No fue difícil hacer que a Benjamín le retiraran los cargos, ahora el jefe de policía estaba siendo buscado por todo el condado.
Mi preocupación aumentaba cuando me informaron que Megan fue trasladada a un hogar de paso, pero no cualquier hogar de paso. Las personas que tenían ese supuesto hogar tenían varias quejas por maltratar a los jóvenes y estaba siendo investigado. Lo que no entendía era el porqué aún lo dejaban tener niños a su disposición.
-Señor, ya vamos en camino a la dirección donde tienen a la chica- Me dice un detective que contratamos mi padre y yo para que hiciera investigación sobre el paradero de los chicos.
-Espero que todo esté bien- Digo pensativo. Lo bueno es que Benjamín fue bien recibido por mi familia y de inmediato mi hermano lo acogió en el hogar de mis padres, ya que como no permanecía en mi departamento decidí que era mejor que estuviera acompañado con mi madre y hermano mientras mi padre y yo estábamos en la búsqueda.
Aún no dejaba pensar en Katia, no había ninguna información de ella, es como si la tierra se la hubiera tragado. Hasta sus datos no aparecían en sistema y eso me llego hacer pensar que el tipo este tendría algo que ver.
-Llegamos- Dice mi chofer. Bajo del auto con ayuda de mi padre, aun mis heridas no han sanado por completo, aún me queda la cojera y no he podido volver al doctor a que me revisen por estar en la búsqueda de los chicos.
Unos policías nos acompaña junto a mi detective y abogados. Me quedo a una distancia prudente, ya que los primeros que tienen que hablar son los policías y verificar que no haya peligro para nosotros. Cuando entramos a la casa, de inmediato observo una casa abandonada, mal oliente y unos cuantos pequeños. El agente de policía le notifica a la señora que está a cargo que venimos por la chica y de paso le informan que se llevaran de inmediato los niños.
La mujer empieza hacer el drama a llorar que no le quite los niños que le ha cogido cariño, observo a los niños quienes lucen asustados en un rincón. La mujer niega que sabe algo de Megan, es más, dice que ella escapó el mismo día que llego y eso me hace preocuparme más cuando los agentes verifican que Megan no está en ningún lado.
Empiezo a pasear por la casa desesperado, me duele la pierna, pero no me importa y veo que una niña me hace una señal a que me acerque. Miro a mí alrededor y veo que los agentes están ocupados con la señora y me acerco a la niña.
-Hola cariño como te encuentras- Susurro con ternura para que la niña no se asuste por mi presencia. Quien iba a pensar que después de conocer a los mocosos ya no me repudiaba estar cerca de los niños.
-Ellos se la llevaron- Susurra la niña solo para que yo la escuche.
-¿Cómo que ellos se la llevaron?- Pregunto preocupado, arrodillándome para quedar a su altura, haciendo que sienta un ardor en mi pierna derecha.
-Ellos se la llevaron anoche como hace con las chicas bonitas- Dice y se acerca a mi oído –Escuche ellos la vendieron –Abro mis ojos sorprendido y observo la niña quien no tendrá más de 10 años –Por favor no dejes que a mí me vendan, cuando ellas salen nunca regresan- Dice bajando su rostro con tristeza.
Me levanto de un brinco haciendo que mi pierna duela más, no me importa sosteniéndome de mi bastón, voy donde la mujer y la empujo.
-¡¿Díganme donde la tienen?!-Grito y los agentes me separa de la mujer quien me mira con miedo.
-Señor, por favor manténgase al margen y déjenos hacer nuestro trabajo- Dice unos de los agentes y mi furia estalla.
-¡La niña me acaba de confirmar que ellos la vendieron!- Grito –¡Así que señora más le vale que hable ahora mismo o le juro que haré que se pudra en la cárcel!- Golpeo fuerte el suelo con mi bastón.
Unos de los agentes se acercan a la niña y le pregunta si sabe algo, ella le dice lo mismo que me dijo a mí, de inmediato se acerca a la señora quien no deja de llorar.
-Señora, es mejor que confiese o si no va a estar por muchos años en la cárcel- Le dice el agente que le pregunto a la niña y ella empieza a temblar.
-Yooo… Yo no sé nada- Dice temblorosa.
-¡Diga donde está!- Grito de nuevo haciendo sobresaltar a todos.
-Se la llevo mi esposo… Anoche se la llevó-
-¿Dónde señora?-
-Ahhh… Ahh aún prostíbulo a venderla donde le iban a dar una buena cantidad por la chica- Dice con voz temblorosa. Estallo y me lanzo a la mujer quien se esconde detrás de los agentes y a mí me sacan arrastras de la casa.
Me tiro de rodillas en el césped del jardín, sin importar el dolor, mis lágrimas salen de rabia. No puedo creer que Megan la hayan vendido a un prostíbulo, no Dios mío, por favor no dejes que le hagan daño. Pido a mis adentros.
El detective sale junto a los policías, ellos se montan en las patrullas. Mi padre me hace pararme y seguir a mi automóvil deprisa.
-La vieja ha confesado la dirección del prostíbulo, ya han llamado a pedir refuerzos y vamos a rescatar a la chica- Murmura, el detective –Solo esperemos que no sea demasiado tarde- Me quedo en silencio mientras seguimos la patrulla con las sirenas encendidas, no paramos en el camino y no nos separamos de las patrullas.
Hemos llegado a un barrio de mala muerte, peor de donde estaba la casa hogar. Cuando llegamos vemos varias patrullas estaban en las afueras, al parecer llegaron antes que nosotros. No me permitieron entrar en el lugar e hicieron esperar en el vehículo mientras mis manos temblaba y mi corazón latía a mil.
Empiezo a ver varias chicas jóvenes salir, todas vestidas vulgarmente. Salgo de mi vehículo y me aproximo más a ellas. Ellas lloran mientras unas agentes mujeres la llevan a unas ambulancias que sean revisadas, algunas parecen golpeadas y otras tienen sus miradas vacías.
Busco entre las chicas hasta que doy con una pequeña rubia con cara de ángel. Me acerco despacio y la veo vestir de colegiala vulgar. Ella sube su mirada hasta encontrarse con la mía, de inmediato se separa de las chicas que están con ellas y se tira en mis brazos, de inmediato la recibo y la abrazo con fuerza mientras ella llora en mi pecho.