La idea de suicidarme lleva en mi cabeza más tiempo del que debería.
La idea de acabar con todo.
La idea de acabar con toda esta pena, este dolor y este vacío que siento dentro.
Desde siempre he sentido que había algo mal en mi, algo roto en mi interior y nunca he llegado a averiguar qué es. Lo que sí sé es que ese algo cada vez se vuelve más grande, más asfixiante, más mortal. A medida que ese algo crece, las ganas de rendirme aumentan a su vez. Y también las dudas; ¿cómo será saltar? ¿Y después qué? Si tan solo tuviera el valor...
¿Qué pasaría si un día decidiese rendirme y acabar con todo?