Una sola regla

Extra #2

Estaba realmente feliz. Estaba en mi lugar favorito con una de mis personas favoritas.

Sus manos abrazaban mi cintura apegando mi espalda en su pecho. El ruido que emitían las olas al chocar entré si era maravilloso y el cielo casi lila por el atardecer era perfecto.

Decidimos dejar de caminar y nos sentamos en la arena; la felicidad que transmitían los niños pequeños, las personas riendo en las olas y uno que otro corriendo por ahí era increíble.

Daniel toma por sorpresa mi mentón atrapando mis labios con los suyos en un besos un poco salvaje y apasionado. Me alejo un par de centímetros teniendo solo en mí vista sus ojos. —Espera ¿que fue eso? —No me responde pues nuevamente sus labios se aferran un poco más lentamente a los míos. Sus manos viajan hasta mi cintura, pegándose peligrosamente a mí.

Nuevamente me separó para quedar a escasos centímetros —Ay muchas personas aquí

—¿Y eso debe de importarme porque...? —dijo con un tono sarcástico.

Le pegue una palmada juguetona en el pecho mientras reía por lo que había dicho —Mejor cállate. —Nuevamente me senté a su lado mientras veía como poco a poco la luz del solo iba desapareciendo.

—Perdón. —Le mire risueña ¿enserio pediría perdón por lo que acababa de hacer?

—No importa —le tome de sus dos mejillas como si fuera una de esas tías —cariño. Es tonto pedir perdón por besar a alguien ¿sabes?

—No me refiero a eso ¿sabes? —remarcó lo último imitándome a mí —bueno ahora así habló enserio. —¿entonces no era una simple broma? —Perdón por las veces en que dije mentiras o por las veces que te dije verdades a medias. Todas esas cosas negativas créeme me siguen afectando.

Me reí un poco —¿Así que hoy estas sentimental eh?

El no pareció tomar mi tono irónico muy bien, pues algo contrario de lo que pensaba seguía muy serio, incluso más que antes —hablo enserio Leslie.

Esta vez sus palabras me hicieron entender que no era una broma o una tontería lo que él estaba diciendo. Besé su mejilla, acaricié el mismo lugar con suavidad y volví a mirarle a los ojos. —No tengo nada que perdonarte, no tenemos nada que perdonarnos. Ambos hemos cometido errores, si lo acepto, pero somos humanos y para lo único que existen los errores es para aprender. — me regalo una pequeña sonrisa que no tarde mucho en corresponder.

Miré el lugar y como si fuera un abrir y cerrar de ojos todo estaba oscuro y muchas de las personas que estaban antes ya se habían ido. Quedaban tan pocas. El mar ya ni siquiera se podía ver. —Este lugar siempre me trae bonitos recuerdos.

—Sí, es muy relajante. Como es que un solo lugar puede tener tantos buenos recuerdos. —miré mi alrededor y sin pensarlo uní mis labios a los suyos en un profundo beso, el dejándose caer en la arena y yo sobre él. Esta vez fue el quien se separó —¿No decías que no.…?

No lo deje que terminará —Exacto "decía", pasado, además ahora no hay nadie aquí.

Sus manos acariciaban mi cabello mientras las mías lo tomaban fuerte de su camisa. Beso paso de ser lento y pausado a rápido y frenético en par de segundos. Su mano tomo parte de mi cuello hundiéndome más en él.

—¡QUE HACEN! —Ambos nos separamos inmediatamente mientras mi corazón la latía a mil por segundo. Quien quiera que estuviera hablando me iba a matar de un infarto. Esto inmediatamente me hizo recordar viejos tiempos. La enceguecedora luz de aquella linterna no permitía ver bien su cara. —Este es un lugar público. No se pueden hacer aptos tan bochornosos.

—¿Bueno y usted que se cree señor criticón? —aunque traté no pude evitar soltar una carcajada por lo que había dicho Daniel.

—Muy risueña y muy gracioso. Pues déjenme decir que lo único que me creó es la ley —sacó su placa de policía y nos la mostró a ambos. ¡Ay no! —solo le iba advertir y dar un buen regaño ya que parece que son muy jóvenes pero lo que acababa decirme usted tendrán una multa. —que nuestras bocas formaban una "O" era poco.

—P-Pero usted mismo lo dijo somos muy jóvenes, ya aprendimos la lección.

El comisario rio un poco mientras sacaba lo que al parecer era una libreta —¿dónde está la señorita que se reía por cada tontería que decía su novio? —alumbró su cara. Sus facciones eran de alguien que se estaba a punto de jubilar. Podríamos estar hablando de entre 50 o 60 años.

 

Multa: Demostraciones excesivas de afecto en lugar público.

Nombre: Daniel Miller.

Nombre: Leslie Carpentier.

Fecha: 17/02/19

Comisario: Walker Thompson.

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