Una sola regla

Epílogo

Fin de año.

-¿Cómo reaccionó tu hermano ante tal noticia? –la pregunta me tomo totalmente por sorpresa; pare por unos minutos a lo que Rose se devolvió unos escalones más un tanto conmocionada y arrepentida por tal pregunta –lo siento fui muy grosera al preguntarte algo tan delicado de esa forma y está bien si tu… ya sabes no quieres contarme –con sus débiles brazos trataba de cargar aquella maleta que según ella era el “kit de emergencia” por si llegaba a haber un inconveniente, me daba risa lo prevenida y un tanto exagerada que podría llegar a ser. Le ayude con ella y me sorprendí por lo pesada que estaba.

-No, no te preocupes –le mire con una sonrisa mientras esta trataba de recibir el aire que minutos atrás había perdido, realmente creo que esa maleta podría ser una máquina de ejercicio en estos casos –solo me tomaste un tanto desprevenida; no me molesta para nada, es más te contare todo de aquí hasta que los demás lleguen –me brindo una gran sonrisa mientras asentía.

*Flashback*

Los últimos días en que Alex se quedaría en la ciudad estaban a punto de terminar, sabía muy bien que si me atrevía a contarle lo que estaba planeando se negaría por completo, así que aprovechando su ingenuidad y con una barata y gastada excusa de “quiero enseñarte la ciudad” había logrado traerlo hasta aquí. No voy a mentir, me sentía realmente nerviosa de lo que estuviera a punto de pasar y con ello la reacción.

Tampoco era el caso de que yo estuviese muy familiarizada con este lugar pero por lo menos si me había atrevido a venir aunque fuera una sola vez.

Alex estaba realmente confuso –Leslie ¿Qué es este lugar y que hacemos aquí? –trague saliva y cerré los ojos como si la situación fuera a aminorarse pero muy en el fondo sabía que esto no iba a pasar –dijiste que me enseñaría la ciudad, nunca mencionaste que visitaríamos a alguien. –Lo siento Alex no quería mentirte pero con personas como tu esta es la única forma.

-Estamos en la casa de nuestra madre –hable tan rápido que dude por escasos segundos que hubiese entendido algo, entre cerro los ojos y señalo la puerta en forma de pregunta a lo que yo asentí. Dio media vuelta y trato de irse notablemente molesto a lo que por suerte logre detenerlo; Alex se soltó rápidamente regalándome una mirada de furia. Quedaba claro que mi idea no había salido nada bien.

Sus ojos me recorrieron de arriba abajo casi examinado cada detalle de mí, exigiendo una respuesta clara – ¡pero qué demonios te pasa! sabes que a esa mujer no la quiero volver a ver; será tu madre pero para mí es solo Luz, no vuelvas a mencionarla como mi madre porque no lo merece –tome aire para lo que estaba a punto de decir.

-No te traje hasta aquí solo para ver a Luz –si antes se veía confundido ahora la sorpresa se podía leer a distancia en sus ojos. Solo rezaba para que la noticia no le callera como un baldado de agua fría –es por Helen, quiero que la conozcas.

-¿Helen? ¿Quién es?

Lo tome por la muñeca y lo arrastre nuevamente hasta la puerta, dude por unos segundos pero ya no había marcha atrás –Es nuestra hermana pequeña y quiero que la conozcas –su ceño se frunció, me asusté mucho pues pensé que estaba molesto por la idea de tener una hermana pero luego comprendí que era por las noticia; mi puño estuvo a punto de tocar la puerta, antes de hacer esto con un gesto quise pedir su aprobación a lo que el acepto.

Gabriel no tardó mucho en abrir la puerta, me llamo la atención que se había dejado crecer mucho más su barba desde aquel día en que lo vi, me echo una mirada y me sonrió a lo que volteo a mirar a Alex un tanto interrogante –Hola Leslie hace relativamente bastante no te veía; ¿quién es el jovencito? –extendió su mano a lo que Alex simplemente ignoro (que grosero) –parece que alguien está de malhumor, ¿eh? –la incomodidad se podía sentir en el aire, di mi mejor sonrisa falsa a lo que Gabriel nos ofreció pasar.

-¿Ahora qué te pasa? – Lo guiaba por un angosto pasillo para llegar a la sala –no quiero que te comportes como un niño de cinco años, por favor –me hecho una mirada asesina e hizo un gesto que no logre descifra si era un “si” o un rotundo “no”.

Luego de eternos segundos de silencio por fin emitió unas palabras – ¿Quién es el viejo? –En serio era lo único que tenía por decir –no me cae nada bien.

Le di un ligero empujón y me cuestione a mí misma si esta había sido una buena o mala idea –pues ese “viejo” como lo sabes llamar tu es el esposo de nuestra mad… – antes de que terminara la frase me dio una mirada asesina como si quisiese que recordara nuestra vieja conversación –bueno mi madre; además sino te cae bien pues te aguantas. –Suspiro fuerte notablemente incómodo y enojado.

Luego de pasar el largo y oscuro pasillo finalmente llegamos a aquella linda sala decorada de muebles amarillos; Gabriel nos regaló una sonrisa despreocupada y Luz aparentemente tenía una conversación por teléfono mientras Helen miraba la televisión, se giró y se tiro encima para darme un fuerte abrazo tomándome por las piernas. Luz finalizo la llamada y nos miró sonriente –chicos que sorpresa, si me hubiesen dicho que vendrían un poco antes los hubiese atendido como se merecen –trate de ser gentil y regalarle una genuina sonrisa, lo mire de reojo mientras le daba pequeñas palmaditas para que reaccionara y dijera algo pero estaba rígido como una estatua mirando al suelo, mas específicamente a Helen. – ¡OH! mi hermoso bebe no te veía desde hace tanto –sus brazos envolvieron Alex por completo mientras este seguía como una piedra, mama le daba besos por toda su cara pero él seguía sin reaccionar –Alex, te extrañe tanto… te amo mi hermoso bebe. –O valla situación incómoda para todos.




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