Una Razón

El profesor de matemáticas

Un profesor de matemáticas pasa su hora de guardia enfadado.
Se pregunta qué le ha pasado, antes era el profesor más participativo, entusiasta y con ganas de enseñar. Se hizo profesor con el propósito de enseñar a jóvenes su camino en la vida y ayudarles a encontrar su propio propósito.
Pero con el paso de los años esa positividad y energía se ha ido apagando. Los alumnos maleducados que se pasan las clases gritando, lanzando cosas e ignorando sus explicaciones le han hecho pensar que no hay futuro para ellos. Ahora se limita a dar las clases y poner notas, y pelear cada día con esa alumna en la que ya ha perdido toda esperanza. No estudia, nunca sabe las respuestas cuando le hace preguntas y le contesta. Está cansado de tener que montar un numerito cada clase con ella y ya simplemente la saca de clase y aguanta los insultos que les echa a todos antes de salir
No sabe cuántas quejas ha puesto ya a ella pero ya se ha cansado y va bien con esa rutina, lo que no se esperaba es que hoy alguien la defendiese y se uniese al problema.
Al final les ha sacado a los dos de clase sin saber que sin quererlo ha creado un vínculo entre ellos.




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