Una Segunda oportunidad

Capítulo 2- Del sueño a la visión

Estaba escuchando hablar a Louisa y de repente todo…ni siquiera sé cómo explicarlo, seguía viendo la cafetería, pero estaba diferente; las paredes aun no estaban pintadas, ni siquiera estaban enjarradas, el color naranja y opaco del ladrillo por el que estaban formadas las paredes era el único color que adornaba la estancia, además del color grisáceo del piso. El mobiliario era más humilde y un poco desgastado, pero lo que atrajo mi total atención fue…Jacob.   

Se encontraba sentado en la mesa de en frente y él quedaba de frente hacia mí, pero, aunque yo lo mirara, él parecía no percatarse de mi presencia. Las demás sillas a su alrededor se encontraban ocupadas por tres chicos más, uno de ellos era de piel blanca y con un largo cabello rizado, llevaba una diadema ajustada a él haciéndolo resaltar aún más; otro tenía el color de cabello negro y cortado a la perfección, tenía una nariz refinada y ojos de un color azul intenso; y el último tenía el cabello idéntico al de Jacob, solo que lo largo de este llegaba hasta los hombros, era de piel monera clara y con un color café claro inyectado en sus ojos.

La vestimenta de todos ellos era muy similar, jeans de mezclilla al igual que sus chamarras a excepción de Jacob y el muchacho de la diadema en el cabello que llevaban chamarras de cuero. Parecían mantener una conversación muy entretenida ya que todos se reían, hacía todo lo posible por escuchar de lo que hablaban, pero con el alto ruido que producían los demás chicos me era imposible hacerlo, así que me levanté y caminé hasta la siguiente mesa, me paré justo detrás de Jacob, hablaban sobre ir a un rancho el fin de semana y entonces alcé mi brazo para ver si Jacob podía verme, pero en el momento en que mis dedos rozaron su hombro todo se desvaneció y me encontré con la cara confundida de Karla; una chica de cuarto de piel morena oscura, cabello negro y complexión delgada. En ese momento supe que había vuelto a la realidad y sentí un pequeño mareo.   

— ¿Samuel estás bien? —oí a Karen preguntarme totalmente alterada, analizando mi rostro y posando sus dos manos en mi pecho  

—Lo siento Karla te confundí con otra persona —me disculpo con ella, ya que parecía totalmente desconcertada

—No hay problema, dime ¿estás bien?  

—Solo me siento un poco mareado. —le contesto y me giro hacia mis amigos, Louisa y Luis se habían puesto de pie también y me miraban asustados. — ¿Karen podrías acompañarme a la enfermería?

—Por supuesto —contesta ella casi de forma instantánea

—Los acompañaremos —se ofrece Luis de inmediato  

—Terminen su desayuno chicos, se los agradezco mucho en verdad, pero solo es un mareo, estoy seguro de que con una pastilla se me pasará

—Está bien, pero si pasa algo nos avisas Karen —acepta Louisa    

—Claro. —contesta Karen, rápido me toma de un brazo y me saca de la cafetería casi arrastrándome, estoy casi seguro de que sospecha que fue lo que me pasó y quiere constatarlo lo antes posible.

Doblamos la esquina del pasillo que conduce a la cafetería y nos internamos en un pequeño cuarto que parece estar lleno de productos e instrumentos de limpieza.

—Acabo de verlo —digo un poco asustado y ansioso, la cara de intriga de Karen no tarda en hacerse presente  

— ¿De quién hablas? ¿a quién viste?, ¿y me puedes explicar qué fue lo que sucedió hace unos minutos? —era algo normal en Karen el bombardearme de preguntas cada vez que algo extraño me pasaba

—A Jacob —contesto un poco más calmado y con seguridad

— ¿Y a dónde se fue?, vamos a buscarlo —la detengo justo cuando pensaba dar la vuelta
—Espera. No me entiendes…él no está aquí —le digo y ahora está más desconcertada que al principio  

—Explícame Samuel no te entiendo

—Ese es el problema Karen no puedo explicarlo, fue algo…muy extraño

— ¿Cómo es que lo viste? —me pregunta de forma muy interesada que ni siquiera parpadea

—No sé cómo definirlo, estaba sentado con ustedes y de repente todo cambio, era la misma cafetería, pero su apariencia era de unos años más atrás y estaba Jacob con otros tres chicos, me acerqué a ellos para poder escuchar de lo que hablaban y quise comprobar si podría tener una conversación con él, pero justo cuando parecía tocarlo todo desapareció…es algo difícil de explicar

—Una visión —susurra con un volumen de voz muy bajo que apenas alcanzo a percibir, al mismo tiempo baja la mirada

—No sé si “visión” sea el término correcto, pero sí, algo así

—Samuel esto comienza a asustarme 

—A estas alturas ya no debería asustarte, pero para que termines de hacerlo déjame decirte que esta vez fue diferente

— ¿Por qué dices eso?

—Porque lo sentí…mío —digo un poco dudoso pues no estaba completamente seguro de lo que había sentido

— ¿Cómo así? —pregunta con temor en su voz

—De cierta forma y no me preguntes cómo, así lo sentí

— ¿Crees tener alguna conexión con Jacob?

— ¡NO ESTOY SEGURO KAREN! —grito y le provoco un pequeño susto a Karen y es que la frustración de no saber qué me está pasando está matándome. —Perdóname Karen, es que toda esta situación está acabando conmigo




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