Una Suave Brisa

CAPITULO 4

Dos días transcurrieron desde el cumpleaños del joven Jin Ling, y en esos dos días dentro del Receso de las Nubes, la tranquilidad estaba a la orden del día, el ambiente místico transmitido por aquella bruma sumada a el sonido del viento y el constante ruido de las corrientes de agua y cascada brindaban la paz necesaria a los estudiantes del clan y en un futuro a los estudiantes invitados que vendrían a aprender de las lecciones impartidas por los diferentes maestres. Entre la multitud de docentes que en los últimos años se habían unido, el que siempre resalto y lo sigue haciendo es Lan Qiren; antiguo docente que muchos admiran y del que se dice, pude volver a un alumno revoltoso en uno ejemplar, aunque muchos aun mencionan que la única mancha dentro de tan impresionante carrera; no es otro que el que alguna vez fue conocido como el Infame Patriarca Yiling, Wei Wuxian, y del que se decía era enemigo número uno, del segundo Jade de Gusu; Lan Wangji, o mejor conocido como HangHuang – Jun. Un modelo a seguir para muchos y más por la increíble reputación que le precedía, justificado por el lema “donde está la maldad, ahí estará HangHuang-Jun”. Él junto a su hermano mayor eran los encargados de dirigir la secta, los mismos que se encargaban de que esta estuviera siempre en el camino de la justicia.

Curiosamente esa mañana aquel hombre de blancas y finas vestiduras, terminaba su ya tan conocido ritual; una vez más, después de que la última nota del Guqin se extendiera con “Inquiry”, una vez más observo el cielo y en sus ojos la soledad y la tristeza, una vez más se vieron reflejados, una vez mas no hubo respuesta, una vez más la vida volvió a recordarle que el alma de aquella persona probablemente había desaparecido o …quizás esta misma no quería hablar con nadie.

Las flores de Gusu ya habían empezado a florecer y con estas marcaban, casi otro año de la muerte de un ser muy amado, y porque mentir, esto desangraba el alma del segundo hombre más fuerte del Clan Lan y …porque no decirlo uno de los cultivadores más influyentes y quizás de los más respetados dentro del mundo de la cultivación. HangHuang – Jun el joven que junto a los mas prominentes de su generación llegaron a erradicar el mal, que en ese entonces el clan Wen imponía sobre los demás, o quizás por ser uno de los pocos que siempre mantenía la calma ante cualquier situación; admirado y alabado por los jóvenes de muchas sectas reconocidas, admirado y deseado por las damas de todas las generaciones; nadie dudaba que la unión con él sería como aspirar a estar con un dios, pero el enigmático varón mantenía a raya a todas aquellas que venían con esa intención, no mostraba aversión o siquiera interés, más con una cortes reverencia se inclinaba y procedía a retirarse. Muchos comentaban que las únicas veces que pudieron ver rastro de emoción alguna en aquel rostro, se remontan alrededor de casi 14 años en el pasado, cuando un joven y ruidoso joven llego al Receso de las Nubes y este causaba un gran alboroto a donde quiera que iba, pero el punto específico de este mismo, siempre había sido una única persona; el mejor alumno del profesor más respetado/gruñón de todo el lugar, Lan Wangji. Si alguien pudiera describir la relación entre ellos dos, diría ciencia cierta que el segundo jade, odiaba con fervor al joven discípulo de la secta Junmen Jiang, Wei Wuxian y otro comentaría que, este último disfrutaba molestando al joven “vestiduras de luto”.

Una relación que muchos creen hasta el día de hoy se basó en el odio-amistad, odio por parte de HangHuang – Jun y amistad por parte del que alguna vez fue conocido como una joven tierno, alegre y juguetón, que buscaba cazar algunos faisanes, recolectar semillas de loto, nadar, dormir o entrenar, el tan temido Patriarca Yiling.

Dejando a un lado su instrumento y con esos mismos ojos cargados llenos de ternura, abrió uno de los escritos que tenía al lado de la mesa, el que curiosamente dio a parar en una hoja doblada por la mitad, misma en la que yacía su retrato, dibujado con una excelente precisión y de rasgos finos, que podría competir con el original, lo único que difería era aquella hermosa flor en el flanco izquierdo del segundo jade. Lan Wangji observo nuevamente la imagen por unos minutos mas y con el mismo cuidado, volvió a guardarlo entre las páginas de aquel manuscrito que mantenía siempre cerca de sí.

Con la elegancia innata – propia del mayor - de siempre salió del Jingshi*y a buen paso se dirigió al salón principal, todo para recibir a su hermano mayor y líder de la secta Gusu Lan, Lan XiChen; mismo que ni bien habían transcurrido apenas unos segundos de su llegada hizo su aparición en el gran salón.

Siempre con la misma sonrisa en el rostro, pero hubo algo más que llamo la atención del menor de los jades de Gusu y es que, en la mirada tranquila y cálida de su hermano un brillo inusual se presentaba en sus ojos, y eso a ojos del joven le hacía volverse aún mucho más gentil y digamos que este le recordó un poco a sí mismo. Rememoro entonces que el traía la misma mirada cuando se trataba de cierto joven de vestiduras negras y rojas; esto alegro mucho a Lan Wangji, durante mucho tiempo, el menor de los hermanos había visto al mayor dirigir de la mejor manera posible a su secta y esforzarse para que su padre puede descansar en paz. Mismo motivo por el que había aislado su corazón y se enfocó en el bienestar de todos en el Receso de las Nubes; mas ahora parecía que en este viaje al fin su corazón había decidido abrirse.



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En el texto hay: fanfic, reencarnación, mdzs

Editado: 13.07.2020

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