Una última vez

Premio

Enith:

Si tuviera que elegir algún o algunos bellos momentos de mi vida, lo definiría así: estar embarazada y dar a luz a Rachele y Enirov, conocer a su padre, Amirov; y conocer a Thesion, la sensación de ser envuelta por sus cálidos brazos me daba tanta paz, una que no había creído volver a tener, me sentía plena en muchos aspectos, no solo cómo mujer, también como ser humano y madre, porque mi pequeña quería a su amigo T y aceptaba mi relación con él, Eni reía mucho con él y se mantenía tranquilo con él, quizás era por esa maravillosa calma que emanaba. Y bueno, qué decir de mamma y la señora Caruso.

- Buenos días –susurra tras bostezar, le sonrío, me había despertado hacía diez minutos, mismos que había ocupado para verlo dormir, había sido una noche muy intensa, habíamos parado cerca del amanecer, así que como mucho, habíamos dormido tres horas, sin embargo, me sentía llena de energía.

- Buenos días –le sonrío, me alzo y beso sus labios de manera casta–, es hora de irnos, no piense el mundo que te he secuestrado –le guiño un ojo sonriendo.

- No me quejaría de eso –me abraza y besa, río sobre sus labios. Durante toda mi vida, sólo me habían visto desnuda tres hombres, Adley, Amirov y si no fuera por el accidente, serían dos, pero no me quejaba para nada del tercero, que esperaba, fuera el último.

- Vamos, tengo hambre –susurro sobre sus labios, él ríe y asiente.

- ¿Quieres ir a una cafetería o algo? –asiento, comienzo a vestirme sin pena alguna, después de todo, me había visto hasta la última peca anoche.

Cuando estamos listos, rodea mi espalda y nos vamos de aquel edificio, durante el camino había preguntado por mis hijos, estaban bien, Rachele sabía que había salido y volvería tarde, después de eso, saldríamos al parque.

- Si mal no recuerdo, pronto Rach cumplirá diez, ¿verdad? –pregunta mientras estaciona en la cafetería.

- Sí, le haré una pequeña fiesta con sus amiguitos del colegio y su hermano, William lleva el caso de Adley para que le devuelvan a Zack, estoy bastante segura que con lo que me contaste, se lo darán a él –Thesion asiente mientras entramos a la cafetería. Hablamos y comimos, era muy elocuente y divertido, así que el tiempo se había ido como agua, cuando menos lo pensamos era hora de ir por ellos para llevarlos al parque.

 

Thesion:

Tras diez casos clínicos más, podía decir con orgullo que el estudio estaba completo, ahora tenía un test profiláctico en niños y adolescentes que tuvieran antecedentes heredofamiliares de cáncer.

- Felicidades Thesion –el jefe estrecha mi mano, la FDA había concluido el estudio, ahora se implementaría la prueba Jackson para le detección oportuna del cáncer en niños y adolescentes, había decidido nombrar el estudio como mi padre, a su manera siempre me había motivado.

- Gracias jefe –le sonrío mientras estrecho su mano.

- El comité no tardará en convocar una reunión con todo el personal para anunciar esto, pero me pareció conveniente ser el primero en felicitarte –asiento, debía decirle a Enith, la llamaría nada más salir.

- Gracias de nuevo jefe, me siento muy feliz –podía ver el orgullo del jefe Brennan, esto sin duda, pondría en alto el nombre de este hospital.

- Mucho de ello se lo debemos a la señora Bianchi, sin sus recursos para el nuevo equipo, no habría sido posible –asiento de acuerdo, estaba seguro que si ella seguía siendo mecenas del hospital, se lograrían grandes cosas.

- Se lo haré saber –asiente, salgo de la oficina sintiéndome radiante, mucho de esto se lo debía a ella, no sólo por la donación, también en lo personal.

- Me enteré que terminó el estudio doctor, felicidades –dice Rose abrazándome, la abrazo con gusto.

- Gracias –le sonrío al separarme, muchos otros vinieron a felicitarme también, cuando tengo un momento le llamó para informarle, ella chilla de emoción, no puedo evitar sonreír como un idiota, acordamos vernos para cenar y celebrar, esta vez sería en su casa, estaba seguro que les contaría a todos, la siguiente en ser notificada fue mi madre, no le dije que era la segunda en saberlo o habría desatado una tercera guerra mundial.

A eso de las cuatro me notificaron que al día siguiente, a las ocho en punto, el comité haría el anuncio, me habían preguntado si la señora Bianchi estaría disponible, sabía que ella haría todo por estar aquí, así que tras afirmar, procedieron a llamarla.

- Entiendo que ella hizo una gran donación, ¿pero en serio tiene que venir? –pregunta Leian a mi espalda, estaba terminando unos expedientes.

- Así lo ha querido el comité, no puedo ir en contra de ellos, además, el jefe del comité se comunico con ella, yo no tuve nada que ver –me encojo de hombros, quería a Leian, pero a veces se comportaba como mi madre y eso me desquiciaba–. Ve al 304 y revisa que todo vaya bien, ¿quieres? –ella suspira y se aleja asintiendo, suspiro de alivio, debía tener mucho cuidado, mi madre alentaba a Leian hacia un futuro que no podría ser, porque mi visión del futuro estaba en otro lado.

Al día siguiente, y tras pasar por Enith; habíamos llegado al hospital, ella se aferraba a mi brazo y sonreía emocionada, parecía una niña pequeña, eso me hacía sentir emocionado y amado.




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