Me siento tranquilo que Megan este por fin con nosotros, lo bueno fue que nos confirmaron que no hubo ningún tipo de abuso. Por ese lado sentí alivio, aunque no iba a ser fácil que ella olvidara este episodio de su vida, podría superarlo con ayuda.
-Señor, hemos encontrado a los gemelos- Me informa el detective entrando a mi despacho.
-¿Dime por favor que están bien?- Murmuro afligido. Cada uno de ellos ha tenido que pasar por un infierno.
-Sí, señor, por lo menos no les fue tan mal como a los otros- Cruzo mis manos encima del escritorio examinándolo.
-Dime donde están-
-Se encuentra en un internado- Me pasa unos documentos y empiezo a examinar –Al parecer los enviaron a ese lugar- Me pongo de pie e informo al equipo de seguridad y a mis abogados que nos acompañe.
Nos encontramos al frente de la madre superiora, ella se encuentra sorprendida por la historia que acabo de redactar. Mira los documentos que unos de mis abogados le han entregado, lo revisa y luego me mira fijamente.
-Es sorprendente todo lo que han tenido que pasar estos niños, señor….-
-Cuper, Aidan Cuper- Respondo-
-Bueno señor Cuper, es asombroso todo esto, pero déjeme decirle que no puede llevarse a los niños de este lugar- Me tenso de inmediato –Por lo que ha dicho, estos niños ya han sufrido mucho, además usted no tiene ninguna compatibilidad con ellos así que no puedo entregárselos, a no ser que sea algún familiar directamente o alguien que tenga su custodia venga por ellos- Aprieto mi mandíbula.
-Usted no entiende madre superiora, esos niños no tienen familia solo a ellos mismos y como le explique, la hermana mayor aún se encuentra desaparecida- Digo conteniendo mi rabia –Yo seré el adulto responsable hasta que aparezca ella-
-Señor Cuper ya me explico que ella se encuentra desaparecida, pero también sé que ella no tiene la custodia de sus hermanos, al contrario, ella los secuestro del sitio de acogida y…- Interrumpo.
-Ella lo hizo porque habían dado a sus hermanos en custodia y…-
-Así como usted no tiene modales, yo tampoco lo tendré- Me dice molesta por haberla interrumpido –Pienso que la joven fue muy egoísta en haberlos llevado de esa forma y a pasar necesidades, a esta hora ellos podrían haber sido adoptados por una buena familia y no hubieran tenido que pasar tantas cosas como hasta ahora-
-Mire…-No me deja hablar, ya que me ha mandado a callar levantando la mano.
-Lo siento mucho, pero esos niños no se los lleva de este lugar, no permitiré que sigan pasando necesidades-
-Acaso no entiende Madre superiora- Digo entre dientes –Esos niños jamás tendrán que pasar necesidades porque yo mismo me encargaré de darles todo-
-¿Con qué fin, señor Cuper?- Pregunta Examinándome -¿Por qué usted se va a hacer cargo de ellos sin ser responsables de sus vidas? ¿Acaso lo hace por la hermana? Una forma de ganársela no cree- Me levanto molesto, ya no soporto más a esta mujer.
-Lo hago porque ellos me salvaron y me ayudaron cuando más lo necesite, lo hago porque me nace de corazón- Apoyo mis manos en su escritorio –Lo hago porque me da la gana- Ella abre sus ojos –Le diré algo, madre superiora, tenga por seguro que esos niños jamás van a tener alguna necesidad- Me incorporo –Yo les daré las herramientas para que ellos construyan su futuro y no permitiré que nadie les vuelva hacer daño- Me observa, pero no dice nada.
-Madre superiora, no queremos que esto se salga de las manos, pero estamos dispuestos hasta ir a los tribunales si es necesario- Interrumpe mi padre.
-Ustedes no tienen su custodia y dudo mucho que puedan hacer algo- Observo que mi padre sonríe.
-No se preocupe madre, mi esposa y yo estamos dispuestos a adoptar a los chicos- Lo miro sorprendido –Ellos ya hacen parte de la familia-
-Papá, yo los puedo adoptar- Interrumpo. La verdad es que ellos son mi responsabilidad y que mejor forma que yo mismo los adoptara.
-No puedes hijo, no estás casado y eso complicaría la adopción, en cambio, yo tengo un hogar que les puedo brindar a esos muchachos- Sonríe –Espero que no te moleste tener más hermanos- Lo miro con orgullo y sin importar la presencia de la superiora lo abrazo.
-Gracias papa- Digo con lágrimas en mis ojos –Gracias por hacer esto por ellos –Mi padre palmea mi mejilla.
-Esos chicos no solo ganaron tu corazón, también se ganaron el nuestro- Escuchamos un carraspeo y mi padre y yo nos separamos para ver a la madre.
-Muy emotivo todo, pero hasta no tener la custodia legal, no podrán llevárselos-
-No se preocupe madre superiora, mis abogados hará los trasmite y muy pronto nos lo llevaremos- Se levanta acomodando su saco –Pero no creo que haya algún problema que lo podamos ver en este momento- Dice firme.
-Yo creo…-
-Ya los señores Cuper le informaron que adoptara a los chicos, no le veo ningún problema a no ser que tenga algo que esconder- Dice unos de mis abogados.
La madre superiora mira con furia a mi abogado, no responde solo asiente y todos salimos por un pasillo hasta llega al patio donde varios niños jugando. Busco con la mirada a los gemelos, pero no los encuentro hasta que veo a dos copias sentadas en una banca, me acerco y ellos no se inmuta de mi presencia hasta que carraspeo.
Primero veo a Michael, levanta su mirada y sus ojos se abren para tirarse en mis brazos. Luego miro a Matías que no ha sido capaz de levantar su mirada, suelto a Michael y me acerco a Matías. Cuando estuve en la cabaña pude diferenciar a los gemelos, aunque son parecidos, Matías tiene una pequeña cicatriz en su ceja izquierda y los ojos de Michael son más claros.
-Mocoso, acá no te enseñan a saludar- Digo tratándolo de molestarlo, pero escucho un sollozo y mi corazón se oprime, me acerco abrazarlo y él me responde.
-Tranquilo diablillo, ya he venido por ti para que sigas siendo mi pesadilla- Escucho que él ríe en mi cuello mientras llora, lo aparto y mi rabia se extiende al ver su rostro.