una triste vida (borrador)

Capítulo 9 -c-921-

1

Estando acostada en mi cama viendo la oscuridad de mi cuarto, viendo objetos dar vida a sombras, oigo el viento chocar con el techo de mi casa haciendo un zumbido aterrador. Desde que he estado tan presionada me olvido de algunas cosas, específicamente recuerdos… no tan especiales, pero que he mantenido conmigo desde que los he vivido, claro unos regresan a mi mente y es en ese momento que me doy cuenta que los había olvidado, aunque creo que a todos nos pasa… ¿no? En mi mente simplemente queda el recuerdo del día en que se llevaron a mi madre, como el señor con uniforme blanco se la llevaba a rastras y como la golpearon para meterla en la vagoneta.

La oscuridad de mi cuarto es algo abrumadora, no me da miedo, solo ciento que soy un blanco de tiro del universo que solo está corriendo de un lugar a otra para ya no ser víctima de su maldad y destino desagradable, pero que nunca lo consigue. Me siento peor sabiendo que mi madre podría estar en peligro y del poco interés de mi padre, y cómo es posible que no haiga visto como la golpearon si estaba justo parado en un lugar que claramente percibiera todo. Me tapo con las sabanas de una forma que siento que alguien me abraza y me imagino a alguien que me dice que todo pasara.

Pensando en mi madre recordé algo que paso a los pocos días que mi padre se accidento. Mi padre siempre ha sido muy terco y si no logra sus propósitos se enfada, a los pocos días que pasó su accidente en la fábrica, trato de hacer la misma cosas que antes como; cargar objetos pesados; correr en las tardes; salir con sus amigos a tomar una cerveza o al campo de tiro, pero no podía así que se volvió en un punto de vista loco, cualquier cosa lo molestaba, a mi madre la trataba mal y a mi simplemente me ignoraba o se enfadaba conmigo por cosas insignificantes y un día cuando mi madre llego de buscar empleo, simplemente estallo, empezó a golpear las paredes y a lanzar platos de vidrio a las cosas que tenía más cercas, mi madre no sabía que hacer así que le llamo a un amigo  que tenía mi padre y se calmó, tiempo después iba a un psicólogo dos veces al semana, hasta que lo diagnosticaron mentalmente estable. Espero que la locura no sea hereditaria…

Ahora que lo pienso con más calma, la medicina podría ser un tratamiento nuevo de mi padre, cuando dijo; sin él me podría dar un ataque, creo que se refería a un ataque de ansias o de pánico que prácticamente es lo mismo pero con una pequeña diferencia. Si tuviera el medicamento y lo llevara con Bob el dueño de una farmacia que está a unas cuantas calles, él me podría decir para qué sirve el medicamento. Pero lo más importante para mí es como comprobar el golpe que le dieron a mi madre.

Sin pensarlo dos veces me levante de la cama y Salí al patio. La noche es fría y algo abrumadora. Entro rápidamente en el taller y me dirijo a los cajones, abro el cajón y sostengo el medicamento, al final antes de salir lo guardo en mi bolsillo. Estando en mi cuarto guarde el medicamento en un cajón donde guardo mis utilices de la escuela y me dormí…

2

Me levante por culpa de la alarma, me levante y me puse lo primero que encontré para salir, mi padre todavía no se despierta y quiero ir a la farmacia sin que se entere. En este momento son las siete de la mañana, mi padre desde hace tiempo tiene la costumbre de despertarse a las nueve o diez de la mañana. Salgo de mi cuarto de puntillas procurando que mis movimientos sean los bastantes delicados para que no provoquen el mas mínimo ruido, abrir y cerrar la puerta de mi cuarto ha sido el desafío más grande por que suena demasiado. Camino por el pasillo que conecta el cuarto de mis padres con el mío y bajo las escaleras, estando en la puerta principal con la mano en la perilla me detengo y volteo a ver las escaleras. Sin pensarlo más abro la puerta y salgo.

 Mis pasos son firmes, camino algo rápido porque no quiero que mi padre se entere que he salido de la casa por segunda vez sin su permiso y además que he agarrado su medicamento. La farmacia no está muy lejos, solo tengo que pasar por la secundaria y seguir caminando unas calles más.  El frio hace que mi piel sea como la de una gallina, no había pensado en cuanto frio podría hacer hoy, estas fechas son las que más me agradan pero en este momento no creo eso. La escuela cada vez está más cercas y no es de extrañarse ver a algunos compañeros, en lo personal no pensaba en eso cuando salí de la casa, bueno creo que no estaba pensando nada cuando me…

-¡he madison!...-

Escuchar esa voz me sorprendió, no quería voltear… no porque odiara a la que me estaba hablando o me callera algo más sino que solo no quería hablar con nadie en este momento.

-¡madison!-

La voz cada vez se escucha más cercas de mí así que voltee porque de lo contrario sospecharía que la estaba evadiendo… aunque quería al principio no le puedo hacer eso a rosa porque es mi amiga.

-hola rosa-

-hola madison- se detiene a respirar, creo que corrió para alcanzarme- por un momento pensé que me estabas ignorando, oye… ¿me estabas ignorando?- me mira a los ojos- ya demás por que no llevas tu mochila o no vas camino hacia la escuela-

-bueno, en primera lugar no te estaba ignorando- miro a mi alrededor y veo que me observan algunos- y en segundo lugar no voy a la escuela… voy a la farmacia-




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