Una sola regla

Capitulo 9

Bueno por lo menos estaba pálida y no roja como yo me lo imaginaba.

-Ni siquiera me hables- trataba de persuadir lo, no podía permitir una sola sospecha –sabes perfectamente lo que me dijiste, no te perdonare tan fácilmente.- Subí rápidamente a mi habitación, cerré la puerta y me deslices sobre ella, no podía creerlo, ¿acaso estuvo a punto de besarme?, ¿acaso le gustaba? O ¿solo estaba jugando conmigo?

*Daniel*

Me acerque levemente a Leslie, necesitaba sentir el rico aroma de sus cabello, ver sus hermosos ojos marrones, tocar su pelo castaño, necesitaba tener a esa pequeña en mis manos. Esa ropa la hacía ver tan bien, no pude resistirme, me abalance hacia ella, pero ella decidió alejarse dando pasos hacia atrás, choco contra la puerta…esta era mi oportunidad de acercarme.

Tome su cintura con mis manos, mire sus ojos, intercambiamos un par de palabras (que ahora no vienen al caso), saboreé su olor, vi su mirada inocente, observe sus labios (que estaba a punto de devorar), me agache y ella pareció empinarse (estaba feliz); pero fuimos interrumpimos por Alex, nos alejamos rápidamente, gracias a Dios Alex no pareció sospechar nada, sino quien sabe que hubiera pasado.

Ella subió a su habitación, parecían que los dos molestos (no sé por qué).

-¡Alex! No sabes el notición que tengo-

-¿Qué pasa?- dijo desganado.

Le di un pequeño codazo, quería de vuelta al simpático Alex, necesitaba a mi amigo de vuelta, desde la pelea con Bruno y Jonathan había dejado de ser el mismo –Jonathan va organizar tremenda fiesta y tu amigo no puedes faltar, todos van a ir.

Se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador, pareció sacar dos latas de cerveza –sabes muy bien, que desde que dirigieron lo de Leslie he estado demasiado ofendido.

Me ofreció una de las cervezas mientras yo hablaba –lo sé, pero sabes que son unos estúpidos, aliviánate, ellos siempre han sido así, solo bromeaban.

-Bien, iré, pero si escucho un solo comentario, no sabes…-finalizo bebiendo su cerveza.

-Está bien, me tengo que ir, adiós.

***

El camino hasta casa fue bastante tortuoso, estúpido Alex ¿Por qué siempre debía llegar en el momento menos indicados?, tenía la necesidad de estar con Leslie, ¡lo necesitaba!

Llegue a casa, estaba tan aburrido, lo único que hacía era pensar en Leslie, mientras fumaba y tomaba cerveza, esa niñita de alguna u otra manera había logrado meterse en mi cabeza, jamás me había pasado algo similar. Lo único que hacía con las chicas era, decirles dos palabras bonitas, llevarlas a mi casa, meterlas en mi habitación, acostarme con ellas y fin, así un ciclo sin terminación. Pero con Leslie, con ella era diferente, era algo más que físico, era más sentimental, (y llámenme loco) porque ella y yo no éramos nada, pero así yo lo sentía.

No permitiría que una niñita se metiera en mi cabeza, tendría que sacármela a como diera lugar. Llame a Lena esa chica desde hace meses había rogado un poco de mi atención ya era tiempo de darle una oportunidad y ver sus “dotes en la cama”.

-Hola ¿Lenei?- la verdad era un estúpido, ni siquiera sabía el nombre de las chicas y cuando los sabia lo pronunciaba mal.

-Lena, me llamo Lena- suspiro-¿Cuántas veces debo repetírtelo?- su tono de voz cambio inmediatamente –pero por ser tú, puedes llamarme como quieras.

-Muy bien Lena- recalque en la última palabra –si quieres puedes venir a mi casa y divertirnos un rato a solas- sí, lo sé, siempre he sido muy directo.

-¡Sí, claro!- dijo exaltada.

De verdad necesitaba urgente olvidar a Leslie, o si no, me volvería loco.

Lena ya sabía mi dirección, varias veces había ido hasta mi puerta “insinuándose”, pero yo la había rechazado.

Al cabo de una hora y media escuche el timbre, apague el cigarro y deje de beber. Abrí la puerta y hay estaba ella. No le di tiempo de mediar palabra, jale su brazo, cerré la puerta y la encajone sobre ella, devore sus labios, mientras acariciaba su cabello.

Entrelazo sus piernas alrededor de mi abdomen, la lleve a mi habitación y rápidamente me quite la camisa, seguí besándola instintivamente sin parar (pero seguía pensando en Leslie).

Dejaba húmedos besos en su cuello, lo que encadenaba marcas de placer. Mis dedos recorrieron sus hombros y muslos.

La chica parecía llenarse de placer mientras gemía mi nombre -¡Daniel!- enrede su cabello entre mis manos, rápidamente esfume su vestido. La chica tomo la iniciativa, beso mi cuello con destreza, dejando también besos húmedos. Tenía experiencia, sabía lo que hacía, mis niveles de placer estaba al tope.

-Leslie- susurre contra sus labios, ¿Qué acababa de decir?

Paro inmediatamente, mirándome asombrada y enojada. Se acercó de nuevo, dándome una cachetada.

-Tremendo idiota- grito y bajo de la cama, mientras tomaba su vestido.

-Lenei, por favor, terminemos con esto ¿si?

Me fulmino con la mirada, parecía querer matarme –primero que todo me llamo Lena, soy Lena y segundo hermoso plan- aplaudió sarcástica -¡claro!, como es la hermana de tu amigo- ¡mierda!, por un momento pensé que no sabía quién era –sabes que es imposible estar con ella, llamas la primera estúpida, para que mientras lo hacemos pienses en ella.

Trato de abrir la puerta, pero yo se lo impedí –por favor, esto no lo puede saber nadie- la tome fuertemente de la muñeca.

-Suéltame animal- se zafo como pudo, ella no quería estar cerca de mí, parecía no querer ni verme –si no le digo a nadie no es por ti- me miro con desagrado de arriba abajo –no quiero arruinar mi reputación, todos creerán que prefieres a esa niñita tonta que a mi.- Si Alex llegaba a enterarse quién sabe lo que pasaría.

Me puse frente a ella angustiado, bajando mi mirada (no podía mirarla directamente a la cara), -¿ahora qué quieres idiota?- me miro fría -¿Por qué me sigues?- espeto frunciendo el ceño y volteando los ojos con desagrado.

-Gracias- al terminar la frase, abrieron la puerta frente a nosotros. Era Merie, mi madre.




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