Abrí los ojos lentamente para que se acostumbraran a la luz del amanecer. Me quite el pelo que tenía en la frente y mire el techo. Me acomode sobre las almohadas de forma que casi estaba sentada. Levante ligeramente la mano por encima de unos estantes que están justo arriba de la cabecera de la cama y agarre el control remoto de la televisión. Me acurruque en las sabanas. El frio cada vez se nota más, lo noto en el frio del aire. Prendí la televisión, la televisión estaba en un canal en donde dan las noticias y el clima. Toda la que queda de la semana ve estar haciendo frio, el viernes va estar debajo de menos cero grados. Me proponía a cambiar de canal pero cuando mi dedo estaba a punto de pulsar el botón del control salió algo que me conmocionó. La señorita conductora del programa estaba hablando de unos niños que estaban desaparecidos, y de unos cadáveres de unos infantes que tenían marcas y residuos de químicos. Me quede hipnotizada por la noticia, nunca había escuchado una noticia tan devastadora. Me senté completamente y seguí oyendo. La señorita del noticiero hablaba que los químicos encontrados en los cuerpos de los infantes eran drogas nuevas experimentales, que nunca se había visto algo así. La señorita se notaba que era nueva o era una suplente por su falta de dicción. Seguía hablando que el mayor sospechoso era una empresa farmacéutica que tenía poco que abrieron sus puertas, su dueño venia del extranjero. La señorita dejo de hablar y enseguida comenzaron los comerciales. –una empresa extranjera de farmacéutica- pensó- donde he oído hablar de una empresa que se dedique a eso- me rasque el cuero cabelludo- ¡¡ IMTE!! Se dedica a trastornos de distintos tipos y tiene un apartado de farmacéutica-.
En mi cabeza se vinieron muchas cosas. Talvez el sueño que tuve no estaba tan retirado de la realidad, talvez mi madre es uno de sus conejillos de indias. –Mi padre tiene que enterarse de esto- pensó – o qué tal si ya lo sabía- me cubrí la boca con una mano- la tarjeta-. Me levante de la cama y entre un montón de ropa que estaba tirado de días anterior busque la tarjeta que me había dejado la señora de IMTE. Busque un buen rato entre los pantalones y camisas, cuando estaba a punto de rendirme la encontré en un bolsillo de una camisa, no entiendo como llego hasta ese lugar pero no le tome importancia, porque ya tenía la tarjeta con la información en mis manos. Deje la tarjeta en mi escritorio y me dirigí al baño a ducharme.
Entre en el baño. Abrí la llave de la regadera. me quite la ropa y me metí en la regadera con cuidado de que el agua no estuviera tan caliente, aunque eso en realidad no me importaba por que el clima estaba muy frio y una ducha caliente me vendría bien. Cuando por fin sentí el agua caer sobre mí, recorriendo me la espalda, mi músculos se relajaron, no sabía lo tensos que estaban. El agua me ayuda a pensar, a poner mis ideas en orden. Después de un tiempo me acabe de bañar. Me seque con una toalla grande y me la enrolle en el cuerpo. Camine hacia mi cuarto. Me cambie.
Me senté en una esquina de la cama y saque mi celular de debajo de las sabanas. Me levante y camine hacia el escritorio, me senté en la silla. Agarré la tarjeta con la información. La mira un tiempo. La sostenía con la mano izquierda, me temblaba un poco la mano. Puse los números en el celular y mi dedo se puso encima del botón de marcar pero algo lo detuvo. Mi dedo quedo congelada a un centímetro del botón de marcar. La pensé un tiempo. Mis pensamientos eran confusos, pero la incertidumbre me invadió así que decidí marcar. Timbraba pero no contestaba nadie, cuando estaba a punto de dar el último timbrazo contesto.
-bueno, ¿puedo ayudarle?-
-sí, usted es- miro la tarjeta para ver si estaba el nombre de la señora a la que llamaba- keira- lo encontró escrito en la parte posterío-
-sí, ¿puedo ayudarle?-
-s…si, usted vino hace poco a mi casa a limpiar el “desorden”- se acordó como se refirió al cuarto el día que la conoció- me dejo una tarjeta-
-te veo a las dos de la tarde en el parque estatal- colgó.
Vi el celular algo desconcertado. –Se habrá acordado- pensó- creo que si fue hace poco que nos vimos-. Guarde la tarjeta en un cajo y agarre una mochila extra que tengo, guarde algunas cosas que siempre llevo cuando salgo de improviso. Vi la hora <<1:30>>. No entiendo por qué estos días se ven las horas demasiado rápidas. Me termine de arreglar y baje a la planta baja. Bajando las escaleras y viendo los huecos que habían dejado las fotos que estaban colgadas, oí un ruido que venia del comedor. Baje lentamente lo que quedaba de escoleras. Camine hacia el comedor. Entrando en el comedor lo primero que vi fue a mi padre sentado en una de la sillas, tenía el torso sobre la meza y los brazos extendidos hacia delante. Entrando en la sala me llego un olor a alcohol. Me encamine hasta llegar a su lado. No se movía pero respiraba muy lento.
Camine a la entrada y abrí la puerta. Antes de Salir mira por última vez a mi padre. Era la primera vez que lo veo en ese estado, a lo mejor tomaba pero nunca delante de mí a donde yo pudiera verlo en ese estado, pero ¿Qué había cambiado? Creo que él no tiene el carácter para soportar cosas de este estilo, ni yo los tengo por eso no he ido a la escuela, porque no quiero soportar las preguntas que me podrían hacer, o simplemente me molestaría que me vieran con lastima. Nunca me había gustado que alguien sintiera lastima por mí, siempre he tratado de ser fuerte en situaciones de crisis. Me acuerdo de cuando mi padre perdió su trabajo debido a su lesión, estuvimos en un estado de crisis, mi madre supo cómo solucionando, y yo también puse de mi parte al economizar mis gastos y gastar menos dinero, hasta ahorre para cuando no me pudiera dar para la escuela. Fue difícil pero logramos superarlo y ahora mi madre tiene un trabajo estable en donde le pagan muy bien. Salí de la casa con la esperanza de que Keira me pudiera dar información. El parque estatal estaba algo retirado así que tuvo que irse en el transporte público por que el viaje fue de improviso y no tenía para un taxi.