Una serie de cuentos y desventuras

El lienzo del sordo

Indómita, abstracta, colorida, fúnebre muchas palabras habrían podido describir tal lienzo que estaba expuesto en medio de un parque de la torre Eiffel en Francia, casa de obras maestras, pero esta no parecía querer ser expuesta en ningún museo o al menos eso creía gente que pasaba por enfrente del lugar; los murmullos no se hicieron esperar, a muchos les gustaba lo que sus ojos estaban admirando, sin embargo, otros que se creían lo suficientemente críticos comenzaron a armar grupos a las espaldas de aquel hombre mientras discutían sobre la técnica que estaba usando, como daba a veces fuerte brochazos y a veces unos tan delicado como el vuelo de un pétalo con una suave brisa otoñal, todo con suma paciencia. Los medios se comenzaron a aglomerarse y muchos reporteros imprudentes intentaban detener a aquel hombre de expresiones agotadas, pero todo aquel que se acercaba recibía la misma respuesta, silencio; ni una palabras, ni el más ligero respingo salió de la boca aquel hombre. Nadie sabía de dónde sacaba tanta pintura ya que había conseguido llenar un enorme lienzo de varios metros, todos quedaron a la expectativa de que iba a hacer ahora el artista, pero pronto aquel hombre comenzó a moverse comenzó a pintar el pavimento, los asientos e incluso los árboles, más personas estaban sorprendidas de lo que estaba haciendo, un grupo de jóvenes de la academia de artes que pasaban por allí vieron al hombre en su tarea y decidieron comenzar a pintar junto a él, algunos espectadores que habían estado observando por horas al hombre comenzaron a traer brochas y pinturas y también comenzaron a pintar, pronto todos estaban dándole color al parque. La policía y la fuerza antimotines comenzó a atiborrarse alrededor del parque, y con sus fuertes megáfonos comenzaron a decirle a las personas que se retiraran o serían atestadas, algunos hicieron caso y se comenzaron a retirar, pero aquél hombre ignorante a los llamados siguió pintando hasta que paró en un momento y admiro lo que se había creado, el general de la policía de París le dió un ultimátum al hombre de qué se rindiera y se entregará, pero aquél nombre no volveteo a verlos simplemente guardó sus utensilios en la caja metálica, y comenzó a caminar en dirección de la pintura, por ello el oficial dió la de qué se le arresta, pero todos quedaron atónitos cuando los policías se dieron se llenó contra un enorme lienzo que cubría toda la vista de lo que había sido pintado, nadie sabía lo que ocurrió, a dónde había ido aquel misterioso hombre, lo único que había era una pequeña firma que ponía "aquél que no oye".



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En el texto hay: suspenso, cuentoscortos, cienciaficion

Editado: 17.05.2021

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