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No puedo creer que Kerla, la única persona que fue directa y sincera conmigo ahora esté muerta. No me puedo imaginar el sufrimiento que debió de pasar en sus últimas horas de vida. Me puse a investigar más al respecto ignorando los problemas que tenía a mí alrededor, no podía soportar no saber que le habría ocurrida en esas momentos de su plena existencia en este mundo teñido de oscuridad y violencia. En internet no tenía mucha información solo descubrí que la habían atacado repetidas veces con una navaja de bolsillo, muchos sospechan que fue un intento de robo que salió mal pero otro grupo de agentes sospechan que no fue un intento de robo fallido por que los ataques que recibió fueron en alguna forma “personales”.
Mientras leía notaba la poca sensibilidad que tenían los medios de comunicación hoy en día, había comentarios muy ofensivos que declaraban que a lo mejor Kerla se lo había buscado y en otros decían que de aseguro era una mujer de vida alegre que se lo había buscado. Todos eran mentira. Kerla lo único malo que hizo en su vida fue haberse confiado en un momento peligroso, ella tan solo quería escaparse de este desastre…
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Mientras estaba en mi cama secándome las últimas lágrimas un coraje me nublo el razonamiento. Me levante de la cama. Agarré mi laptop y baje lo más rápido que pude las escaleras, fui a la sala donde se encontraba mi padre viendo Dexter. Me pare justo enfrente de mi padre. Coloque la laptop en una mesita que esta entre mi padre y yo.
Prendí la laptop y puse el video de las cámaras de seguridad del día que se llevaron a la fuerza a mi madre. Obviamente en las grabaciones no se podía ver con claridad el golpee que le dieron a mi madre, pero si se podía ver como sollozaba cuando la sacaban de la casa y eso me afirmo todo. Mi padre veía el video con demasiada atención, la seriedad y la expresión de su cara me daban miedo, el solo tiene el ceño fruncido. Pasaron unos segundo hasta que por fin paso el motivo de mi coraje. En el video se podía observar a mi padre con una sonrisa de oreja a oreja firmando un documento que le entrego uno de los hombre de IMTE, en el fondo se podía ver como mi madre forcejeaba con los dos hombres que la estaban obligando a meterse en la vagoneta. Esa sonrisa me recordaba exactamente a la que tenía mi padre en uno de mis sueños. Mi padre seguía viendo el video. Algo que me reafirmo las mentiras de mi padre fue que en una parte de la grabación mi padre saludo a uno de los trabajadores como si fueran amigos de años, la pregunta que me plantea la primera vez que vi las grabación que me dio Josh fue ¿Por qué trataron mal a mi madre si conocían a mi padre?. Otra de las cosas que me dieron mala espina fue que mi padre se había ido con los trabajadores de IMTE en la vagoneta cuando terminaron el papeleo.
Mi coraje era cada vez mayor. Sentía que en cualquier momento le tiraría un puñetazo en la cara a mi padre. Ya se habían acabado la parte que me importaba de las grabaciones de las cámaras de seguridad y mi padre todavía tenía la vista fija en la laptop. Cerré la laptop bruscamente y lo miré a los ojos.