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Mi ritmo cardiaco está demasiado acelerado. Mi cabello es arrastrado por la corriente de aire que choca conmigo mientras corro. Nunca había corrido tan deprisa, las zancadas que doy son algo cortas pero veloces. Miraba a todas direcciones pero no sabía hacia donde correr con certeza, hasta que vi la casa de Josh. Me acerque a la entrada y toque el timbre demasiadas y muy rápidamente que no podía distinguir ningún lapso de silencio entre cada timbre.
Volteaba hacia mi casa pero no podía ver bien por el reflejo del sol que le daba a la vagoneta que esta estacionada delante de mi casa. Me acerque más a la puerta principal de la casa de Josh y toque el timbre otra vez. Miraba la puerta y la desesperación que se había vuelto costumbre se volvió a apoderar de mí. La puerta se abril lentamente y de tras de ella estaba Josh.
Estando justo al lado de la puerta principal de la casa de Josh le conté todo lo que había vivido y el por qué le había pedidos las grabaciones de sus cámaras de seguridad, sentí que fue algo apresurado de mi parte pero si no se lo contaba me vería como una completa loca. Aunque de todas formas en este momento no se si en realidad estoy completamente sana de mis capacidades mentales. Josh solo me veía y no supo que hacer más que abrazarme, ese cálido abrazo fue muy reconfortante. Nunca había visto a Josh actuar de una forma tan madura, en algún momento pensé que se burlaría de mí y me diría mentirosa, pero fue todo lo contrario.
Mientras estábamos abrazados el timbre sonó, esa atmosfera de paz que me había inventado se esfumo en un abrir y cerrar de ojos. Mire a Josh y el me miro a mí. No sabía qué hacer, no tenía que fijarme para saber quién estaba en la puerta tocando el timbre, Josh no se movía de donde se encontraba. Respire bocanadas de aire lentamente para controlarme pero no era suficiente. Josh con un brazo señalo el interior de su casa y dijo:
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Salí por la puerta trasera que conducía a un enorme jardín con una alberca en medio. No me detuve a observar la decoración, lo mejor que podía hacer es correr hasta la estación de autobuses y tomar una hasta Springfield donde mi abuela me alojara y ella sabrá que hacer al respecto. Salto lo más rápido que puedo la cerca que divide el terreno de Josh con el de su vecino y corro por un extenso jardín repleto de rosas, las espinas de algunos rosales hacen pequeños rapones en mis piernas pero eso no me detiene. Salte la valla del vecino de Josh y me detuve en la acera de la calle porque no podía soportar más la presión que tenía en el pecho.
Respire varias bocanadas de aire y seguí mi curso. Mientras corría pude distinguir en la lejanía en direcciona a la casa de Josh el sonido de un disparo, no podía estar segura si el sonido procedía de un arma, pero que otra cosa causaría tanto ruido. Me detuve un momento y un dolor precedente del corazón me provoco que me arrodillara en medio del asfalto. Empecé a llorar, recordaba el momento en el conocí a Josh. La primera vez que nos vimos me puse demasiado nerviosa y él lo noto, me acuerdo como se burló de mí al respecto y como desde entonces mantenemos de vez en cuando conversaciones en Messenger, Josh fue un buen amigo…
Empecé a reanudar mi caminata, pero mis piernas empezaron a fallar y me caí en repetidas ocasiones. Mis fuerzas se fueron esfumando y el dolor de pecho ahora era una ráfaga de dolor que podía sentir desde el estómago hasta la cabeza. El sudor me nublo la vista y yo simplemente me arrastraba con las únicas fuerzas que me quedaban, mis lágrimas caen en el asfalto dejando un camino de lágrimas. Mis brazos estaban cediendo al dolor y me impedían seguir. Mi cabeza se estrelló contra el asfalto y solo podía ver como mi respiración levantaba del suelo partículas de polvo haciendo pesada mi respiración. Un sueño intenso me invadió, esto me ha pasado ya varias veces, no quiero dormir, él lo peor que puedes hacer en situaciones como esta.