Una vez más, yo.

¿Qué Hago Con Nosotros?

Febrero 16, 2019.

6:20pm.


 

  Yo te amé sin reproches, aún sigo sin entender porqué te fuiste esa noche sin decir ni una palabra, ¿qué pasó?
 

  Me dediqué a olvidarte y te recordé en el momento en que me susurraron tu canción al alma. Las piernas comenzaron a temblarme y un par de lágrimas se arremolinaron en mis ojos.

  He intentado sacarte de todas las maneras, durante mucho tiempo. Ayer parecía que la vida nos rogaba que nos quedáramos. Tu llamado me sorprendió, no esperaba escuchar tu voz alguna otra vez. El nudo que se asentó en mi garganta no me permitió responder a tus palabras. Eran tan frías... me congelaron el corazón.

  A veces siento que hablo con un extraño. Me castigo por largos ratos leyendo tus cartas y no conozco a esa persona que con tanta pasión me escribía. ¿Dónde están tus "Ven a verme", "Iré a verte"?

  Supongo que todo nos deja en algún lugar del camino, ¿pero cómo es posible que el camino te deje? Nunca fuiste mi destino, eras el recorrido. Por eso te disfruté tanto. Hubieron muchos altibajos, supongo que eso nos mantenía entretenidos. La carretera por la que colgábamos nunca fue constante, estaba llena de topes y baches, pero la recorrería descalza por el resto de mis días.

  Tarde comprendí que yo solo fui una estación y algún día volvería a ser verano. Me abrigo en el invierno de mis huesos, tratando de aferrarme a tus besos para poder calentarme en este iceberg de melancolía.

  Me confesaste que te gustaba el frío, pero vienes del caribe y sabía que algún día querrías volver a casa. Ni cinco vidas me hubiesen preparado para tu partida. El barco de los recuerdos se asentó en mi puerto mientras me hundía en la balsa de tu ausencia.

  Un soldado del hielo se había derretido y perdió la guerra, pero ganó la sombra de vivas palmeras y los besos de una pequeña isla en las Antillas. Nunca hizo tanto calor en Alaska, hasta que yo te tuve enterrado entre mis dunas.

  Es curioso como una noche fría me hace tanto daño, tú y yo solíamos bañarnos en la lluvia. Nos perdí y ahora me privas de tus roces. Sal a mojarte de vez en cuando.
  Gracias por el viaje.

 

—elizabeth.



#45485 en Novela romántica

En el texto hay: poemas

Editado: 20.02.2019

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