanto haciendo que mi corazón se oprima.

-Tranquila madre, aún me queda mucho por hacer- Digo limpiando sus lágrimas. 

-¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? – Mi madre empieza a examinarme como un niño pequeño, tomo su mano llevándola a mi mejilla, dejándome llevar por la sensación tan increíble de volverla ver.

-Estoy bien madre, ¿tú, cómo estás? Te veo un poco delgada- Mi madre suspira.

-No podía comer bien hasta no te encontrarán- Le sonrió – No sabes el susto que me dio cuando me dijeron que habían encontrado tu auto en el río- Gime de dolor –No permitimos que pararan la búsqueda por más cuando ellos…- Aprieto su mano interrumpiéndola.

-Tranquila madre, ya estoy con ustedes- Susurro con lágrimas en mis ojos, volteo a ver a mi padre que se ha mantenido al margen en el mismo sitio. –Papá, acércate por favor- Los ojos de mi padre se llenan de lágrimas. Mi padre siempre ha sido un hombre fuerte y ha estado siempre para mí y verlo tan vulnerable me hace odiarme por todo el daño que les he hecho.

-Hijo…- No logra hablar, pero me abraza fuerte haciéndome gemir del dolor. Mi padre se levanta asustado –Perdón por lastimarte – Susurra.

-Tranquilo padre, estoy bien- Digo mientras mis padres se abrazan.

-Cuando nos llamaron para avisar que te habían encontrado, sentí que mi alma volvía a mi cuerpo –Dice mi madre sentándose en el mueble al lado de la camilla –Lo peor es cuando llegamos y tú no despertabas, pensamos que algo malo ocurrido contigo- Dice.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?- Pregunto.

-3 días cariño- Dice mi madre haciéndome sorprender.

-¿Cómo que 3 días? ¿Tanto tiempo?- Pregunto preocupado.

-Los médicos dijeron que estabas débil y que no te habías alimentado bien, luego decidieron sedarte para terminar de curar tus heridas- Hace una pausa –Por cierto hijo ¿Cómo sobreviviste todo este tiempo?- 

-Pues mira que me salvaron unos chicos…- No termino de decir, ya que la puerta es abierta con brusquedad, viendo a mi pequeño hermano entrar a la habitación asustado.

-¿Estas… Estás bien?- Dice mi hermano asustado. Asiento y corre abrazarme haciéndome salir otro gemido de dolor.

-Ten cuidado Bryan, tu hermano aún está lastimado- Le reprende nuestro padre.

-Lo siento bro, es que cuando no vi a mis padres en el pasillo, pensé que algo malo te había pasado- Dice despeinando su cabello.

Al ver a mi hermano me hace recordar a los chicos, mi hermano tiene 17 y está a punto de terminar la preparatoria. Me olvido por el momento de ellos y empiezo hablar con mis padres y hermano sobre la búsqueda y por todo lo que han pasado. Nos reímos de las pequeñas broma de mi hermano diciendo que ya se estaba haciendo la idea de quedarse con mi apartamento y mis coches que tengo, que desgraciadamente le había echado a perder sus planes.

-Deja de molestar a tu hermano Bryan- Le recrimina mi madre y todos reímos.

-Papá, cuando me recupere, quiero que vayamos de nuevo a pescar- Digo y todos me miran sorprendidos.

-¿Quién eres y que hiciste con mi hijo?- Dice mi padre haciéndonos reír.

-Familia- Hago una pausa –Quiero pedirles disculpa por todo lo que les echo pasar, sé que no he sido un buen hijo ni hermano, pero les prometo que todo va a cambiar- Digo.

-Ohh hijo- Susurra mi madre con lágrimas en sus ojos –Lo que importa es que ya estás con nosotros y dejemos los errores en el pasado, ahora dime cariño ¿Cómo hiciste para sobrevivir todo este tiempo?- Pregunta mi madre.

Les narro toda la historiaría sin perder detalle en ella. Desde el momento que desperté y darme cuenta de que fui salvado por unos huérfanos, y la historia de ellos 6. Mi madre no deja de llorar en los brazos de mi padre y mi hermano tiene su rostro contraído.

-No puedo creer por todo lo que han tenido que pasar esos chicos- Dice mi padre.

-Por cierto, familia, ¿Ya los conocieron?- Digo con emoción, no veo la hora de ver a Katia y saber cómo están los mocosos, espero que no estén destruyendo mi casa. Pienso.

-¿Cómo que conocerlos? ¿Acaso ellos están acá?- Dice mi madre separándose de mi padre limpiando su rostro –Quiero verlos, quiero conocerlos ¿Dónde están?- 

Empiezo a preocuparme al ver que ellos no tienen ni idea de ellos, pensé que ya los había conocido. Mi padre llama a mi departamento y mi ama de llaves le asegura que no ha llegado nadie a nombre mío, mi preocupación aumenta cuando hacen varias llamadas y nadie sabe de ellos.

Las horas pasan y mi paciencia va llegando al límite sin saber de ellos. Tengo ganas de salir del hospital y yo mismo buscarlos, pero no me dan de alta. Aún tengo las defensas bajas y por falta de nutrientes mi cuerpo está débil. 

Mi padre va personalmente a la comisaria del pueblo y ellos niegan de saber de los chicos. Los días pasan y mis nervios aumenta, por fin me han dado de alta y no demoro en ir yo personalmente, hablar en la comisaria y nada. Fuimos a hablar con los rescatistas que me encontraron ese día y ellos confirmaron que después de irme un policía se los había llevado, con su testimonio volvimos a la comisaria con mis abogados y los de mi padre. Como mi familia tiene conocidos empezaron al igual que yo, el mismo alcalde ordenar investigar y nos dimos cuenta de que la persona que se los había llevado se encontraba de vacaciones y no podían dar con él.



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En el texto hay: familia, amor, promesas

Editado: 06.09.2024

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