una triste vida (borrador)

Capítulo 1 - Problemas-

Mi historia comienza unos días antes de que cumpliera dieciséis años. Era un día normal en mi  secundaria, estaba pasando por mi primer día de tercer año en la secundaria Wood Stone  que raro nombre para una secundaria, pero era la única en mi distrito.

La maestra de química estaba dando una de sus pláticas motivacionales que cada año nos da.

-bueno jóvenes, este año es el más importante, por el simple hecho de ser el último- se sienta en la silla que rechina frente al escritorio, solo para buscar un marcador en su maletín y volverse a parar –bueno creo que ya todos me conocen y los que todavía no tengo el honor de presentarme, soy la profesora, Beatriz Bernal – escribe su nombre en el pizarrón lentamente- y soy la encargada de darles la clase de química-.

Mientras la profesora Beatriz hablaba, yo intentaba llamar la atención de mi amiga, hasta que lo conseguí lanzándole una bolita de papel. Sandra y yo éramos amigas desde la primaria, desde que nos conocimos hacemos la peores travesuras.

-oye podrás ir a mi fiesta ya es la siguiente  semana- hablo en voz baja para que la maestra no, nos oiga.

- no sé, mis papás no me han dado permiso- se fija al frente para ver que estaba escribiendo la profesora  en el pizarrón y me vuelve a ver- se enteraron de la fiesta de unos de los amigos del el rarito de prepa, Frank,  y ahora piensan que todas las fiestas son como esa-

-qué mal, insísteles. Al cabo solo va hacer algo pequeño en mi casa-

-claro, pero no si me…-

De la nada la profesora aparecía enfrente de nosotros con los brazos cruzados.

-es el primer día de clases y ya están descontroladas, no lo puedo creer ¡a dirección… las dos!-

-pero maestra no estábamos haciendo nada malo, solo es la misma presentación de usted-

Sandra siempre me defendía de todo, aunque en algunas ocasiones le perjudicaba.

-no lo voy a repetir-

Nos levantamos y nos dirigimos a la puerta, el pasillo a la dirección parecía eterno y Sandra no me hablo en  el trayecto, simplemente miraba el corredor sin ni siquiera voltearme a ver.

-que tienes- me anime a preguntar pero su cara demostraba que estaba enfadada.

-qué crees… que tengo, por ti he tenido demasiados problemas- seguía teniendo la mirada fija en el corredor, pero apretaba su mano en forma de puño en repetidas ocasiones.

-yo no te he pedido nada, tu eres quien le contesta y responde a los profesores- me rasco el cabello.

-cómo eres tan… tan insoportables- voltea asea mi con sus ojos cristalizados –madison que no lo vez- su rostro estaba lleno de furia comprimida.

-qué quieres que vea Sandra-

-ni eso puedes hacer-

El resto del corredor Sandra estaba callada, solo se oía su respiración, creo por su forma de caminar que no quiere que siga con nuestra conversación.

Unos minutos después estábamos enfrente de prefectura, entramos y nos sentamos enfrente de la oficina del director con otra muchacha. Sandra paso primero con el director azotando la puerta.

Estaba en silencio hasta que la muchacha de al lado de donde estaba sentada hablo.

-y tú qué hiciste, malhechora-   

-solo estaba hablando con mi amiga,  cuando la profesora de química se estaba presentando-

-esa bruja, siempre arruinando un bonito encuentro-

Cuando termino de hablar se me escapo una risa muy irritable.

-creo que exageras un poco-

-lo dudo, esa profesora me ha atormentado desde que entre a esta secundaria en segundo-

-y cómo te llamas-

-rosa y tú-

-madison-

-bueno mucho gusto madison- extiende la mano hacia a mi

-mucho gusto rosa- le contesto el saludo

-oye pero yo nunca te había visto-

-es que soy de los salones que están después del laboratorio y además nunca…-

Antes de que terminara mi oración Sandra salió de con el director hecha una furia, camino enfrente de mi sin ni siquiera verme, mientras caminaba apretaba el puño con fuerza.

Me levante para detenerla pero…

-oye espera…-

Se dio la vuelta en un santiamén pero sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-para que quieres que espere- se da la vuelta dándome la espalda

-que te dijo-

-tu que supones madison- voltio empujándome al asiento junto a rosa- me cambiaron de salón y me dieron una carta de compromiso para mí y mis padres- su mirada era como navajazos al corazón, nunca había visto ese odio en sus ojos –según el director porque ya he tenido demasiados problemas y tú no eres una buena influencia para mí – miro la carta de compromiso que tenía en la mano y la autorización de cambio de salón en la otra- y creo que tiene razón-

Se da la vuelta y se va.

Minutos después el director salió de su oficina solo para hacer pasar a rosa.

Lo que me había dicho Sandra, sobre que era una mala influencia para ella, me retumbaba en la cabeza y me provocaba un eco en mi interior, nunca Sandra se había enojado con migo y mucho menos me había hablado así. A Sandra la conozco desde que estaba en la primaria, así que su indiferencia me duele demasiado.




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