Desperté tarde bastante común en mí cuando se trata de fines de semana.
Fui a la cocina y Dios, estaban Alex y sus amigos reunidos.
Llevaba una larga y ancha camiseta que pertenecía a mi hermano, por lo general tomaba sus camisas para dormir (eran muy cómodas) y ni hablar de mi cabello recogido en un chongo de infierno.
Pude sentir la mirada de los cuatro puesta específicamente en mí -hola preciosa- estaba tan acostumbrada a que Bruno me saludase así que ni siquiera llamo mi atención.
-Hola- dije mientras los saludaba a todos y me dirigía a la cocina.
-¿sabe cocinar?- pregunto Jonathan burlón.
Alex nuevamente intervino hablando por mí y eso comenzaba a hartarme.
-Sí, su especialidad es el cereal con leche- todos rieron. Me limite a voltear los ojos con desagrado.
Y efectivamente tome mi cereal favorito y la leche del refrigerador. Pero no piensen mal, no soy una experta en la cocina pero me defiendo.
Me senté en la mesa junto a ellos. Daniel me miro y sonrió y yo hice lo mismo.
-Daniel algo me dice que esta será la mejor fiesta de este jodido mundo- aseguro Bruno –habrán mujeres, muchas mujeres que estoy seguro terminar en nuestras camas- me atraganté con tan solo escuchar esas palabras.
-Leslie- Alex me daba suaves palmaditas en la espalda -¿estás bien?- yo simplemente asentí. El ambiente se puso tenso. Me enojaba el simple hecho de imaginar a Daniel besándose o algo mas con otra chica.
Termine mi desayuno y llame a Michel.
-Leslie, hola ¿preparada para esta noche?- Dios, esta chica sí que era rápida, apenas estaba por empezar el medio día y ella ya pensaba en la media noche.
-Claro, pero debo idear un plan para escabullirme de Alex, no quiere que valla pero eso no me va a detener.
-Espera, tengo una idea- grito emocionada –esperaras a que él se valla, yo te alcanzo y los tres nos reunimos.
La ducha me caía como anillo al dedo, con el verano que empezaba en la ciudad.
Baje y me senté junto a ellos, todos estaban entretenidos con sus consolas.
Alex me miro con desaprobación y de inmediato supe lo que estaba pensando. Solo llevaba una falda y un crop- top ¿hay algo de malo en eso?
Jonathan y Bruno miraban mi trasero y pechos y a decir verdad no eran para nada disimulados.
Me senté en medio de Daniel y Bruno y Tome la consola de Bruno, quería romper los horrible momentos incomodos.
-¿Sabes jugar?- Daniel parecía incrédulo.
-Claro- dije orgullosa –te aseguro que les ganare.
Y efectivamente los vencí casi a todos.
***
Llego la noche y la casa estaba empavonada de loción masculina…Alex.
Eran alrededor de las 9:30 de la noche
-Leslie- dijo mientras abría mi puerta – ¿Qué haces?-
Todo era de acuerdo al plan –nada, veré una serie en netflix.
Miro desconfiado – ¿no iras a esa fiesta, verdad?- mi cuerpo comenzó a sudar era pésima mintiendo y más cuando se trataba de Alex.
-No, me aburren las fiestas- su intimidante mirada me hacía sentir incomoda –me quedare viendo esa serie- señale el televisor –ya te dije.
Me sonrió y se acercó para darme un beso en la frente –está bien enana, pórtate bien y no me esperes que llegare tarde.
¡Oh! Alex- pensé –ni te imaginas la sorpresita que te voy a dar, será épica. ¿Quién se cree para darme órdenes?
-¡Mich!- susurre en el celular –ven, ya se fue.
-Lo sé, los he estado vigilando detrás de este árbol desde hace un rato- dijo acelerada.
-Wow- reí –amiga eso da miedo- de repente escuche el timbre, era Michel.
Me puse un short, una camisa blanca de tirante y unas zapatillas sport y si ya se era un look muy relajado pero prefiero sentirme cómoda. A diferencia de Michel que llevaba un ajustado vestido rojo escandaloso, bastante corto con uno tacones bastantes altos.
Evan nos recogió en su auto.
Al llegar lo primero que vi fueron luces de colores por doquier, música hasta estallar los oídos, jóvenes bailando, besándose, tocándose y bebidas, muchas bebidas alcohólica. Había tantas personas que ni siquiera podíamos pasar.
Bruno bailaba sensualmente con chica, Jonathan arrinconaba en la pared a otra (estaba muy borracho) y Alex besaba desenfrenadamente a Lena (eso me dio nauseas). ¿Pero Daniel?, ¿Dónde estaba Daniel?
Luego de un rato buscando con la mirada lo encontré, estaba detrás de todo la multitud sentado en la barra mientras bebía alcohol.
Me acerque tímidamente a él. Sus ojos miel brillaron de repente –Leslie, te estaba esperando, llegue a pensar que no vendrías.
-Pues yo…-esa voz tan familiar me callo.
-Leslie, ¿Qué haces aquí?- voltee lentamente, era Alex –dijiste que no vendrías, dijiste que te quedarías en casa.
-Solo cállate- grite –ya no soy una niña, entiéndelo.
-Vete ya a casa- ordeno.
Salí enojadísima de ahí, valla la casa de Jonathan era muy grande, estuve un solitario balcón. Después de todo no era tan malo ser baja, había logrado que me perdieran de vista entre la multitud.