Una sola regla

Capitulo 27

*Daniel*

Decidí no tocar el paquete que Jackie me había dado, si volvía a siquiera intentar volver a hacer eso no solo me lastimaría a mí sino también a mi madre, Leslie, Alex, Jonathan, Bruno e incluso a Derek. Lo deje guardado en mi bolsillo debajo de la cama.

Minutos después revise mi celular y vi los mensajes de Leslie.

Leslie.

-Daniel, hola te necesito, ¿podemos citarnos y hablar?

-Daniel, ¿estás ahí?

-Daniel hola…

-…

¿Podrías llamarme?

-…

-Siento tanto no poder contestar tus mensajes pero he tenido tantos percances que no he podido ver mi celular. ✔✔

-Qué te parece mañana en la tarde, yo te recojo ✔✔

Ok, me dejo en visto y eso solo significa una cosa: está molesta.

-Leslie ¿acaso estas enojada conmigo? ✔✔

Sigue sin contestarme. Sigue dejándome en visto.

-Vamos cariño no puedes dejarme en visto para toda la vida… contéstame por favor✔✔

Nuevamente aparecieron las palomitas azules pero arriba decía (escribiendo) eso es bueno o eso creo…

Leslie.

-Está bien. Mañana en la tarde será.

-Siiiiii✔✔

***

Estaba justo a unas cuantas casas de ella; necesitaba hablarle.

Leslie.

-Salgo en cinco.

-OK, OK AQUÍ TE ESPERO. ✔✔

Leslie.

Mentirle a Alex es menos fácil de lo que parece.

-¿Y en donde estarás?

-¿Para qué quieres saber?

Los momentos en que pausaba para mirarme directamente a los ojos mientras tomaba sus jugo se me hacían eternos. – ¿Qué no es obvio?, podría pasarte algo por ello debo saber con quién y en qué dirección estarás.

Le acaba de decir a Daniel que “saldrían en cinco” pero viendo ahora mismo la situación eso podría ser imposible. Disimuladamente tome mi celular y le escribí a Michel.

-Michel, ¿podrías nuevamente mentir por mí?...

-¿con que?

-Necesito hablarle a Daniel pero Alex no me deja salir tu podría…

-Vamos niña, ve justo al grano

-OK tienes razón

-Si por alguna razón Alex va a tu casa no lo dejes pasar por nada de este mundo o descubrirá que estoy mintiendo

-ESPERA ¿Qué?

-Para que me deje ir debo decir tu nombre y tu dirección… vamos alzo por mí

-Leslie pero es una locura ¿y si viene y no lo puedo detener?

-Se astuta es más tonto de lo que parece

-Está bien, solo lo hare porque eres mi amiga; espero no meterme en problemas con tu hermano

-No pasar nada te lo aseguro. ✔✔

-¡Oye que haces!- la voz de Alex casi me hace tirar mi celular; valla sí que era paranoica.

-Iré donde Michel y aunque suene estúpido te diré la dirección es avenida###*****

Por fin logre salir y a lo lejos vi el auto de Daniel. Fui corriendo hasta él.

-Hola, Leslie ¿Por qué te tar…

Antes de que pudiera terminar la frase me acerque a él robándole un beso y por unos segundos se sorprendió pero luego lo siguió.

-Valla, ¿Qué fue eso?

-Solo digamos que te extrañe.

-Yo también- me guiño el ojo y me beso tiernamente la punta de mi nariz.

No nos tardamos mucho en llegar a la playa, este lugar sí que me trae lindos recuerdos; casi instantáneamente recuerdo como Daniel me trajo precisamente alli con los ojos vendados y como medio mundo se dedicó a buscarme (fue inevitable no reír).

Daniel me mira extrañado mientras caminamos cogidos de la mano por la arena. – ¿Qué es tan gracioso?

-Lo siento, Es que recuerdo aquel día en que me trajiste aquí con…

Termina la frase por mí. –Los ojos vendados; si fue increíble… un día para nunca olvidar.

Mi cuerpo estaba recostado sobre su pecho mientras el acariciaba mi cabello.

Aparto unos mechones de cabello para acercarse a mi oído y susúrrame – ¿de qué querías hablar?- acerco sus labios a mi cuello besándome con suavidad hasta encontrase con mis labios.

Lo tome por la camisa acercándolo aún más a mí y casi rozando nuestros labios dije –ahora no importa.

Nos besamos con fuerza; nuestras lenguas se entrelazaban con facilidad, sus brazos se sostenían de mi cintura y los míos se sostenían en los hombros de su camisa halándolo más a mí para que el beso fuese mucho más profundo. Nos separamos por unos segundos para recobrar el aliento.

-Te quiero- sus manos ahora estaban sobre mis mejillas y sus lindos y amarillos ojos me miraban con ternura y felicidad.

-Yo también te quiero- lo que acaba de decir era cierto, lo que acababa de decir venia de mi corazón.

Sus manos nuevamente acercaron mi cara a la suya para luego besar dulcemente mi frente. Segundos después me tomo de la cintura cargándome en su hombro.

¡OH NO! Sabía perfectamente lo que iba a hacer. Por más que trate con todas mis fuerzas de soltarme de él fue imposible. De nuevo termine en el agua junto a él; Estábamos empapados (obviamente), mi ropa estaba mojada y las personas nos miraban extrañados, pero me olvide de todo eso al sentir sus labios sobre los míos, cerré los ojos y supe que cualquier lugar podía ser perfecto mientras estuviese con él.

Así estuvimos toda la tarde; decidimos estar en la arena y sorprendentemente nuestra ropa a excepción de nuestro cabello se secó por completo.

Veíamos como el atardecer iba cayendo poco a poco y como las olas terminaban en la arena; nuevamente me pregunto lo anterior. –Ahora dime ¿de qué querías hablar?

Mi ceño se frunció de inmediato. –Era sobre mi madre- aun me costaba tan solo nombrarla –ella ha vuelto.

Por alguna razón no pareció sorprenderse – ¿acaso ya lo sabias?

Dejo de mirarme y se dedicó a fijar su vista al horizonte. Asintió.

-¿Cómo?- pregunte muy sorprendida.

-Alex me lo conto todo.

Claro que tonta. Él era su mejor amigo de mi hermano y era más que obvio que Alex se lo iba a contar. Decidí cambiar el tema, era malo que siempre habláramos de mí y nunca de él.




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