Mackenzie Maxwell
Después del terrible incidente de hace unos días al fin vuelvo a casa.— ya el olor a hospital me comenzaba a dar náuseas— me tumbo en la cama y miro el cuadro sin terminar que comencé a pintar ese día; comienzo a pensar en todo lo que sucedió, rebobino las escenas una y otra vez. Los ojos perdidos de esa chica invaden mi mente—el miedo y el terror estaban reflejados en ellos— cuando la vi caer al suelo me paralice, pensé que en cualquier momento eso mismo me iba a pasar a mí.
Aprovecho de pensar en todo, en todo lo que vi, lo que oí y lo que sentí durante todo ese caos.
Recuerdo estar buscando a West, pero no lo encontré, no sabia que hacer y yo simplemente me quedé ahí de pie, sin hacer nada—ahora que lo pienso me siento inútil—Después oí más disparos y fue entonces cuando caí, todos comenzaron a pasar por encima de mí como si yo simplemente no estuviera ahí,no se percataron de mi presencia. El dolor que me causaban todos esos pisotones y golpes cada vez se intensificaban más pero no se comparan con el dolor que sentí cuando aquella barra de metal impacto contra mí cabeza, en ese momento no sabía que había sido pero alguien les dijo a mis padres lo que había pasado.
Después de eso no supe nada más hasta que abrí los ojos y estaba en el hospital, mis padres, Emily, Brooke y West estaban ahí cuando desperté. No paraban de preguntarme cómo estaba o si me sentía bien, en ningún momento me dejaron sola y siempre estuvieron al pendiente de mí, tratando de distraerme para que no pensara en lo que había pasado , el médico les dijo que tenía que mantenerme tranquila y evitar emociones fuertes por las próximas cuatro semanas, y a decir verdad lo consiguieron pero ahora que estoy en casa nada me lo puede impedir.
Trate de preguntarles quiénes habían muerto pero siempre evitaban mi pregunta —lo cual me preocupa— así que me levanto con cuidado, ya que todavía me duele el cuerpo, tomo mi portátil del escritorio con la mano izquierda —ya que tengo un yeso en la derecha—y vuelvo con cuidado a la cama, abro el aparato y entro a la página web del periódico de la ciudad, al entrar lo primero que me encuentro es el encabezado del incidente "Masacre en Redmond " leo en la primera página.
Un terrible incidente ocurrió el pasado viernes en The Bets, un lugar de diversión para adolescentes donde repentinamente
comenzó un tiroteo que acabo con la vida de seis estudiantes de Redmond High School.
Testigos afirman que justo antes de que comenzaran los disparos un chico que fue identificado como Nathaniel Harrison, fue lanzado a la pista de carrera desde seis metros de altura.
La policía afirma que están investigando exhaustivamente para atrapar al responsable y aplicarle su debido castigo.
Comienzo a leer cada uno de los nombres de las personas que murieron esa noche y me sorprendo al leer el nombre de Abby en el reportaje.
¿Abby está muerta?
Esto no es posible, acerco la pantalla a mi cara y leo varias veces más los nombres y efectivamente no se trata de un error.
Una lágrima rueda por mi mejilla y una extraña sensación se comienza a formar en mi pecho—dolor, tristeza —.Abby y yo nos conocíamos desde la escuela pero nunca fuimos íntimas amigas, compartíamos algunas clases, llegamos a hacer algunos trabajos juntas y algunas tardes de películas en su casa; así que no me es indiferente su ausencia.
Me siento muy mal por ella, era una gran persona y muy buena compañera— una de las pocas chicas populares que de verdad era buena persona— me pregunto como estarán sus padres y su hermano, la noticia de su muerte les debió haber afectado bastante, y me siento mal por no haber ido a su funeral.Mis Padres estudiaron con los suyos cuando estaban en el mismo instituto en el que nosotras estudiamos ahora, desde entonces son amigos y continúan con su amistad todavía.
Alguien toca la puerta de mi habitación, rápidamente cierro la laptop y limpio las lágrimas de mis ojos.
—Adelante.—alzo la voz para que me puedan escuchar al otro lado.
La puerta se abre y Emily entra en mi habitación cerrando la puerta detrás de ella, se sienta en la cama al lado de mí y deja escapar un largo suspiro de sus labios.
—¿Cómo estás?
Lleva haciéndome la misma pregunta desde que desperté en el hospital, pero siempre trato de responderle de la mejor manera.
—Bien—digo poco convencida, y ella parece notarlo— Todavía no logro terminar de digerir todo lo que pasó— me sincero— y la muerte de Abyy me ha afectado.
—El médico dijo que debes evitar fuertes emociones Mack, deja de mirar esas cosas.
Todavía no logro entender cómo hace para que sus regaños no parezcan regaños.
—¿Cómo quieres que no lo haga?— digo frustrada— Necesito saber que fue lo que pasó.
Abro nuevamente la laptop y leo una vez más el encabezado, recuerdo lo del chico en la pista, todos los disparos y a las personas pasando sobre mí, lo que todavía no logro recordar es como llegué al hospital y cómo fue que me golpee la cabeza exactamente,¿ fue a drede o no?. Pienso por un momento en preguntarle a mi hermana pero no creo que sepa algo, aún así no pierdo nada con intentarlo.
—Em— levanto la vista de la pantalla y me centro en ella—¿ Sabes qué fue lo que me pasó?. Sí, recuerdo a todas esas personas pasando por encima de mí pero…¿ Cómo llegué al hospital?
Aparta la mirada y comienza a jugar con un mechón de su cabello, sabe algo. Mantengo la mirada fija en ella—de alguna manera haciéndole presión— levanta la mirada y sus ojos se conectan con los míos.
—No me mires así—suplica, pero yo no aparto la mirada—Prometí que no diría nada.
Suelta, después de que las palabras salen de sus labios se da cuenta de que ha quedado en evidencia.
—¿A quién?— pregunto con voz firme.
Ella muerde su labio inferior, guarda silencio un par de segundos—seguro debatiéndose entre decir la verdad o callar, pero sabe perfectamente que callar no es una opción— me mira a los ojos, pasa una mano por su cara y después habla.