Los pasillos del instituto estaban repletos de adolecentes; algunos reían, otros miraban sus apuntes al parecer bastante desorientados y unos pocos comían sus aperitivos.
Mi atención se centra en un chico que al parecer con una pequeña cinta reparte y pega unos cuantos volantes, a decir verdad el chico no tiene muy buena cara, compruebo su estado de ánimo al ver como casi me tira uno de esos. No le presto mucha atención, simplemente lo recibo y me dispongo a leer.
-Gracias – le digo casi en un susurro, a lo que el chico solo asiente y bufa.
Antes de que pueda ver la primera frase alguien va corriendo hacia mí y me arrebata la hoja; levanto la cabeza y compruebo que es Michel.
-¡Oh es la fiesta de final de año! – su tono de voz es un tanto risueño.
Frunzo el ceño e igualmente se lo arrebato. –Dame eso.
FIESTA DE FIN DE AÑO.
No te lo pierdas te aseguro que la pasaras increíble. Hoy en mi casa en la noche.
Te espero.
Att: Jonathan B.
-Por favor, parece propaganda de bajo presupuesto. – casi con la mirada la interrogo para saber si piensa ir.
-Leslie no seas tan pesada, deberías ir. Aunque no lo creas esas fiestas son toda una locura. De verdad son muy buenas.
Por supuesto que iría, necesitaba ver que era todo esto.
Estaba a punto de entrar al salón cuando me topé con Evan. No lo veía desde el incidente del beso; para ser sincera había tratado de evitar cualquier contacto con él, tan solo verlo a los ojos y recordar todo era incómodo y podría decir con seguridad que hasta penoso.
Trate de ignorarlo y entrar lo más rápido posible pero fue imposible, para cuando me di cuenta me sujetaba mi muñeca mientras me arrastraba a las escaleras.
-¿Qué crees que haces?- grite casi ordenándole que me soltara.
-Quieres tranquilizarte – parecía más una orden que una pregunta. –solo quería arreglar las cosas contigo y dejarte todo muy en claro. – asentí un tanto dudosa de lo que fuese a pasar; con mis manos le indique que prosiguiera. –Bien. Te seré muy sincero creo que fue un pequeño error lo que hice.
-Corrijo, fue un gran error. No debiste haber hecho eso.
Asintió cabizbajo y prosiguió. –tienes razón pero no me arrepiento. Solo quería pedirte perdón y que todo vuelva a ser como antes.
Le sonreí levemente aceptando sus disculpas.
…
Lo último que quería era llamara la atención, un vestido de rayas blancas y negras, una coleta, unos zapatos, un poco de rubor y un labial rosado me bastaron para estar lista.
La puerta de mi habitación repentinamente se abrió siendo Alex quien entrara bastante bien vestido (aquello me indico que de igual forma pretendía ir a aquella “fiesta” si así se le podía llamar).
Me sorprendió bastante que Gemma nos dejara ir tan fácilmente. No éramos definitivamente las mejores amigas (eso nunca) pero al menos comenzaba a llevarme mucho mejor con ella.
-Así que… - quedó unos segundos en silencio mientras pensaba lo que estaba por decir – ¿Iras?
-Pues sí, ahora mismo no tengo nada mejor por hacer.
La situación era cada vez más incómoda, sin embargo, aquello no me sorprendía.
Mordí mi labio inferior tratando de pensar en una conversación normal que pudiese tener con mi hermano pero no se me ocurría nada, absolutamente nada…
Mírenme aquí, parada frente a él como una idiota sin nada que decir.
-Creo que… ya me voy – señale a la puerta. El asintió haciendo lo mismo.
¿A caso esto iba ser para siempre? ¿Acaso nunca más recuperaríamos la confianza? Me entristecía pensar en ello. Cada vez que intentaba tomar la iniciativa algo pasaba y me detenía.
¿Acaso era el karma?
Llegue y lo primero que vi fueron adolecentes por todos lados. Aunque suene mentira unos tomaban, otros estaban acostados en el patio, muchos más se besaban y toqueteaban sin importar quien los mirara, bailaban, cantaban e incluso gritaban.
¡ERA UNA LOCURA!
El olor a alcohol y el ver a tantas personas en un solo lugar empezaban a frustrarme y como si fuera poco no veía una sola cara conocida. Más les valía que Michel ni Evan me hubiese dejado allí plantada.
*Daniel*
El jardín estaba lleno de personas y la música estaba a todo volumen, cosa que no me sorprendió para nada, después de todo era una fiesta.
Al entrar vi a Leslie quien al parecer acaba de encontrar a Michel y el idiota de Evan; no quería toparme con ella, la situación seria incomoda y era lo que menos quería.
En un abrir y cerrar de ojos la perdí de vista. Bruno me indico que lo acompañara a pasar el rato con unos amigos.
Alex y Jonathan se habían distanciado, bueno, Alex muchísimos más que Jonathan cosa que era de esperase.
*Leslie*
Trataba con todas mis fuerzas de zafarme de Lucas pero era simplemente imposible sus brazos eran mucho más fuertes que los míos, su aliento apestaba a alcohol y sus manos en mi cintura me incomodaban enormemente.
Veía hacia todos los lados posibles para encontraba la más mínima cara familiar para que me ayudase.
*Flashback*
Después de todo logre encontrarlos. Estaba agotada y necesitaba refrescarme.
-Oigan ¿acaso quieren una bebida? – ambos asintieron así que rápidamente fui por unas cuantas. Llegue a la mesa y para cuando estaba por servirme, una mano se posiciono en mi cintura; casi de un brinco gire para ver quién era y me encontré con un mareado Lucas a mi lado.
De verdad no tenía tiempo ni humor para lidiar con el ahora.
-Lucas basta por favor.
Este no pareció entender pues se acercó a mi oído susurrándome un par de cosas sin sentido –Oye sabes que me encantas ¿verdad? Preciosa. – Logre zafarme de él y lo esquive ignorando por completo lo que acababa de decir – ¿quieres bailar?
-No Lucas, de veras te lo agradezco pero solo quiero servirme un par de refrescos ¿puedes por favor dejar de molestarme? – estaba muy molesta pero trataba de sonar lo más tranquila y amable posible.