15

Nova: Claro que también estoy despierta, si no no te estaría escribiendo, ¿no?

El móvil de Mateo suena con el nuevo mensaje entrante, y el corazón del chico hace volteretas por dentro al cogerlo.

Sonríe. No puede evitarlo. Menuda respuesta: cortante y sarcástica. Pero es lo suficientemente ligera como para que no suene como un muro que intenta levantar entre ellos.

Le tiembla un poco la mano al escribir. No quiere cagarla, no ahora.

Mateo: Touché. ¿Por qué estás despierta?

Se arrepiente en cuanto lo envía. ¿Demasiado directo? ¿Y si la incómoda?

Los segundos pasan. Luego, un minuto.

La lucecita de "escribiendo" aparece y desaparece un par de veces.

Nova: No podía dormir.

Sencillo. Sin detalles.

Mateo no sabe si debería seguir preguntando o si con eso ya debería dejarlo. Pero ella le escribió primero. Algo significa. Algo quiere decir.

Mateo: ¿Pesadillas o insomnio?

Otra pausa.

Nova: Ambas.

Mateo frunce los labios, sin saber bien qué responder.

Si Nova fuera otra persona, le diría que lo siente. Le diría que si quiere hablar, él está ahí. Pero Nova no es otra persona. Y si la trata con demasiada delicadeza, va a cerrar la puerta antes de que él pueda tocarla.

Así que hace lo que cree que puede funcionar.

Mateo: Vaya, qué productiva. Haciendo dos cosas a la vez.

La lucecita aparece al instante.

Nova: Soy multifuncional.

Mateo sonríe.

Algo en su pecho se siente más ligero.

Por primera vez, Nova sigue la conversación.