Enith:
Todo había estado en relativa calma tras la entrevista, o más bien dicho, el comunicado. El juicio iba viento en popa, tenía testigos y pruebas, así que pronto fue sentenciada a dos años en prisión, al periodista le quitaron su licencia para ejercer, además de meses en prisión y una multa de un millón, al fin sentía que podía respirar en paz.
- Hola belleza –susurra Thesion mientras me abraza por la espalda–, debo contarte algo –le sonrío y me giro entre sus brazos, acaricio su mejilla.
- Soy toda oídos –digo tras besarlo de manera casta.
- Me invitaron a dar una conferencia en la universidad de Oxford en una semana, quieren que hable de mi investigación, ¿no es maravilloso? Es una de las cinco mejores universidades en Londres –sonrío como idiota cuando lo veo sonreír con esa emoción.
- Eso es maravilloso, te lo has ganado a pulso mi vida –lo beso de nuevo–, así que eso merece una gran celebración –digo con una enorme sonrisa, besa mi cuello, me estremezco y jadeo bajo.
- Si que espero esa celebración –susurra en mi oído–, por lo pronto debo volver al hospital, te veo en la noche –me besa con amor antes de irse, muerdo mi labio sonriendo como idiota, suspiro enamorada.
Pronto el día que debía partir llegó, sólo pude despedirme de él en mi casa ya que tenía una reunión con un inversionista ruso, esos tipos eran difíciles de conquistar, si el mercado fuese a su región, sería maravilloso, a las 6 tendría una reunión con un inversionista chino, allá quería ofrecer, tanto las casas como el marketing para sus productos.
- Buen viaje cariño, me avisas nada más llegar –asiente mientras besa mis labios, se separa y va donde Preston, él le llevaría, suspiro, se iba una semana, no tenía ni diez minutos y ya lo extrañaba horrores.
Cerca de las ocho de la noche había terminado, no había podido revisar mucho mi teléfono, así que cuando al fin pude ver los mensajes, tenía algunos de él diciendo cuanto me amaba, respondo sonriendo, y noto que sólo hay una palomita, quizás se ha subido al avión.
Salgo de la oficina rumbo a mi casa, quería un baño y ver la televisión con mi hija, así que nada más llegar me baño, ceno y me dispongo a ver una película, mi pequeña sólo se mantiene despierta media hora, así que la cargo y la llevó a su cama, vuelvo al sofá y comienzo a pasar de canales, quizás podría ver una película, pero no me convencía, cambio de canal hasta que doy con las noticias de media noche.
- ¿No puedes dormir? –mamma habla logrando que de un salto, ella ríe.
- No, me siento cansada pero no tengo sueño –me encojo de hombros, una noticia llama mi atención de inmediato, me giro a verla y subo el volumen.
- El vuelo 517 con destino a Londres, tuvo un percance en una de las turbinas logrando que el avión se fuera en picada, el equipo de rescate esta trabajando para administrar ayuda, no se tiene informes de los daños, de los 121 pasajeros, pocos han sido encontrados con vida, no se tiene una lista con los nombres exactos –me había quedado congelada, comienzo a respirar de prisa negando, comenzaba a tener un ataque de pánico.
- No, no, no otra vez no –todo mi cuerpo temblaba, sentía que me faltaba el aire, me pongo de pie frotando mi cara y tirando de mi cabello, no podía escuchar nada a mi alrededor, miro a mamma con los ojos desorbitados antes de desmayarme.
Thesion:
Odiaba esperar, y más odiaba darme cuenta que por las prisas, no guarde el cargador. Cuando anuncian el vuelo, me pongo de pie y tomo mi maleta, un tipo grosero pasa corriendo y me tira mi teléfono, maldigo al ver que se estrelló, no se veía nada, maldigo para mis adentros cuando ni siquiera enciende, genial.
Compraría otro nada más llegando, me acerco para hacer el chequeo y me piden colocar la maleta en la banda, me acerco al guardia y permito me revise.
- Debe acompañarnos –dice un hombre de seguridad, lo miro con sorpresa.
- ¿Qué, por qué? –pregunto mientras me escoltan hacia una sala, abren mi maleta y comienzan a buscar, pronto veo que en el fondo hay una bolsa con drogas–, esperen, esa no es mi maleta –digo tras analizar el contenido.
- Esta en graves problemas, usted la colocó en la banda –me mira serio, ay no.
- Soy doctor, pediatra y voy a una conferencia, ¿de verdad cree que llevaría drogas? –lo miro como si aquello fuese obvio–, al menos no de estas, esta no es mi maleta y quiero a mi abogado –sentencio–, tengo derecho a llamarlo y pedir que todo esto sea investigado, no voy a pagar por algo que no es mío, quizás me cambiaron la maleta, yo que sé –alzo las manos alterado, ellos dejan que llamé a un abogado, gracias al cielo me sabía el número de memoria de William, era la única llamada que me dejarían hacer, ya le avisaría a Enith después, seguro se enojaría mucho por la confusión.
Tras varias horas de investigación, al fin me habían dejado ir, la cámara de seguridad había mostrado que un hombre encapuchado había cambiado las maletas, era curioso que fuesen iguales, pero bueno, quién sabe cuántas habría así.
- Un gusto caballeros –dice William estrechando las manos de los hombres, hago lo mismo más a fuerzas que de ganas, me llevaría a casa de Enith, sabía que era tarde pero me habían cambiado el vuelo para mañana a las cinco, eso me daba tiempo de enviar un correo desde la computadora de Enith, comprar un nuevo móvil y sacar toda la información de mi viejo teléfono.