El beso parecía interminable. Nuestros labios se tocaban hábilmente. Nos separamos por falta de aire.
Respirábamos agitados mientras nos mirábamos con una mutua sonrisa.
-Me gusto- dijo mientras me guiñaba el ojo. No sabía que responder, estaba muy nerviosa.
-A m-mi ta-tambien- me maldije a mí misma por siempre tartamudear cuando estaba a su lado. Sus ojos miel estaban encima de mí.
Se acercó de repente y me robo un beso. Se fue del lugar y yo me quedé sorprendida.
Entre a la fiesta; ahí estaba Alex con los brazos cruzados y fulminándome con la mirada, intente ignorarlo pero me tomo del brazo.
-¡Hey!- susurro.
-¿Ahora qué quieres Alex?- dije desganada.
Me miraba tan mal que si las miradas mataran en estos momentos estaría tres metros bajo la tierra –voy a dejar que te quedes solo porque no quiero irme y perderme esta fiesta.
Me zafe bruscamente de sus manos –que quieres que te diga ¿gracias?- puse una sonrisa irónica mientras le daba la espalda y me dirigía hacia mis amigos.
-¿Dónde estabas?- Evan se veía mareado.
-Eh, hablaba con el idiota de Alex, no quería que me quedara pero termino cediendo.
-Que bien amiga brindemos por eso- Michel sirvió tres copas torpemente, estaba bastante borracha. Evan y yo nos miramos preocupados por ella.
Era la primera vez que tomaba alcohol y no fue para nada agradable. Era algo amargo y cuando paso por mi garganta sentí el ardor, mi ceño se frunció de inmediato como si hubiese comido un limón.
Michel comenzó a bailar con todos los de la fiesta, parecía una loca.
Daniel hablaba con mi hermano. Podía sentir su mirada sobre mí y eso me ponía nerviosa.
Empecé por la segunda copa, luego la tercera, cuarta, quinta y sabrá dios cuantas más. Nunca me había sentido tan mareada como ese día en específica.
-Vamos Evan- grite –vamos a bailar.
Estábamos bailando juntos muy juntos, más de lo que deberíamos. De ahí en más los recuerdos en mi mente son bastante borrosos.
*Daniel*
Aunque nunca lo admitiera en público estaba demasiado feliz de besarla, había esperado este momento desde hace mucho tiempo y la verdad jamás pensé que llegaría a pasar. Hasta que la vi bastante borracha bailando con el chico al que había golpeado, estaba realmente enojado.
Cuando vi sus manos encima de la pequeña cintura de Leslie enloquecí. Mire a Alex y él estaba realmente furioso.
-¿Qué cree que está haciendo?- su cara estaba roja.
-Solo está un poco borracha- puse mi mano en su hombro –tranquilízate un poco.
Dio un paso en dirección a ellos pero lo detuve.
-Espera- lo mire – ¿Qué piensas hacer?- me ignoro totalmente y siguió su camino.
Desde lejos vi todo, tomo a Leslie del brazo, la jalo y la llevo hacia nuestra mesa.
-Te quedarás aquí, entiendes, aquí- le señalo el a ella.
-Está bien, está bien- dijo risueña.
Bruno y Jonathan desaparecieron creo que tal vez estarían en los cuartos con unas chicas y Alex bailaba con Lena.
Ella estaba justo al lado de mi asiento. Escuche su bostezo y cerro sus ojos.
Recostó su cara sobre la mesa esparciendo así su largo cabello café avellana sobre todo el lugar, se veía tan dulce y tierna. Me quede embobado mirándola.
Alex la tomo y la cargo poniendo sus brazos atrás de su nuca y atrás de sus rodillas, llevándola al auto.
*Leslie*
Desperté y mire el lugar confundida pero me despreocupe al ver que era mi habitual habitación.
Baje a desayunar pero el dolor de cabeza pudo conmigo. Salí corriendo hacia el baño y vomite. Alex se recostó muy relajado en el marco de la puerta.
-Querida hermanita eso se llama resaca- podía escuchar su irónico tono de voz.
Me sentía realmente enferma.
INSTAGRAM: natalia_are_moreno
Sé que es un poco corto, prometo esforzarme más para que sean más largos y GRACIAS POR LAS 4000 VISTAS de verdad jamás lo imagine… los AMO.