Una Razón Para Vivir

Capítulo 6

Ya han pasado más de dos semanas desde la última vez que vi a Michael, la verdad que creo que así está mejor, no creo poder verle a la cara después de lo que pasó.

Hoy ya es jueves y Angelo dice que ya estoy mejor, tengo más fuerzas así que ya puedo seguir con las quimioterapias.

Cuando estoy haciendo las quimioterapias me canso bastante rápido, paso durmiendo mientras lo hago, mi mamá no entra porque todavía no se siente lista, todavía no asimila muy bien las cosas.

-¿Cómo vamos?

-Cansada como siempre, ¿cuanto falta para terminar?, no creo poder aguantar más.

-Falta poco-Angelo se acercó y acarició mi frente-. Tu puedes, eres una chica muy fuerte, eres mi paciente favorita, no te rindas, no ahora, no cuando ya hemos avanzado mucho.

No pude evitar contener las lágrimas que ahora rodaban por mis mejillas.

-Me duele, todo, me duele el alma, Angelo solo te quiero pedir algo y quiero que seas sincero.

-Dime.

-¿Voy a vivir?.

-Voy a ser sincero contigo, no lo sé, todo depende de como valla el tratamiento.

-¿Pero si fuera a morir cuanto me darías de de vida?

-No, no me pre... -lo interrumpí.

-Por favor se sincero.

Tomo un respiro y habló-. No más de ocho meses.

-Bien, gracias, he estado en tratamiento más de ocho meses, y siento que no hay mejoría.

-Eso es muy poco para saber si el tratamiento esta funcionando, espera 3 meses y sabrás si esta dando resultados o no.

Mi pecho ardía de una forma incontrolable, dolía el hecho de saber eso, la vida me daba igual hace alguna horas... pero ahora me duele, todos mis sueños que tenía se fueron a la mierda.

Angelo se fue, dijo que vendría de unos diez minutos, lloré mucho pero mucho en tan solo diez minutos, grité mientras lloraba, sé que Angelo está al tanto por mi mamá de lo que está pasando en estos momentos, pero me quieren dar tiempo a solas y agradezco eso, quiero sacar todo, llorar hasta quedarme seca.

Unas manos me tomaron de la cara y me hicieron verle a los ojos, esos ojos, limpió mis lágrimas y después me apego a su pecho.

-Esta bien, llora todo lo que quieras-susurró en mi cabello.

-No puedo, ya no puedo, quiero morir, esto no tiene sentido, solo quiero dejar de sentir dolor por un solo segundo-llore contra su pecho.

-No, tienes a tu mamá aquí, tu amiga Gaby, ellas te aman, y yo... yo te quiero por ser mi amiga.

Espera... ¿Qué? ¿él me quería?

Lloré mucho contra su pecho, el solo acariciaba mi cabello, me dolía el alma y al mismo tiempo estar con él era como si estuviera en el cielo.

Después de una hora y media entró Angelo y dos enfermeras a llevarme a mi habitación.

No fue ni mucho que me dormí mientras me llevaban a mi habitación, llorar y la quimioterapia me dejo muy cansada.

Ahora me doy cuenta que quiero vivir, bueno no del todo todavía, pero quiero cumplir todas mis metas antes de morir, viajar, ir a un concierto de mi banda favorita, correr por más de tres horas en un lugar desolado, entrar a un cementerio por la noche y el más importante de todos ir a el lago Atitlán en Guatemala. El más importante de todos sin duda es ese.

Angelo dijo menos de 8 meses si el tratamiento no funciona, pero la verdadera pregunta era, ¿lograré hacer todo eso en menos de ocho meses?.

Quiero hacerlo, bien, voy a esperar los tres meses y si el tratamiento está funcionando, aleluya, sino pues me voy, no me importa, tengo que lograrlo para poder morir en paz.

☆☆☆

Cuando desperté mi mamá estaba a mi lado susurrando algo, ¿estaba rezando?.

-Mama-me ardía la garganta al hablar, supongo que es por haber gritado tanto.

-Mi niña, ¿cómo estás?.

-Bien mamá, solo me arde un poco la garganta al hablar.

-O si-se dio la vuelta-. Angelo me dio este jarabe para el ardor de la garganta, supuso que te dolería después de lo de ayer.

-Mamá... yo siento lo de ayer-hable arrepentida.

-No mi pequeña, no lo sientas, este proceso es difícil.

-Solo me dolía tener que estar pasando esto, aparte Angelo se puso sentimental y me lo contagió.

-Ash, voy a matarlo. Bueno no esta nada mal el chico de ayer, ¿como era que se llamaba? Aah-o no, o no-. Michael, era Michael.

Mamá era como Gaby, quería saber los detalles completos de todo-todo- a veces pienso que Gaby si es hija de mi mamá, son lo mismo, solo que con la diferencia de edad, cuerpo, cara, en todo eran diferentes referente a lo físico, pero de ahí a que ni abajo del agua se callaban son muy parecidas. El físico era de que mi mamá estaba en muy buena forma, más que yo y Gaby, sus curvas no pasaban desapercibido por los doctores, que varias veces se le estaban insinuando. Pero mi mamá es una chica bastante difícil, con el único que veo que se ríe es con Angelo.

Angelo no tiene esposa ni hijos, es todo un soltero; el soltero más codiciado del hospital.

Pero tampoco es que haya visto química entre ellos así que no tengo de que preocuparme.

Cuando me imagino a mi mamá con alguien se me revuelven las tripas, más si me imagino dándole un besito-iuu-. No es que no quiera que mi mamá sea feliz es solo que, no me gusta nadie como para mi mamá, mi mamá está bien así soltera.

-Es solo un amigo mamá, y ya te dije que tiene novia-le explique.

-Para mi no parecía como si solo fueran amigos, y sobre la novia no importa hija, si el la ama a ella él sabrá alejarse de ti y si no pues seguirá aquí -le restó importancia.

-No mamá, las cosas no son así, la que tiene que alejarse soy yo no el.

-Como quieras hija-encogió los hombros-. Pero yo creo que tienen quimi...

-¡Mamá! Por favor ya para, este tema ya hasta se torno incómodo.

-Bueno después no me digas que no te dije, las sabias palabras de una vieja no fallan.

-Mamá tienes 32 años, no eres vieja.

-Cierto, todavía estoy en la flor de la juventud.




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