Saber cómo iniciaron las desgracias que asolaron el mundo, es una forma de que no se repitan. Una herramienta para romper el ciclo eterno de caos y destrucción que hay en nuestro hogar.
Al hacerlo sientes mucho, la impotencia de los que sabían la verdad y no escucharon, el rechazo a la estupidez y la ignorancia que todos alababan, y el dolor de los primeros que sufrieron las consecuencias y nadie quiso escuchar.
Así aprendimos que los humanos elegimos el camino más cómodo y fácil. Fue mucho más sencillo ignorar el problema, ocultar las consecuencias y taparse los ojos que hacer algo.
Ahora la mayoría de sus hijos están muertos, ahora su descendencia desapareció y los pocos que quedan…
Pobre de los pocos que quedan.