Una Verdad y Cinco Mentiras

Capítulo 4

Ethan Collins.

Todos corren de un lado al otro, empujo a un par de personas para abrirme paso,  miro a mi al rededor y es cuando la veo, Mackenzie esta tirada en el piso intentando ponerse de pie mientras que la estampida de personas pasan sobre ella, golpeandola y pisandola, un chico pasa corriendo muy cerca de ella y pisa su mano, un grito de dolor se escapa de los labios de la chica.

  — Carajo—exclamo, camino rápido entre las personas para llegar a ella.

Otro disparo retumba por todo el lugar y las personas se alarman aun más, unos chicos con una gran barra de metal van en dirección a Mackenzie—mierda—comienzo a correr y cuando ya estoy cerca veo el momento exacto en el que la barra de metal impacta involuntariamente contra la cabeza de Mackenzie, los chicos siguen corriendo e intentan derrumbar la puerta con dicha barra.

 Cuando llego a ella, sus ojos están desorbitados y se desploma en el suelo.  Paso mis brazos por debajo de ella y la levanto, camino en dirección contraria a los demás para intentar salir por la puerta de atrás, giro la manilla y no abre—maldigo en mi interior—busco en la repisa las llaves  y cuando las consigo abro rápidamente la puerta y salgo del lugar, camino hasta mi auto y acuesto a Mackenzie en el asiento de atrás. Tiene horribles raspones en sus brazos, su pantalón esta roto en algunas partes y  esta manchado de sangre, su mano se esta comenzando a inchar y tiene toda la cara ensangrentada,saco su móvil del bolsillo delantero de su pantalón con la esperanza de que funcione, tiene la pantalla rota pero sí enciende.

Un sin fin de disparos se escuchan  adentro del lugar, cierro rápido  la puerta  y subo al auto—salgo tan rápido como puedo de ahí— con una mano sostengo el volante y con la otra marco al número de emergencia que tiene registrado—ya que tiene contraseña— después de tres repiques alguien contesta.

  —¿Qué pasa Mack?—la voz de una mujer se escucha al otro lado.

  —Hola, soy un…—pienso un momento en algo más que decir que no sea  soy un desconocido que tiene a tu hermana inconsciente en el asiento trasero de mi auto—un amigo de Mackenzie, tu hermana tuvo un accidente y vamos de camino al hospital.

 —Carajo— es lo primero que dice— ¿  a qué hospital van?—el temor en su voz es evidente así que solo me limito a decirle el nombre del hospital y cuelgo.

Conduzco lo más rápido que puedo, me paso un par de semáforos en rojo— en estos momentos no me importa que me multen—solo quiero llegar al hospital lo antes posible, no quiero tener más problemas con la policía y mucho menos si se trata de la muerte de una chica que estaba en mi auto, ya tengo demasiadas faltas y una como esta me podría dejar tras las rejas.  Cuando por fin llego al hospital , estaciono el auto justo  en la entrada, saco a Mackenzie entre mis brazos y camino lo más rapido posible al interior del lugar.

  — ¡Ayudenme, por favor!— grito cuando pongo un pie en el lugar.

Rápidamente un par de enfermeras junto con un doctor y un camillero vienen hacia nosotros, acuesto a Mackenzie en la camilla y el doctor comienza a hacerme preguntas.

  — ¿Qué le pasó?— pregunta mientras que con una pequeña linterna le examina las pupilas.

  —Hubo un tiroteo en "the best", ella cayó al suelo , la pisaron mucho y le dieron un golpe en la cabeza con una barra de metal— digo pausadamente, como si yo tambien trata de comprender que fue lo que sucedió, y para ser sincero así es.

  —¿Un tiroteo?—pregunta sorprendido el doctor.

  —Sí, posiblemente necesiten más camillas—digo con franqueza.

Les dedica una mirada a las enfermeras y estás como si pudieran leer su mente  se dan la vuelta y desaparecen por uno de los pasillos, el camillero lleva a Mackenzie a la sala de emergencias y yo los sigo ,una enfermera comienza a picar su ropa dejándola  solo en ropa interior sobre la camilla, mis ojos recorren con detenimiento su cuerpo y muchos pensamientos obsenos invaden mi mente rapidamente. Aparto la mirada porque se que no es correcto,  vuelvo a mirarla pero esta vez me concentro en lo que estan haciendo los doctores—no sé en que momento aparecio otra doctora— ambos examinan a cada raspon de su cuerpo, la doctora hace tacto  en su torso cerca de sus costillas.

  —Tiene al menos dos costillas rotas—  comenta—necesito que preparen radiología— le ordena a una de las enfermeras, esta asiente y   se da media vuelta para irse.

  — No—dice abruptamente el doctor—Tenemos que hacerle una tomografía cerebral, es urgente.

La enfermera sale corriendo del lugar y el doctor me mira  por unos segundos, cuando de pronto  uno de los aparatos a los que está conectada Mackenzie comienza a sonar, el monitor cardiaco emite un horrible pitido alarmando a los doctores. Miro la pantalla y una linea recta se ve en ella. Los doctores comienzan a trabajar y una enfermera me toma del brazo.

  —Tienes que salir—me dice con voz suave pero no me muevo, solo veo como comienzan a hacer todo lo pasible para salvarla—muchacho—esta vez eleva la voz y la observo, me  comienza a sacar a empujones del lugar hasta que salgo al pasillo.

Me paro delante del vidrio de seguridad y veo como trabaja todo el personal medico.  Nunca he intercambiado palabra con Mackenzie Maxwell—a excepción de hoy en la mañana, aunque no me respondió —es muy buena chica, y aunque no lo fuera no se merece esto, siempre la veo en los pasillos con sus amigos, es uno de los mejores promedios y nunca la he visto metida en problemos. Siempre va de un lado para el otro con esa actitud de que todo siempre va estar bien —parece sacada de un cuento de disney o algo así— se la pasa buscando el lado bueno de las cosas y dice unas extrañas frases motivacionales—  debo admitir que es algo que me irrita— no tengo nada en contra de ella, solo que no creo que tanto optimismo sea algo bueno, en la vida pasan cosas malas y no porque quieras que se solucionen lo van a hacer, este es el mundo real. Y muy posiblemente su vida sea completamente distinta a la mia.



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En el texto hay: misterio, romance, suspenso

Editado: 08.03.2022

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