Una última vez

Un poco de paz

Enith:

Al abrir los ojos lo primero que noto es que no es mi cuarto, entonces todo vuelve a mí, el hospital, el parto, el asesino, Thesion y mi bebé, mi corazón late rápido y una enfermera se acerca a mí.

- Calma señora Bianchi, todo está bien –susurra suave, intento respirar y calmarme.

- ¿Y mi bebé? –pregunto mirando a los lados, estaba en un cuarto y no había nadie.

- En un momento lo traeremos, además de pasar a su familia –me sonríe de manera tranquilizadora, asiento. La veo salir y hago un recuento de todo lo que pasó hasta hoy, de verdad deseaba un poco de paz en medio de todo este caos, de verdad lo ansiaba.

Sonrío cuando mamma, la señora Caruso, Jackson, Maddie, Rachele y Thesion entran, mi pequeña se sube a la cama y me abraza.

- Mami, mami, ¿y mi hermanito? –su enorme sonrisa disipa un poco el miedo y la angustia vividos antes.

- Ahora lo traen mi amor –acaricio suave su mejilla, veo a Preston y demás entrar con flores y globos.

- Algunos son de nuestra parte señora, y otros de los trabajadores de la empresa, como no pueden ingresar todos, nos han pedido que se los traiga –colocan todo dónde pueden, sonrío enternecida por el gesto.

- Permiso –escucho a la enfermera de antes, todos se mueve y entonces lo veo, tan precioso y perfecto como lo recuerdo, lo coloca en mis brazos y justo ahora, rodeada de toda la gente que quiero y/o estimo, siento esa paz que hace tiempo no sentía.

Abre sus ojos y por un momento puedo verlo, era verlo a él, lloro en silencio.

- Es hermoso, como papá –Rachele toca suave sus manos y mejilla–, es tan pequeño, hola Enirov, soy Rachele, soy tu hermana mayor –toma su manita, él prensa su dedo–, mamá, me reconoce –sonríe emocionada, asiento, todos se acercan para verlo.

- Sé que están emocionados pero necesito que la dejen amantarlo, denle espacio –Thesion los aparta suave, toma a Rachele en brazos, asiento, me descubro y con cuidado hago que se pegue a mí, lo veo mover su boquita, sabía que debía hacer por Rachele. En un punto comienza a succionar, muerdo mi labio esperando producir leche y poder alimentarlo por mi misma. Suspiro cuando veo que sigue mamando y lo veo tragar, les sonrío a todos.

Por la tarde nos dieron el alta, Thesion me había hablado sobre estimulación temprana, más que nada para ayudarlo a que desarrollara lo que le falto por ser prematuro, así que ese mismo día le llame a la fisioterapeuta amiga de Thesion, en cuanto antes comenzara mejor, así mismo él estaría viniendo para supervisar que todo estuviera bien, más que nada porque me sentía en pánico, y al igual que mi pequeña, no deseaba pisar un hospital jamás.

Tras días en calma, vi en las noticias los resultados de aquel fatídico día, habían muerto once, un titular, dos residentes, un interno, tres enfermeras, dos radiólogos y dos guardias, había tres miembros del personal heridos de gravedad, y siete más con heridas leves por roce de balas o disparos en lugares no mortales. Sólo podía decir que todo había sido un caos, había sido una lamentable noticia, algunos de los doctores sobrevivientes pero que estuvieron a punto de morir, estaban de descanso, eso incluía a Thesion, sabía que pasaba mucho tiempo con su padre, suponía que aquello lo había hecho reflexionar, y a mi también, y confirme lo que sentía cuando Adley se presento al siguiente día de mi alta, habíamos hablado como personas civilizadas, incluso le había permitido cargar al bebé, sabía como hacerlo por Zack, la culpa por saber que él no era el padre biológico del pequeño me carcomía, pero sabía que sin importar qué, ese niño era su hijo, durante casi ocho años había cuidado de él, era un acto muy cruel revelar aquello, incluso aunque lo odiara por lo que pasó, eso es algo que no usaría para castigarle, era un acto inhumano y por demás cruel.

A la semana nos habíamos cambiado a la nueva casa, mamma se había hecho cargo de todo, el departamento lo vendería, era mejor que tenerlo acumulando polvo, sin duda alguna, extrañaría la vista de los preciosos ventanales, aunque no me podía quejar de mi habitación, era grande y la vista daba hacia el pequeño bosque detrás del residencial. Él pequeño dormía conmigo, había adaptado la cama para poder alimentarlo a cualquier hora, y Rachele había decidido dormir conmigo y con su fratellino (hermanito).

- Es tan bonito mami –susurra mientras le ve dormir, los miro sonriendo.

- Mi vida, ven –palmeo el lugar a mi lado, ella asiente y se acomoda a mi lado–, quiero contarte algo muy importante, ¿escucharás a mamá? –ella asiente seria–. Verás, antes de conocer a papá, conocí a una persona de la que me enamoré desde muy chiquita hasta que fui grande, por diversas cuestiones no pudimos seguir juntos, y me fui lejos para empezar de nuevo –ella me observa atenta.

- ¿Y ahí conociste a papá y te enamoraste de nuevo? –me mira emocionada, asiento cepillando la cabeza.

- Sí, y fue el encuentro más hermoso y maravilloso del mundo, porque él era un ser humano extraordinario –ella asiente de acuerdo–, jamás dudes del gran amor que él sentía por ti mi niña, jamás olvides eso.

- No lo haré mamá, lo prometo –alza su dedo meñique, alzo el mío y los unimos.

- Cuando dos personas se aman mucho, mucho, sucede que nacen niños preciosos como tú o Enirov –toco su nariz, ella ríe–, ¿recuerdas qué te dije que lo amaba mucho? –ella asiente lento, creo que sabía por donde iba todo, tenía un nudo en la garganta–, cuando me fui no sabía que venías en camino, fue tiempo después –hago una pausa, mi pequeña lloraba, la abrazo–, sé que no es justo que te diga esto ahora, pero han pasado tantas cosas que no quiero que pase más tiempo sin que lo sepas, te amo Rachele, tú y él son mi vida entera, y desearía no habértelo dicho, pero no es justo –ella se aferra a mi ropa llorando con fuerza no sé por cuanto tiempo, sólo sé que ya no llora cuando su cuerpo deja de temblar.




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