Adios…
25 de Diciembre a las 00:00 am
Si la familia de Jarek antes era muy alegre, definitivamente cuando los niños se fueron a dormir, ¡todo el mundo colapso!
¡Literalmente no había persona que no riera, bailara o tocara! ¡Era un caos de música y risas!
Obviamente ninguno de los dos se salvó de esa locura familiar. Porque sin importar que nunca no hayan visto, las personas nos sacaron a bailar. Nunca había escuchado esa música, era muy movida, tenía una variedad de instrumentos y provocaba que las personas se balancearan de lado a lado, saltando y gritando para luego reír.
Su felicidad y descontrol obviamente fue contagiosa. No me sorprendió terminar con el intento de cantante, en el centro y bailando. Reí cuando todos se dieron una vuelta y nos animaron a hacerlo también.
Y para cuando ya tuvimos algo de sueño, Jarek vio nuestras caras y nos salvó del montón. Subimos un piso más, y nos dio una habitación.
-Hay seis camas en cada habitación, como pueden ver, somos una gran familia. Espero puedan dormir con la bulla.
Yo también lo esperaba.
Ambos nos adentramos y éramos los únicos ahí, había efectivamente más camas así que escogí una de al fondo y Oliver la de mi lado.
-Estoy por morir-murmuré con la cara contra la almohada-Me duele todo. Creo que la caída recién hace efecto.
Se rió levemente.
-Lo siento por eso.
-No pareces tan arrepentido-gruñí, si embargo me encontré luego riendo-Dios, recordar eso me da vergüenza.
-¿La parte de caer de espaldas como tortuga?
-¿También pensaste lo mismo?
Empezamos a reírnos y negué.
-Debería ya dormir, mañana debo volver a primera hora y patear este compromiso.
-Puedo dejarte en el aeropuerto, claro, cuando regrese al hotel y encuentre a mi representante.
-¿No te sabías el número verdad?
-No. Nunca pensé en memorizarlo, ahora entiendo porque te hacen repetir varias veces el número de tus padres cuando eres niño.
-Oh, eso de “me llamo tal, tengo tantos años, mis padres son, trabajan en, y sus números de teléfono son…”
-Sí-empezó a reírse por mi voz chillona-eso mismo. Todo está en mi teléfono.
-Que tonto.
-No sabes inglés y viniste a un lugar donde hablan inglés.
-Corrijo, que tontos.
Soltó un bufido y sonreí. Mis ojos estaban por cerrarse cuando Oliver murmuró.
-Creo que…eres muy fuerte.
-¿Yo? ¿Viste como lloré? Joder, hasta tenía mocos-negué avergonzada.
-No todos reaccionamos igual cuando nos rompen el corazón.
-¿Te lo ha roto?
Ahora estaba curiosa.
-¿A quién no?-me encogí de hombros-Fue hace años, cuando mi carrera todavía era inexistente. Ahí era…literalmente un intento de famoso.
Mis ojos, que hace unos segundos estaban cerrándose, se abrieron sin sueño.
-¿Qué sucedió?
-Ella era mi novia en ese tiempo, sé que tuvo que ser difícil convivir con un tipo que no tenía un trabajo fijo y parecía soñar alto…no la culpo por dejarme. Yo tampoco apostaría por algo que no es seguro.
-Pero tu si lo hiciste-entrecerré los ojos-apostaste por algo que no era seguro, pero te gustaba.
-Sí, a cambio perdí a quien amaba.
-Y yo también, ¡y dejé todo por él! ¿Cuál es la reflexión?-me senté y crucé los brazos enfurecida-¡Las personas basura siempre son y siempre serán basura! No importa que decisión tomes, ellos ya tomaron una, y, al igual que ellos, es basura. Así que llórale lo que desee tu corazón, ¡pero no te estanques por ella! Si la basura esta en frente tuyo, solo arrójala a donde pertenece, al basurero.
Parpadeó, como si analizara mi golpe verbal. Así que miré el anillo-basura que estaba en mi mano.
>>Excepto las pertenencias, esas conservarlas y véndelas.
-¿Eso no sería también basura, si siguiéramos tu lógica?
-¿No lo has escuchado? La basura de unos, es el tesoro de otros. Si mi basura me da dinero, no me quejo.
Empezó a reírse, pero yo hablaba enserio. Llegando a casa botaría todos sus recuerdos, excepto los que podían ser vendidos.
-Continuando con mi trágica historia-murmuró divertido-perdí a quien amaba, pero luego de mucha mierda logré ser reconocido, conocí a mi manager y me ayudó a entrar en el mundo artístico. Y aunque no lo creas, ya soy reconocido, es por ello que…ella me volvió a encontrar.
Mis ojos se abrieron.
-Oliver…
-Dijo que quería volver, que me amaba y cuando le pregunté porque ahora, me dijo que ahora si era alguien…-rió entre dientes-Fue entretenido de oír.
-Dime que no volviste con ella.
-¿Te parezco un reciclador de basura?
Sonreí divertida.
-No, solo de intento de famoso.
Me guiñó un ojo.
-No volví con ella. Jamás lo haría, ya no me gusta, pero si me siento algo resentido al respecto. Digo, veía una vida juntos y me mandó a la mierda luego de que sus amigas se rieran al saber que estaba cantando y componiendo. Ahora que todos hablan de mí, vuelve, debe ser una broma.
-¿Por eso lloraste con la canción?
Me miró confundido para luego balbucear.
-Sí, por eso me gusta esa canción…es interesante.
-Lo es.
Después de ello, me dormí.
***
25 de Diciembre a las 10:00 am
Finalmente…estaba aquí.
¡En el aeropuerto!
Después de ser despertada de manera brusca por Jarek para recordarme que los vuelos se llenarían rápido. Él intento de cantante-que también había sido despertado por Jarek-y yo, fuimos caminando al hotel donde se hospedaba. Ahí su representante nos saludó con unas ojeras y malhumor, maldijo a Oliver y me saludó, para luego volver a maldecirlo.
Como no teníamos tiempo, le cortamos su discurso y le pedimos que pagará el taxi y que, me ayudara con el vuelo. Obviamente no me iba a dar todo gratis, ni siquiera me conocía. Así que le di mi número de cédula, número de cuenta bancaria y aseguró buscarme y darme intereses donde huyera sin pagar lo prestado.
#19895 en Novela romántica
#3471 en Chick lit
#12730 en Otros
#3816 en Relatos cortos
Editado: 25.12.2021