Enith:
Cuando abro los ojos me doy cuenta que es de noche, la habitación esta oscura así que enciendo la mesita de noche, tenía sed.
Me sirvo un vaso de agua y lo bebo de un solo trago, suspiro, había olvidado aquellas promesas, sabía que sus intenciones habían sido las mejores al decir que no me quedara sola, pero no creo que hubiese previsto las emociones involucradas, no sabía si él había creido que le resultaría fácil o que encontraría un hombre igual a él, era injusto para cualquier persona ser comparada o darle una responsabilidad emocional que no tenía porque cargar.
Por otro lado, podía recordar al perfección el beso, más bien, besos con Thesion, mentiría si dijera que había sido malo o desagradable, porque eso sería una enorme mentira, la verdad es que ese precioso hombre besaba de las mil maravillas, y eso me hacía pensar en las palabras de Amirov, aunque seguiría dudando hasta sanar, si es que eso era posible. Sí, había hablado mucho con su psicóloga y esta le había dicho que cada persona tenía y llevaba su duelo de diferente manera, entonces, ¿por qué resultaba tan difícil pensar en avanzar? No es que siempre tuviera este pensamiento, pero cuando venían se sentía bastante culpable.
Bajo a la primera planta y los encuentro a todos jugando uno, mi pequeño los veía con total atención, estaba seguro que de poder estaría jugando también, era curioso e inteligente como su padre. Los saludo y decido unirme a ellos, no sabía si quería que todo esto cambiará o se mantuviera así evitando que les afecté de alguna manera. También me preocupaba la reacción de todos, tenía dos hijos ahora, estaba la madre de Amirov y el resto de la familia que me quería y apoyaba, era demasiado en que pensar, y la verdad, es que estaba cansada de hacerlo, de darle tantas vueltas algunas noches.
Thesion:
Regresar al hospital me había caído como anillo al dedo, así evitaba pensar en ella y esos besos, me estaba volviendo loco recordando las sensaciones que evocó en mí, sabía que no era fácil para ella iniciar nada con nadie, tenía empresas que dirigir, dos hijos que atender, sabía que el tiempo que podía pasar con ella era quizás, lo más que podría obtener. Y no quiero que suene como queja, ella era una mujer exitosa cuando la conocí, y lo seguiría siendo conmigo o sin mí en su vida, podía ver que le gustaba, le apasionaba y eso también me gustaba de ella, en realidad no había nada que no me gustara, podía parecer que veía todo en color de rosa, pero también había podido ver sus emociones negativas, sus miedos y preocupaciones, también su vulnerabilidad, y no podía decir que todo lo negativo que había pasado no estaba justificado porque la habían agredido primero, no es que estuviera de acuerdo en usar la violencia ni nada, pero si a favor de defendernos en caso de ser necesario.
- Doctor, esta listo el pequeño Dave para la operación –me informa la enfermera, termino de llenar unos formularios y voy al quirófano tres.
Tras una hora, la operación fue exitosa, me sentía muy en paz cuando todo salía bien, sin complicaciones.
- Thesion, llamó tu madre –dice Leian al llegar al centro de enfermeras, ella era mi mejor amiga y aunque al inicio ambos entramos a medicina, ella optó por enfermería porque se dio cuenta que medicina era muy difícil, al final cuando nos graduamos, decidimos postular para el mismo hospital y así fue como terminamos trabajábamos juntos, debía admitir que era tranquilizador al inicio tener una cara conocida.
- ¿Qué me cuenta de nuevo? –ellas se llevaban muy bien, era como otra hija para ella.
- Dice que la disculpes, pero que no podrá acompañarte al baile de beneficencia del hospital –me giro a verla, la pluma queda suspendida.
- No es en serio, este evento es esta noche –frunzo el ceño, ¿dónde iba a conseguir a alguien para acompañarme? Suspiro, esto era un gran problema.
- Si quieres –comienza a decir suave, entonces la veo, ella viene con el jefe Brennan.
- Jefe, Enith –ella me sonríe, puedo ver un leve sonrojo, eso me alegraba, que recordara nuestro beso.
- Doctor Solon, enfermera Harrison –nos saluda con amabilidad–, le contaba a la señora Bianchi los cambios que se hicieron gracias a su generosa aportación, además de invitarla al baile benéfico, jamás creí que no le habían comentado –mira a Enith, ella le sonríe negando.
- Quizás sí y lo olvide, a veces me pasa –el jefe ríe–, me tocara venir sola, ni como encontrar acompañante a esta hora –se encoge de hombros.
- Que suerte tiene señora Bianchi –dice Rose, otra enfermera–, la madre del doctor Solon le acaba de cancelar, podrían ir juntos, si no le desagrada nuestro doctorcito –miro a Rose con agradecimiento, esa mujer se merecía todo mi amor y gratitud.
- Oh, pues sí Thesion no tiene inconveniente, no me molestaría ser su pareja esta noche –susurra, se sonroja cuando dice pareja.
- ¿Te parece bien que pase por ti a las ocho? –la observo atento, ella asiente.
- Seguimos con el tour para que se vaya y se arregle, hoy será una excelente noche –el jefe sonríe, ella se despide con la mano antes de irse.
- La amo enfermera Rose, me consiguió una maravillosa e inesperada cita –ella ríe cuando la abrazo.
- Mi querido doctor, estoy vieja pero no ciega, puedo ver cuando dos personas de atraen, y ambos lo hacen, así que termine sus pendientes y vaya a tomar una ducha, póngase su mejor traje y conquístela –me guiña un ojo, asiento emocionado.
- Nos vemos mañana Leian –la abrazo feliz, me gire y no pude ver la cara de tristeza de mi mejor amiga, ni todo lo que eso traería.