Me dispuse a leer la Biblia afuera de la casa, para protección de la misma, y de los integrantes, y me senté abajo en los últimos escalones de la escalera. Y Abrí la Biblia en el salmo 91, y lo leí en voz baja.
Luego de hacer esto, entro a la casa y enciendo el computador. Cuando veo que este se apaga repentinamente.
Yo intento encender el computador de una manera u otra, pero este queda muerto.
En ese momento, no entendía lo que paso, pero después entendí que era un ataque de un espíritu de venganza, porque después de unos días, yo me dispuse a leer el salmo 27 en el andén de la casa, y cuando lo estaba leyendo, la casa del frente que esta sin habitantes desde hace mucho tiempo, se abre la ventana bruscamente cuando estoy proclamando ese salmo.
Desde ese momento, comencé a orar aún más para detener y alejar esos espíritus inmundos.