Una última vez

De lo bueno, poco

Enith:

En la empresa todo iba perfecto, calculaba que en un año más o menos podríamos volver, aunque lo estaba pensando, Rachele se estaba tomando bastante bien la situación de tener dos papás, y sobre todo, que tenía otro hermano menor, también estaba encantada de tener dos abuelos más, lo irónico de todo este desastre era que ahora los padres de él me veían con buenos ojos para ser su nuera, y con todo el respeto que se merecen por ser mayores, que les dieran.

Después de mucho había decidido ir al hospital, no iba olvidar la promesa que le había hecho a Thesion, así que tras respirar varias veces, entre al hospital y posterior, al ascensor. Bajo en el último piso y camino a la oficina del jefe Brennan.

- Señora Bianchi, que gusto verla por aquí –me sonríe nada más entrar, me hace la seña para que tome asiento, hago como pide.

- No fue fácil volver, pero esto hace tiempo que lo había decidido –abro mi bolsa y saco mi chequera–, quiero hacer una donación al área de pediatría, más que nada para la investigación del doctor Thesion Solon –comienzo a llenar el cheque, este tenía al menos nueve ceros–, pero no sólo eso, quiero ser mecenas del hospital –le extiendo el cheque, observo su cara de sorpresa.

- Esto es... gracias señora Bianchi –estrecha mi mano sonriente–, y la tendré en cuenta, no se preocupe –asiento.

- Esto no es nada a comparación a todo lo que le debo al doctor Solon, no sólo mi vida, le debo lo más importante, la vida de mis hijos, y eso es lo más valioso para mí –él asiente, guardo todo y me pongo de pie–. Gracias por su tiempo –le sonrío antes de salir, camino al elevador, iría con la doctora Torres para darle las gracias también.

 

Thesion:

Me encontraba haciendo chequeos de rutina de algunas de mis operaciones, seguía trabajando en mi investigación, había hablado con la FDA y esperaba su aprobación para el estudio, también debía buscar un patrocinador ya que el equipo médico que necesitaba era costoso pero era lo más innovador hasta ahora.

- Gracias enfermera –le doy el expediente y me giro para irme, entonces la veo, habla con la doctora Torres, supongo que le está agradeciendo, intentábamos que todo fuese lo más normal posible, aunque seguíamos sintiendo todo a flor de piel.

- Thesion –escucho que me llama, me había quedado viendo a una habitación vacía–, seguro te lo dirán pronto, pero ya hice la donación para tu estudio, espero que te ayude, si necesitas más, no dudes en pedirlo –la observo con sorpresa.

- ¿Qué tú qué? –la pregunta sale por si sola, ella ríe bajito.

- Hice una donación a tu área, pero seguro estaré donando para otras –toma mis manos y las aprieta suave–, te debo la vida y salud de mis hijos, eso no tiene precio Thesion, todo lo que te pueda dar jamás será suficiente –asiento sin saber que más decir, la abrazo emocionado, con esto la FDA no podría retrasar mi propuesta, tendría el equipo necesario.

- Gracias –la hago girar, ella chilla riendo, la dejo suave en el suelo, mis manos en su espalda, las de ella en mis brazos. La observo atento, era muy hermosa, no que antes no lo hubiera notado, pero esa había sido una apreciación muy rápida, ahora era una apreciación más profunda, y no sólo era preciosa por fuera, también lo era por dentro, era divertida, espontánea y cálida, acomodo un mechón de su cabello, al hacerlo rozo su mejilla y siento una especie de corriente eléctrica saltar por mi brazo, y creo que ella también lo notó ya que dio un pequeño salto.

- Yo –dice bajo, gritos se hacen presentes y ella se aferra con miedo.

- Calma, es un paciente que ingresa –hago que me mire, ella asiente y suspira, veo a todos moverse, hacían RCP mientras movían la camilla, lo veo ir a una habitación y seguir con la reanimación.

- Doctor Solon –una enfermera me llama, me giro a verla, luce angustiada.

- ¿Pasa algo con algún paciente? –me alejo un poco de Enith y me acerco a la enfermera Marie.

- No doctor, todos están bien –baja la vista, no entendía que pasaba–, acaban de ingresar a su padre –la observo con sorpresa, mi corazón late errático, todo se mueve en cámara lenta, algo dentro de mí me llamaba a la habitación que recién había sido ocupada, no oía nada salvo a mis colegas gritar, me acerco con paso torpe a la habitación y entonces lo veo, veo al hombre más fuerte del mundo tendido, conectado y con las paletas en su pecho, miro el lector de signos vitales, ruego para que se estabilice, pero en lugar de eso, cae, veo al doctor Shaw detener todo, niego y entro rápido al cuarto.

- No puede, tiene que intentarlo, otra vez a trescientos –grito acercándome al cuerpo de mi padre, comienzo con el RCP, el doctor O’Conner me aparta, niego mientras intento volver.

- Se ha ido Thesion, lo lamento –escucho al doctor Shaw, comienzo a llorar con fuerza, siento un cuerpo más pequeño abrazarme, me aferro a ella ya que también llora, después de todo él también era su padre, lo había sido por muchos años, jamás me reveló mucho de lo que había pasado, pero después de oírla hablar de ello, entendía porque mi padre había decidido verla como una hija, lejos de que fuese la nuera de su más grande amor.

No entendía que pasaba, porque pasaba, hace una semana estábamos pescando, pasando mucho tiempo juntos, pero ahora, ahora ya no estaba, se había ido, lo había perdido.




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