Una sola regla

Extra #1

*Rose*

¡Juro que Leslie me las iba a pagar! ¿Era enserio? luego de que le había casi implorado con la mirada que no me dejara sola con él. Pero claro, su querido Daniel estaba muy por encima de mí.

Alex estaba de visita por unos días por lo tanto se quedaría una semana con nosotras.

Tome aire, Salí del baño y con un poco de nerviosismo me senté en el sofá junto a él. Ambos estábamos callados, el ambiente era un tanto incomodo, pero si el no rompía el silencio debía hacerlo yo.

Tome el control remoto y me gire a mirarlo con una sonrisa – ¿quieres ver una película? –fue lo único que se me ocurrió en ese momento. – ¿o se te ocurre hacer otra cosa? – ¡demonios! ¿De dónde carajos salió todo eso? ¿Habrá pensado mal? debo cambiar ese hábito de primero hablar y después pensar.

Me regalo una pequeña sonrisa de medio lado dejándome observar sus hoyuelos –sí, se me ocurren muchas cosas que puedo hacer contigo – ¿el acaso esta insinuando que?... – ver una película o jugar domino, creo que mi hermana tiene un par de juegos de mesa –creo que la pervertida aquí soy yo. Me mira por unos segundos tratando de descifrar que estoy pensando.

-Si una película – me doy un tiempo para respirar y tratar de tranquilizarme –es la mejor opción.

El mira la pantalla concentrada en cambio yo solo podía observarlo de reojo. Su mano tomo la manta en que estaba envuelta acercándose lentamente hasta mí y envolviéndose del mismo modo con ella.

¡Trague saliva ante eso!

Su cuerpo pasó por encima del mío para intentar tomar las palomitas pero dio un paso en falso y ambos caímos en el piso. Me aferre a su cuello mientras el en un intento detener el golpe puso ambos brazos al lado de mi cabeza. Mis manos tratando de apartarlo se dirigieron a su pecho pero esto no ocasiono más que su manos cayeran a mi cintura apretándome más a él.

Mordió sus labios mientras seguía atento a los míos.

Se acerca lenta pero ágilmente apretando ambos labios –espera –me mira confundido –eres el hermano de mi amiga… esto está mal y yo…

Sus manos se deslizan suavemente hasta finalmente atrapar mis mejillas –tranquila solo disfrútalo –sus labios atacaron con furia los míos y sin pensar en las consecuencias no pude evitar seguir el beso. Mis piernas se entrelazaron en su cintura haciendo que en un movimiento la manta nos envuelvo viera aún más.

Mis manos recorren su espalda haciendo que mis uñas se entierren un poco en su piel, esto provoca un jadeo en mí y un gruñido en él.

Alex me toma un poco por sorpresa alzando mi mentó para posteriormente succionar mi cuello.

Mis labios palpan su barbilla hasta llegar a sus labios dejando finos besos con marcas de labial en su cara.

Llega a los botones de mi camisa desabrochándolos con agilidad si dejar de besarme, dejando a la vista parte del encaje de mi sostén. Me mira con deseo y eso me gusta no lo puedo negar.

Desabrocha un botón más pero instantáneamente vuelve mi cordura, me aparto lentamente mientras arreglo mi camisa y mi cabello rosa alborotado. Podría jurar que mi labial esta corrido por lo salvaje de la situación. –Lo siento pero no puedo.

-¿Qué? –Dice sereno – ¿Por qué?

-Veras… sé que esto sonara raro –para evitar su inquietante mirada rio con poco de nerviosismo y aparto la mirada –soy una estúpida cuando se trata de escoger a alguien para una relación, pero incluso los más estúpidos aprendemos ¿no?, no te preocupes entenderé si ya no quieres… -me detuve en ese momento, por primera vez le hablaba a alguien de esa manera, por primera vez demostraba mis verdaderos sentimientos.

Se levantó de encima de mi ofreciéndome su mano para levantarme –tienes razón –apretó mis mejillas con ternura mientras me regalaba una sonrisa coqueta – no te preocupes lo entiendo. Rose quisiera conocerte más… no quiero cagarla contigo, tampoco quiero utilizarte, ni mucho menos hacerte sufrir –pauso por unos momento obligándome a mirarlo a directamente a los ojos – ¿sabes?

-Hmmm –aunque suene ridículo fue lo único que se me ocurrió decir.

-Tú me gustas demasiado – ¿Por qué lo hace? él sabe que me hace sonrojar con facilidad

Tape mis mejillas coloradas tratando de ocultar mi visible vergüenza –también me gustas mucho

Ambos nos sentamos en el sofá mientras le sonreía y asentía con la cabeza; recargue mi cabeza en su hombro mientras sus brazos envolvían mi cintura y seguimos viendo la película.

 

 

¡Hola de nuevo!

¿Se imaginan una novela sobre Rose y todo esto?

¿Ya entraron a la escuela? = PDD: Yo si

¿A qué año? PDD: yo a 10.

Nos vemos en un próximo extra.

Byeee rositas.

 

 

 

 




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